Ensayo sobre la oposición política funcional a las dictaduras

Evo Morales junto a Nicolás Maduro (AFP)
Evo Morales junto a Nicolás Maduro (AFP)

Por su naturaleza y objetivos la oposición política es parte inseparable de la democracia, por lo que resulta imposible sin la vigencia de los elementos esenciales de la democracia. Cuando la democracia es suplantada, la oposición política desaparece, nace la resistencia, y toda acción a la que se atribuya el nombre de oposición resulta una simulación para legitimar al régimen. Se trata de la “oposición funcional en dictadura” que lejos de ser oposición es complicidad.

Oposición política es la “expresión de contradicción imprescindible en el proceso democrático de formación de la voluntad política y es consustancial a la libertad, los derechos humanos, el pluralismo y la alternancia en el poder”, y debe tener como característica imprescindible “la posibilidad de llegar al gobierno por medio de elecciones”. Resistencia es “el conjunto de personas que se oponen con distintos métodos a los invasores de un territorio o a una dictadura”.

Democracia es la “forma de gobierno en la que el poder político es ejercido por los ciudadanos”, es la “doctrina política según la cual la soberanía reside en el pueblo que ejerce el poder directamente o por medio de sus representantes”. Dictadura es el “régimen político que, por la fuerza o violencia, concentra todo el poder en una persona o en un grupo u organización y reprime los derechos humanos y las libertades individuales”.

Para todos los estados de las Américas la democracia es un derecho humano “esencial para el desarrollo social, político y económico de los pueblos”. La Carta Democrática Interamericana establece -entre otros- como elementos esenciales de la democracia: “el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales; el acceso al poder y su ejercicio con sujeción al estado de derecho; la celebración de elecciones periódicas, libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo; el régimen plural de partidos y organizaciones políticas; y la separación e independencia de los poderes públicos”.

Si uno solo de los elementos esenciales de la democracia falta, la democracia ya no existe, porque esencial es “aquello que constituye la naturaleza de las cosas, lo permanente, lo mas importante y característico de una cosa”. No hay democracia a medias, y apelativos tales como híbrida o imperfecta son sofismas interesados y sin rigor académico ni político para continuar disfrazando de democracias los regímenes dictatoriales.

Es este contexto legal y conceptual es fácilmente verificable que los regímenes de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia son dictaduras desde hace mucho tiempo. Cuba con los Castro desde 1959, Venezuela con Chávez desde 2007 o antes y hoy sin duda con Maduro, Nicaragua por lo menos desde 2009 con Ortega, y Bolivia desde 2008 con Morales. Se trata de regímenes que no cumplen ninguno de los elementos esenciales de la democracia, que se ajustan perfectamente al concepto de dictadura y en los cuales no existe la posibilidad de oposición política.

Hechos públicos y notorios demuestran que los regímenes de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia: violan los derechos humanos y las libertades fundamentales como política de estado; que tienen perseguidos, presos y exiliados políticos; que cometen crímenes políticos, de lesa humanidad y de delincuencia organizada con impunidad; que no existe estado de derecho porque el dictador es la ley; que no hay posibilidad alguna de elecciones libres ni justas; que el poder judicial es el instrumento de represión y persecución política; que no existe libertad de prensa; que no hay división ni independencia de poderes y mas.

En ese estado de situación hay quienes se proclaman y actúan como “oposición política” y que mas allá del inadecuado uso del término pretenden hacer creer a venezolanos, nicaragüenses, bolivianos y a la comunidad internacional que realmente se oponen al régimen. Pero la gente pregunta si creen que en verdad existe democracia, si se desenvuelven con libertad, si existe pluralismo; si el sistema respeta sus derechos humanos y libertades fundamentales; si tienen alguna opción de llegar al poder ganado elecciones? …y la respuesta es NO.

Lo que muestra la realidad objetiva es que las dictaduras del castrochavismo o socialismo del siglo XXI sostienen por interés propio opositores políticos funcionales que legitiman al régimen. Son funcionales porque su existencia es permitida, alentada y sostenida atendiendo la facilidad, utilidad y comodidad de su empleo para la continuidad del régimen.

Hay que reivindicar a los oponentes de buena fe –existen- que permanecen en la lucha integrando la resistencia, pero es imprescindible identificar a quienes son opositores funcionales por necesidad, sobrevivencia, presiones, coacciones e intimidaciones, y los que llegaron a la funcionalidad por intereses y razones económicas, de conservación o acrecentamiento de posiciones o patrimonios en el sistema de corrupción, por vía directa, de concesiones, permisos, provisiones, contratos y todo tipo de negociados de las dictaduras.

No se puede continuar en el engaño de que existen oposiciones reales en dictaduras de delincuencia organizada transnacional cuya crueldad y corrupción están probadas y fuera de toda duda. Los funcionales sostienen a las dictaduras porque saben que caerán con ellas y esta es gran parte del problema por el que la recuperación de la democracia está tardando tanto.

*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican Institute for Democracy
www.carlossanchezberzain.com



FUENTE: INFOBAE NOTICIAS

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