Saitama, 30 jul (EFE).- La segunda exhibición del base Ricky Rubio marcó el triunfo de la selección española de baloncesto contra Argentina (81-71) con el que aseguró su pase a los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Pero España quiere ir más allá de la ‘Rickydependencia’.
Para cualquiera que hable del equipo español es inevitable pensar en el base de El Masnou (Barcelona) como gran referencia. Sus números hablan alto y claro: 20 puntos y 9 asistencias ante Japón (77-88) y 26 puntos con 5 rebotes y 4 asistencias ante Argentina dibujan a un jugador determinante.
También lo es en las sensaciones. El base titular del conjunto español lidera los ataques, maneja el ‘tempo’ del partido, corre cuando hay que correr y frena cuando el duelo necesita pausa. Es uno de los pilares del equipo, una expresión que no es solo una frase hecha periodística, sino que se maneja en el propio vestuario.
“Es nuestro líder en la cancha junto con Marc (Gasol), son los dos pilares en los que nos intentamos asentar para conseguir los objetivos”, señaló el escolta Sergio Llull tras el encuentro, en la zona mixta del Saitama Super Arena. “No sé si visteis el Mundial, pero era exhibición tras exhibición, y sigue en esa línea”, recordó sobre el campeonato del mundo de China 2019, ganado por España y en el que Rubio fue nombrado jugador más valioso del campeonato (MVP)
Entre esos pilares del conjunto de Sergio Scariolo cabría agregar al alero Rudy Fernández, por el esfuerzo defensivo constante del capitán, al que suma triples siempre decisivos; y al ala-pívot Víctor Claver, cuya labor no luce en las estadísticas pero es elogiada públicamente por sus compañeros.
Sin embargo, Ricky es el metrónomo de la selección. El base, traspasado este mismo viernes de los Minnesota Timberwolves a los Cleveland Cavaliers de la NBA, es la referencia que citan los jugadores rivales.
“Sabemos que Ricky Rubio es la clave de España”, reconoció el escolta argentino Nicolás Laprovittola. “Está a un gran nivel ahora”, remachó su seleccionador, Sergio ‘Oveja’ Hernández.
El aludido trata de alejar los fantasmas de la dependencia. “Para nada, eso os gusta a vosotros”, dijo a los periodistas en el Saitama Super Arena tras el encuentro.
“En baloncesto hay muchos detalles que no se notan en las estadísticas y que sin ellos no ganaríamos. Hoy se puede destacar mi anotación mía, pero sin la defensa, las faltas en ataque que hemos provocado, Víctor Claver que ha increíble otra vez… Una selección no es un jugador”, sostuvo Ricky Rubio.
Asia es un continente fetiche para el catalán. En los Juegos de Pekín 2008 se dio a conocer al mundo con su desparpajo a sus apenas 17 años. En China 2019 fue campeón del mundo y MVP. Ahora en Japón, dos exhibiciones en sus dos primeros partidos. “Tendré que venir a retirarme aquí”, bromeó.
EL PASO ADELANTE DE WILLY HERNANGÓMEZ
Para despejar la ‘Rickydependencia’, la selección española trata de activar al resto de sus piezas, hacer que más jugadores tengan una contribución decisiva en los partidos más allá de los que forman parte del quinteto titular y los veteranos curtidos en mil batallas, como Pau Gasol -imposible hacer más en menos tiempo: 9 puntos y 8 rebotes para él en 17 minutos en pista ante Argentina- o Sergio Rodríguez.
El último en subirse al carro fue Willy Hernangómez, que ante Argentina protagonizó puntos clave en el tercer cuarto y cerró el duelo con 8 puntos y un rebote en apenas 12 minutos sobre el parqué.
Su caso es significativo, porque venía con el cartel de tercer pívot del equipo tras Marc y Pau Gasol, pero ha sabido reconvertirse a ala-pívot, reforzando una defensa interior coja tras el no que los Minnesota Timberwolves dieron a su hermano Juancho a última hora.
“Es una posición en la que he estado entrenando, en la que Sergio (Scariolo) desde el principio de la concentración ha confiado en mi. Es una manera de completar al equipo”, explicó tras el partido Willy, que plantó batalla a todo un tótem como el argentino Luis Scola, campeón olímpico y en sus quintos Juegos a los 41 años.
El pívot de los New Orleans Pelicans sabe el terreno en el que se mueve y se adapta a la situación. “Sabemos que Pau y Marc son una leyenda de la selección, yo simplemente estoy preparado para la oportunidad. Sé que tarde o temprano tienes que estar listo, he demostrado que estoy preparado y acepto el rol”, añadió.
Incluso Scariolo llegó a ponderar públicamente su actuación. “Estoy agradecido con el paso adelante de jugadores más jóvenes como Willy, y esperando a más pasos adelante de más jugadores, porque necesitamos una contribución de alto nivel de todo el equipo para competir contra este tipo de equipos”, dijo el italiano.
Con dos triunfos y el pase a cuartos de final en el bolsillo, España afronta un duelo sin igual contra la selección de moda en los Juegos: la Eslovenia de Luka Doncic. Un equipo conducido por un genio y que juega a una velocidad de vértigo. Se espera un choque de ritmos, el dinamismo esloveno frente al poderoso juego interior español.
En esa dicotomía, la labor de Ricky Rubio cobra especial valor. No solo como faro de la selección sino, probablemente, como defensor de Doncic en algunos de los momentos del partido. ¿Podrá la ‘Rickydependencia’ anular al jugador de moda de Tokio 2020?.
Miguel Ángel Moreno
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