Todo comenzó hace 12 años, cuando Radoje Blagojević, propietario de una aldea étnica en Montenegro, buscó la manera de ironizar sobre un estereotipo establecido en su país. Según parece, en Europa suelen catalogar a sus compatriotas como “vagos” y por eso creó un certamen para burlarse de ese mote. Así, nació la competencia que se celebra una vez al año y que invita a los concursantes a luchar por ver quién aguanta más tiempo recostado boca arriba en el suelo.
El campeón de la edicidión 2022 fue Zarko Pejanovic, quien estuvo 60 horas acostado. “No fue difícil, créanme, ni siquiera calenté”, declaró en diálogo con el medio local Glas Zabiela. Por su insólito logro, embolsó 350 euros, una experiencia de rafting, un almuerzo para dos personas en un restaurante y una estadía en un hotel de Brezna, el pueblo donde se celebra la competencia.
“Cuando un patrocinador viene a apoyar a la competencia, es divertido, pero el mayor error es cuando viene la familia de alguien”, explicó el campeón que se llevó el título del “hombre más perezoso”. “Cuando vienen los familiares de alguien, es difícil no levantarse”.
Según las reglas, los concursantes deben mantenerse recostados sobre sus mantas durante el mayor tiempo posible y en caso de pararse, pierden. Es decir, que son alimentados mientras mantienen esa posición boca arriba y sólo pueden ir al baño una vez cada ocho horas, excepción que se agregó hace algunos años y que permitió que los récords se disparen, ya que hasta entonces la marca que parecía inalcanzable era de 52 horas.
En este caso, también hubo un cambio en el reglamento porque el clima no colaboró. Las intensas lluvias obligaron a los competidores a mudarse y en lugar de reposar todo el tiempo debajo del árbol que les proporcionaba sombra, se recostaron un rato dentro de una cabaña durante el segundo día de competencia. Finalmente, Pejanovic fue el que más aguantó, pero sus 60 horas no fueron nada comparado con lo que consiguió Dubravka Aksić en 2021.
La mujer oriunda de Podgorica estuvo 117 horas recostada en la edición pasada. “Fue muy duro, especialmente a las 3 de la mañana de anoche cuando empezó una fuerte lluvia. Hacía frío, aunque usamos mantas adicionales. De lo contrario, se hubiese vuelto demasiado aburrido para continuar. Nuestros cuerpos comenzaron a doler por estar acostados, por lo que intentamos invocar a la lluvia para que fuera el juez, y así sucedió. Si no fuera por la lluvia, nos habríamos quedado un rato más”.
La dueña del récord absoluto de esta competencia llegó hasta el último día junto a dos jóvenes. Uno de ellos abandonó dos horas antes que ella y el otro, cinco minutos antes. Aquellas lluvias de la edición 2021 hicieron que para este año los organizadores aceptaran mudar a los concursantes a una choza cuando las precipitaciones eran demasiado molestas.
Cabe recordar que el motivo de esta competencia está relacionado con la vagancia habitualmente asociada a los montenegrinos. Por eso, si este torneo comienza a requerir de demasiado esfuerzo, perdería el sentido. Es así que el reglamento suele modificarse para el confort de los concursantes.
Lo curioso es que los propios habitantes de Montenegro suelen bromear sobre este estereotipo al punto tal que han creado sus propios 10 mandamientos urbanos:
-El hombre nace cansado y vive para descansar.
-Ama tu cama como te amas a ti mismo.
-Descansa durante el día, para que puedas dormir por la noche.
-No trabajes, el trabajo mata.
-Si ves a alguien descansando, ayúdalo.
-Trabaja lo menos que puedas y pasa todo el trabajo que puedas a otro.
-En la sombra está la salvación, nadie murió por descansar.
-El trabajo trae enfermedades, no mueras joven.
-Si tienes ganas de trabajar, siéntate, espera y verás que se te pasa.
-Cuando veas a la gente comer y beber, acércate a ellos. Cuando los veas trabajando, retírate para no molestarlos.
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