El resultado estuvo cerca de la expectativa. Leandro Santoro, el precandidato a jefe de Gobierno porteño de Unión por la Patria, quedó en el tercer lugar con el 22% de los votos. La intención del diputado era llegar al 25%, lo que consideraban una “muy buena elección”, pero el resultado final fue unos puntos más abajo.
El piso del que no querían caer era el 20%. Lo lograron. No es poco para una fuerza política a la que le cuesta mucho crecer en un territorio donde Juntos por el Cambio tiene supremacía. Los números finales lo expusieron con claridad. Entre Jorge Macri y Martín Lousteau obtuvieron el 55% de los votos.
“Si sacamos abajo de 20 puntos es una mala elección. Si logramos entre 20 y 23 es una elección buena. Y si sacamos 24 o 25 es una muy buena elección”, habían anticipado a Infobae desde el entorno del diputado. Finalmente, lograron una elección a la que consideran “positiva”, sobre todo pensando en el camino hacia los comicios de octubre.
El 55% de los votos de Juntos por el Cambio es un dato negativo para Unión por la Patria en la Ciudad de Buenos Aires. ¿El motivo? Si el ganador de la interna oficialista puede contener la mayor parte de los votos de su contrincante en octubre, la elección quedará en manos de Juntos por el Cambio. No habrá balotaje.
En la Ciudad la elección se gana en la segunda vuelta con el 50% más un voto. No se contempla la distancia con el segundo. Por eso si Macri y Lousteau ordenan la interna a partir de mañana y Juntos por el Cambio trabaja en contener los votos, estará a un paso de volver a quedarse con el triunfo en el territorio porteño.
A partir de ahora el objetivo que se trazó Santoro es engrosar las filas de sus votantes con personas que en las PASO se inclinaron por acompañar el proyecto de Martín Lousteau. Cree que esa es la pecera en la que puede pescar votos. El segundo tramo de la campaña estará destinado a esos votantes. Es un camino difícil de recorrer. Espinoso.
Ramiro Marra, el candidato de Javier Milei, quedó en el cuarto lugar con el 13% de los votos. En el peronismo creen que es difícil sacar votos de ese espacio político. Sobre todo con la consolidación que tuvo a nivel nacional la idea que expuso La Libertad Avanza durante la campaña.
“Esos votos no se van a mover de ahí”, admitió un dirigente cercano a Santoro. De todas formas, se presentarán como una opción que puede desbancar al PRO en un balotaje. Es otra idea que van a trabajar. Ser una alternativa al oficialismo, que conserva el poder a nivel a local desde que Mauricio Macri se convirtió en Jefe de Gobierno.
En un contexto nacional complicado para el peronismo, Santoro logró concretar una buena elección. Eso celebran en el grupo chico que rodea al diputado nacional. Pudo evitar que la ola libertaria se lo lleve puesto y lo deje como la tercera fuerza. Por eso el resultado obtenido fue bien recibido en la oposición porteña. Tanto él como Kicillof fueron los que tuvieron motivos para festejar en una noche compleja para el oficialismo.
“Se dio un resultado que clarifica la discusión que tenemos por delante. De cara al 22 de octubre hay dos posibilidades: o es Jorge Macri o es Leandro Santoro”, expresó el candidato porteño cuando se subió al escenario en el Complejo C. Polarizó al máximo. Y así serán los días de campaña que vienen. Él o yo. Siempre apostando a buscar votos de Lousteau que no pueda contener el funcionario porteño.
Además, abrió el camino hacia las próximas elecciones. “Vamos a redoblar los esfuerzos. Necesitamos construir una mayoría social amplia y profunda. Necesitamos construir una alternativa. Recordemos cuáles son nuestras luchas. No es imposible”, sentenció. Fue una voz de aliento en medio de una noche donde había demasiados motivos para festejar. Se notaba en la cara de los presentes.
En Unión por la Patria sienten que el camino que deben recorrer de ahora en más es muy complejo. La elección nacional estuvo por debajo de las expectativas y fue un golpe duro que quedó mínimamente disimulado por la paridad que hubo con Juntos por el Cambio. La sorpresa que generó el resultado de Milei fue tan grande que en ambos espacios están recalculando la estrategia de cara a octubre.
En el búnker peronista había cierta desazón con el resultado nacional y preocupación por lo que puede pasar en la provincia de Buenos Aires. La dirigencia se mostro unida pero, por lo bajo, no disimuló el dolor que generó la derrota a nivel nacional. Quedaron desconcertados y desinflados. A partir de este lunes empieza un proceso de reorganización que, inevitablemente, estará atado a la gestión. Hay que barajar y dar de nuevo. Volver a empezar.
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