Madrid, 20 may (EFE).- España ha llamado a sus embajadores a consultas en nueve ocasiones, la última a la embajadora en Argentina, María Jesús Alonso este domingo, después de las manifestaciones del presidente argentino, Javier Milei, contra el presidente español, Pedro Sánchez, y su mujer, Begoña Gómez.
En los últimos 30 años España ha llamado a consultas a sus embajadores en Nicaragua, Venezuela, Siria, Honduras, Marruecos e Irán, y en 1980 rompió relaciones diplomáticas con Guatemala. En seis ocasiones fue por un conflicto diplomático bilateral y las otras tres por la situación que entonces atravesaban Irán, Siria y Honduras.
La llamada a consultas es una orden que se envía a un embajador o jefe de misión por el ministro de Relaciones Exteriores de su país para que se persone urgentemente con objeto de informar sobre un determinado asunto y recibir instrucciones particulares.
En esta última ocasión este hecho ha venido acompañado por la citación por parte del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, al embajador de Argentina en España, Roberto Sebastián Bosch, para exigirle las disculpas de Milei.
La anterior llamada a consultas se produjo en agosto de 2021, cuando se requirió la vuelta a la embajadora de España en Managua, María del Mar Fernández-Palacios, tras una nota emitida por el gobierno nicaragüense en la que aseguraba que España carecía de “autoridad moral” y la culpaba de “falacias, encubrimiento, mentiras, delitos, crímenes de odio y lesa humanidad”.
Dos años antes, en noviembre de 2019, España ya había llamado a consultas a su embajadora después de que el Gobierno nicaragüense impidiera “por tercera vez” la visita de un alto cargo español al país centroamericano.
En abril de 2016 el Gobierno español llamó a consultas a su embajador en Caracas, Antonio Pérez Hernández, ante los “intolerables insultos” de Nicolás Maduro y su “actitud impropia”. El presidente venezolano había llamado “racista, basura corrupta y basura colonialista” al entonces jefe del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy.
Esta no era el primer requerimiento del Gobierno español a Pérez Hernández. Un año antes, en abril de 2015, ya le había llamado a consultas después de que Maduro acusara al Gobierno español de “apoyar al terrorismo” en su país y de formar parte de una “conjura internacional” para derrocarlo.
A todo ello se unió la decisión del parlamento venezolano de declarar persona “non grata” al expresidente del Gobierno español Felipe González.
En febrero de 2012 el Ministerio de Asuntos Exteriores llamó a consultas al embajador de España en Siria, Julio Albi, ante la situación de inseguridad que vivía este país y al agravamiento de la represión contra la población civil por parte del régimen de Bachar al Asad.
Exteriores decidió la retirada temporal de su embajador después de que otros países de la UE, como Reino Unido, Francia e Italia, tomaran la misma medida y Estados Unidos acordara cerrar su oficina diplomática.
El 8 de marzo España cerró su embajada en Siria, aunque mantuvo dos diplomáticos en la oficina de la UE en Damasco, y en mayo el Gobierno expulsó al embajador sirio en España. En respuesta Siria expulsó al embajador español.
El 1 de julio de 2009 el Gobierno español llamó a consultas a su embajador en Honduras, Ignacio Rupérez, una medida con la que pretendía mostrar su “firmeza” en el rechazo al golpe militar que había forzado la salida del país del presidente, Manuel Zelaya, el 28 de junio anterior.
La decisión adoptada por España, con Miguel Ángel Moratinos al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores, fue secundada por todas las embajadas de países de la Unión Europea en Tegucigalpa. El embajador español volvió a Honduras en febrero de 2010.
El 16 de julio de 2002 el Gobierno español llamó a consultas “de forma inmediata y con carácter indefinido” al embajador de España en Marruecos, Fernando Arias-Salgado.
La decisión fue adoptada por el Gobierno ante la falta de respuesta por parte del Ejecutivo de Marruecos a la nota verbal dirigida por España al país vecino cinco días antes al conocerse la intervención marroquí en la isla de Perejil.
Siete meses después, Arias-Salgado se reincorporó a su puesto al frente de la legación diplomática.
El 11 de abril de 1997 España llamó a consultas a su embajador en Irán, Fernando Belloso, alineándose con la posición común de los miembros de la Unión Europea tras la sentencia de un tribunal alemán que acusaba a las autoridades de Teherán de practicar el terrorismo de Estado.
La llamada a consultas del propio embajador es una de las medidas que los gobiernos pueden adoptar para expresar su protesta diplomática ante otro país. Durante la ausencia del embajador, al frente de la legación diplomática queda el encargado de negocios
En un nivel más leve que la llamada a consultas del propio embajador se sitúa la convocatoria del embajador de otro país, al que se requiere para que acuda físicamente al Ministerio de Asuntos Exteriores y expresarle una queja de forma verbal o escrita.
Y como medidas diplomáticas más graves que la llamada a consultas están la retirada del embajador y, en último término, la ruptura de relaciones diplomáticas.
La última vez que España rompió relaciones diplomáticas con otro país fue el 1 de febrero de 1980, con Guatemala, un día después de que las fuerzas de seguridad del país centroamericano asaltaran la embajada española, que había sido ocupada por obreros y campesinos en protesta por las acciones represivas del Ejército guatemalteco en la región de Quiché.
Durante el asalto se produjo un incendio en el que fallecieron 39 personas, entre ellas el primer secretario de la Embajada, Jaime Ruiz del Árbol. El embajador Máximo Cajal y López logró escapar con vida.
Las relaciones diplomáticas entre España y Guatemala se reanudaron en septiembre de 1984. EFE
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