“La muerte de Melina era evitable”, repite con convicción Mauricio Flores, el tío de la joven de 16 años que murió electrocutada en un hotel de Punta Canal el 16 de agosto de 2019.
Invitada por su abuela paterna, Melina Caputo se hospedó con ella, sus hermanos y sus primos en el exclusivo Hotel Be Live Collection Canoa; sin advertir que un simple paseo por el muelle de ese paradisíaco complejo frente al mar terminaría con su vida de una manera trágica.
Cuando le faltaba apenas un escalón para subir el deck de madera, su mano izquierda quedó pegada en la baranda de metal tras sufrir una descarga eléctrica y se desvaneció. “Mientras que dos turistas italianos le hacían RCP y otro huésped fue a dar aviso al restaurante del muelle apareció personal de hotel, que no eran médicos ni nada, para llevarla en un carrito hasta la salita de primeros auxilios donde ni siquiera había un enfermero”, se lamentó su tío en diálogo con Infobae.
A un año de la tragedia, la familia está a la espera de la realización de la segunda audiencia del juicio contra la cadena hotelera. “Hubo una audiencia inicial y luego se fijó otra de presentación de pruebas para los primeros días de mayo, que se suspendió por la pandemia, donde nosotros vamos a presentar toda la documentación que recopilamos y la contraparte deberá hacer su descargo”, contó Flores, quien aseguró que “los informes que nosotros presentamos son muchos más contundentes que la investigación que hizo el fiscal dominicano”.
De acuerdo al informe que realizaron los peritos de parte, la instalación eléctrica era precaria y presentaba un tipo de cable no preparado para intemperie cuando debería estar dentro de un caño estanco a prueba de agua. “El cable estaba solo aislado con una cinta que no soporta agua y menos agua salada. Debería haber sido una instalación de baja tensión en 12 V, con transformador de doble aislación y disyuntor, en lugar de usar corriente alterna 110 V”, aseguró el informe al que accedió este medio.
La defensa sostiene que el deceso de Melina “fue provocado por un cable que habían pasado por debajo del muelle para iluminar el deck” y asegura que “al subir el oleaje se mojó y emitió una corriente eléctrica a la persona que entró en contacto con él”.
La bronca y la impotencia que tuvieron que atravesar los papás de Melina al enterarse de su muerte, se vio reavivada en varias oportunidades durante estos últimos 12 veces por cuestiones relacionadas al accionar del hotel.
Luego del trágico hecho, el muelle siguió funcionando como si nada hubiera pasado y lo único que se valló fue la escalera. A lo que se sumó un comunicado oficial del Grupo Globalia -dueña de varios emprendimientos all inclusive en el Caribe- donde aseguraron que la Melina había muerto por una “falla cardiorrespiratoria” y que en el lugar “no había ningún elemento de cableado expuesto ni que supusiese riesgo” para sus clientes.
Sin embargo, la necropsia realizada por el Instituto Nacional de Patología de República Dominicana determinó que el causal de muerte fue “electrocución” y una pericia técnica al muelle puso en tela de juicio el tipo de instalación eléctrica que iluminaba ese sector.
Otro de los temas que más le preocupaba a la familia era que la causa no prescribiera ya que en República Dominicana las causas se archivan 6 meses después del hecho si no se presenta una demanda formal. “Por suerte la causa está encaminada. Nos movimos muy rápido y se presentó todo a término”, precisó Flores. Y gracias a esa perseverancia, un fallo emitido el 8 de enero por la Cámara Civil del Juzgado de Primera Instancia, del juez Jorge Luis Reyes Lara, les devolvió la esperanza de hacer justicia.
La causa contra el Hotel Be Live por “daños y perperjuicios” se tramita en el fuero civil porque el proceso penal se cerró cuando comprobaron que la muerte fue por electrocución. “Cuando no existe un autor que produce el hecho no se lo puede imputar y la causa penal se archiva”, precisó a Infobae la abogada Analía Fangano, que inicialmente representó a los padres de Melina y luego los contactó con un colega dominicano para que continuara con la demanda. “La demanda civil es por 1,2 millones de dólares”, contó Fangano.
Flores contó que tiene pensado viajar a Punta Cana junto a los padres de Melina y su sobrino Leandro para prestar declaración testimonial. “No sé de qué forma se hará la indagatoria. Si será presencial o virtual. Lo importante es que allá están en una fase más avanzada de reapertura de la cuarentena y la justicia ya volvió a funcionar”, remarcó.
Pero más allá de sus intenciones, el viaje estará supeditado a lo que ocurra con los vuelos en Argentina ya que aún no hay información precisa de cuándo volverán a operar las aerolíneas al exterior. “Ya le pedimos a nuestro abogado dominicano que contemple esta situación para que la fecha de las indagatorias coincida con lo que suceda acá”, explicó Flores.
Mientras tanto, el entorno íntimo de la joven fue invitado a participar de una misa este lunes 17 a las 19 horas en la Capilla Medalla Milagrosa, situada en el barrio Bancario de la ciudad de San Juan, para conmemorar el primer año del fallecimiento de Melina. La celebración estará a cargo del padre Rómulo Cámpora, quien conocía mucho a Melina y también ofició la misa del primer mes.
“Todos te dicen que el tiempo borra toda las heridas, pero con el correr del tiempo el dolor se hace más inexplicable. Al principio estás como aturdido, después su ausencia se siente cada vez más”, concluyó su tío, que era el más cercano a la joven y al ser abogado es el que más contiene y acompaña al papá y la mamá de Melina.
Seguí leyendo:
Un argentino sufrió un ACV en Brasil y su familia pide ayuda: “Su estado es irreversible”
FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
Sé el primero en comentar en"“Era evitable”: a un año de la muerte de la joven electrocutada en Punta Cana, su familia logró llevar a juicio al hotel"