La última erupción volcánica registrada en Islandia ha terminado este viernes tras dos semanas de actividad al norte de la montaña Stora Skogfell, situada en el suroeste del país, según informaciones de la Oficina Meteorológica.
Los cálculos realizados por la oficina apuntan a que se trata de la mayor de las seis erupciones registradas en Islandia en los últimos nueve meses debido al gran volumen de lava detectada. Únicamente dos de esas erupciones –una detectada en marzo y otra en mayo– han tenido una mayor duración.
El suelo de la península de Reykjanes, al suroeste de la capital islandesa, Reikiavik, volvió a abrirse de repente el 22 de agosto. Como resultado, se estima que la lava ha estado brotado con fuerza a través de una fisura de unos 4 kilómetros de longitud.
No obstante, esta vez no ha supuesto un grave peligro para el pueblo pesquero de Grindavik, que sí ha tenido que ser evacuado tras vivir episodios similares desde finales de 2023 por la alta actividad magmática en la zona.
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