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La vicepresidenta Kamala Harris hace este lunes su primera aparición pública desde que el presidente Joe Biden renunció a presentarse para un segundo mandato y la respaldó como candidata demócrata en la carrera a la Casa Blanca.
Con Biden aún ausente en Delaware y recuperándose de Covid, la vicepresidenta recibe en la Casa Blanca a los equipos campeones de la NCAA de la temporada 2023-24.
El acto tiene lugar en el Jardín Sur, y se espera que Harris se dirija a los medios de comunicación.
En reacción a la decisión de Biden de hacerse a un lado y proponerla como su sustituta elegida, de la que se enteró el domingo por la mañana en una llamada con el presidente, Harris declaró ayer: “Me siento honrada de contar con el respaldo del Presidente y mi intención es ganarme y ganar esta nominación”.
La salida de Biden, provocada por las preocupaciones demócratas sobre su aptitud para el cargo, fue un cambio sísmico en la contienda presidencial que trastornó los planes cuidadosamente perfeccionados de los dos principales partidos políticos para la carrera de 2024.
Biden apoyó a Harris tras poner fin a su candidatura. “Quiero ofrecer mi pleno apoyo y respaldo a Kamala para que sea la candidata de nuestro partido este año. Demócratas: es hora de unirnos y vencer a Trump. Hagámoslo”, dijo.
Con el objetivo de dejar atrás semanas de conmoción interna en torno a la candidatura de Biden, destacados cargos electos demócratas, líderes del partido y organizaciones políticas se alinearon rápidamente detrás de la vicepresidenta. De los 263 congresistas demócratas y 23 gobernadores demócratas, hasta ahora más de 175 han apoyado a Harris.
El abandono de Biden deja vía libre a sus delegados para votar a quien elijan. Harris es hasta ahora la única candidata declarada y estaba trabajando para asegurarse rápidamente el respaldo de la mayoría de los delegados. Varios estados ya le han prometido más de 500 delegados cuando el partido se reúna para su convención en Chicago a mediados de agosto.
Las adhesiones adicionales del lunes, entre ellas las del gobernador de Maryland, Wes Moore, la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, el gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, y el gobernador de Kentucky, Andy Beshear, dejaron una lista cada vez más reducida de posibles rivales de Harris. El senador Joe Manchin, que barajó la idea de presentarse, también ha optado por no hacerlo.
Incógnita sobre el compañero de fórmula
Ganar la nominación es sólo el primer punto de una larga lista de tareas políticas para ella después de la decisión de Biden de abandonar la carrera, Si logra hacerse con la nominación, también deberá elegir a su compañero de fórmula y poner en marcha una operación política masiva para impulsar su candidatura en lugar de la de Biden, a poco más de 100 días de las elecciones.
El domingo por la tarde, la campaña de Biden cambió formalmente su nombre por el de Harris for President, lo que refleja que ella hereda su operación política de más de 1.000 empleados y un fondo de casi 96 millones de dólares a finales de junio. La cifra aumentó el lunes por la mañana: La portavoz de la campaña, Lauren Hitt, dijo que Harris había recaudado 49,6 millones de dólares en donaciones en las primeras 15 horas tras el apoyo de Biden.
Harris pasó gran parte del domingo rodeada de su familia y su personal, haciendo más de 100 llamadas a funcionarios demócratas para conseguir su apoyo a su candidatura, según una persona familiarizada con el asunto que habló bajo condición de anonimato para discutir el esfuerzo. Se produce en un momento en el que la candidata intenta que su partido supere las dolorosas disputas públicas que definieron las semanas posteriores al desastroso debate de Biden con Trump el 27 de junio.
En declaraciones a los líderes del partido, Harris expresó su gratitud por el apoyo de Biden, pero insistió en que estaba tratando de ganar la nominación por derecho propio, dijo la persona.
En una señal de que el Partido Demócrata se estaba moviendo para unirse detrás de ella, Harris ganó rápidamente el apoyo de los líderes de varios grupos influyentes y organizaciones políticas, incluyendo el AAPI Victory Fund, que se centra en los votantes asiáticos e isleños del Pacífico, The Collective PAC, centrado en la construcción del poder político negro, y el Latino Victory Fund, así como los presidentes del Caucus Progresista del Congreso y el Caucus Hispano del Congreso y todo el Caucus Negro del Congreso. Harris, de ser elegida, sería la primera mujer y la primera persona de ascendencia sudasiática en ser presidenta.
Cabe destacar que un puñado de hombres que ya se habían barajado como posibles compañeros de fórmula de Harris -el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, y el senador de Arizona, Mark Kelly– también emitieron rápidamente declaraciones apoyándola. Asistentes de Shapiro y Cooper confirmaron que Harris habló con ellos el domingo por la tarde. En su breve llamada con Cooper, el gobernador de Carolina del Norte dijo a Harris que la apoyaba para ser la candidata demócrata, según la portavoz de Cooper, Sadie Weiner.
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