El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) mantiene en amarillo fase dos la alerta sobre el volván Popocatépetl, el cual ha tenido bastante actividad en las últimas semanas, principalmente con la emisión de fumarolas y la expulsoón de materiales balísticos.
Hasta el mediodía de este martes 12 de marzo, “Don Goyo” ha registrado 43 exhalaciones y mil 294 minutos de tremor. Por esa razón, las autoridades de Protección Civil han advertido a las personas mantenerse fuera de los 12 kilómetros que comprenden el radio de exclusión a partir del cráter.
Cuando el semáforo llegue a color rojo significa que el peligro es inminente y por lo tanto es necesario que la población cercana al volcán esté lista para evacuar la zona en cualquier momento.
Expertos de la Universidad de Manchester lo han catalogado como el quinto volcán en riesgo de entrar en erupción en los próximos años.
Aunque no suele tener erupciones violentas, el “Popo” suele mostrar actividad intermitente y en 2023 se registró su última explosión acompañada por la expulsión de material incandescente, es decir, la lava se desbordó por una de las paredes del cráter.
Desde el año 2000, Don Goyo acumula cuatro erupciones de baja intensidad, no obstante, los expertos consideran que el volcán no ha mostrado todo su poder, prueba de ello es que en casi 30 años apenas en una ocasión ha alcanzado el nivel de alerta en rojo.
Cómo identificar las señales de una inminente erupción del Popo
Antes de llegar al punto máximo de alerta, el volcán situado en los límites compartidos entre Puebla, Morelos y el Estado de México debe pasar por el semáforo amarillo fase tres.
En este nivel, presentará actividad explosiva de escala intermedia a alta, además será evidente un rápido crecimiento de domos de lava y su posterior destrucción, generando fuertes explosiones.
También se presentarán grandes fumarolas de vapor de agua, gases y cenizas persistentes, explosiones de intensidad creciente con el lanzamiento de fragmentos incandescentes, posibilidad de flujos piroclásticos de mediano alcance y caída de ceniza notoria en poblaciones cercanas.
Esto quiere decir que en los últimos años el Popo ha llegado a la fase 3 y en justamente en ese punto fue posible apreciar cómo arrojó material incandescente.
El nivel más peligroso es cuando llega a rojo, el cual se divide en dos fases. En la primera de ellas se presenta el lanzamiento de fragmentos incandescentes sobre las laderas del volcán y la caída de ceniza alcanza ciudades lejanas, así como flujos piroclásticos y flujos de lodo que pueden alcanzar a poblaciones cercanas.
Es en este punto cuando una explosión mayor ya es inminente y todas las poblaciones cercanas deben ponerse a salvo en refugios.
En rojo fase dos, el volcán presenta actividad explosiva de escala alta a extrema, las columnas eruptivas podrían alcanzar decenas de kilómetros de altura y gran alcance, caídas intensas de ceniza, arena y fragmentos volcánicos sobre poblaciones a distancias mayores, posibles derrumbes parciales del edificio volcánico.
También el flujo de piroclásticos y flujos de escombros masivos que pueden alcanzar a poblaciones cercanas e intermedias, grandes lahares de efectos devastadores y graves daños al entorno.
En 1997 fue la única ocasión en que el Cenapred activó el semáforo rojo para advertir sobre los riesgos de una posible explosión violenta.
Desde 1994, Don Goyo ha presentado una actividad intermitente, y según algunos expertos, esta ha permitido liberar presión y retrasar una erupción violenta.
Actualmente el Popocatépetl es considerado como uno de los volcanes activos más peligrosos en América, por lo tanto es uno de los más vigilados a través de un monitoreo durante las 24 horas del día.
Sé el primero en comentar en"Estas serán las señales de una inminente erupción del volcán Popocatépetl"