Madrid, 20 mar (EFE).- El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz ha acusado al juez que ha investigado el supuesto espionaje parapolicial al extesorero del PP Luis Bárcenas de cerrar “en falso” el caso y limitarlo a su Ministerio en lugar de ir al “origen del problema” y dirigirse hacia “otras instancias”, en alusión implícita al PP.
Porque el objetivo de la conocida como operación Kitchen -sustraer presuntamente documentos perjudiciales para el PP o sus dirigentes que guardaba Bárcenas y su familia- no afectaba ni a Fernández Díaz ni a su Ministerio, de modo que “ningún sentido tiene” que se encapsulase el caso a este departamento, según argumenta su abogado, Jorge Mandri, en el escrito de defensa remitido a la Audiencia Nacional en el que pide la absolución del exministro.
Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior entre 2011 y 2016 con Mariano Rajoy en el Gobierno, es uno de los principales acusados en este caso, presuntamente urdido desde su departamento en 2013. Junto a su entonces número dos, Francisco Martínez, se enfrenta a una petición de Anticorrupción de 15 años de cárcel.
Una acusación que trata de combatir en su escrito de defensa, en el que sostiene que los hechos que se le imputan se basan en “aseveraciones y conjeturas” derivadas de su condición de ministro y también de una “interpretación interesada, sesgada y voluntarista” del asunto.
Como ha hecho en otras ocasiones, el exministro ve “fuera de toda lógica” que el juez limitase la causa a su departamento cuando había “indicios” que apuntaban a personas “de instancias ajenas al mismo”, y critica que rechazase abrir esa línea de investigación, en contra del criterio de la Fiscalía, en una referencia implícita, aunque sin citarlo, a exdirigentes del Partido Popular.
Tanto los fiscales como las acusaciones se opusieron al criterio del juez de excluir del caso a la ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal -que llegó a estar imputada-, cerrando así la puerta a investigar la “conexión política” de la operación Kitchen “ajena al Ministerio del Interior”, en palabras de la propia Fiscalía.
En su escrito, Fernández Díaz reitera que nunca supo de la operación Kitchen ni “tenía interés alguno” en ella porque nunca estuvo relacionado con lo que se conoció como “los papeles de Bárcenas”, derivado del caso Gürtel y cuyos documentos supuestamente se intentaban sustraer al extesorero.
Cuestiona los indicios que la Fiscalía dirige contra él, como varios mensajes de su exnúmero dos Francisco Martínez, y añade que no hay “grabación de conversación” en la causa en la que él participe o apunte relacionado con él en las agendas del excomisario José Manuel Villarejo, otro de los acusados junto a parte de la cúpula policial de entonces.
Tampoco hay, según expone su escrito de defensa, “elemento o dato” que lleve a concluir que supo o participó en la gestión de los fondos reservados que se destinaron a pagar supuestamente 54.000 euros a quien fuese chófer de Bárcenas, captado, presuntamente como confidente policial para la operación.
La defensa de Fernández Díaz, que lamenta la “pena de banquillo y telediario tan innecesaria como injusta” a la que será sometido, también pide la nulidad de una serie de grabaciones incautadas a Villarejo y de varias resoluciones adoptadas por el juez. EFE
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