El Valencia jugará por octava vez la Euroliga, la segunda seguida por invitación

Valencia, 29 jun. El Valencia Basket disputará en la campaña 2023-24 por octava vez en su historia la Euroliga tras haber recibido por parte de la organización una de las tres invitaciones disponibles, una situación que ya ha vivido en esta pasada campaña.

La exclusión de los equipos rusos por la invasión por parte de su país de Ucrania fue la que facilitó el pasado verano que hubiera tres plazas libres y una de ellas fue asignada al Valencia.

Esta vez, aunque el Mónaco se había ganado repetir en la competición, la renuncia del Gran Canaria a participar como ganador de la Eurocopa hizo que hubiera nuevamente tres plazas por asignar y que el club de la Fonteta fuera agraciado con una de ellas.

El Valencia se estrenó en esta competición en la campaña 2003-04 tras haber ganado en la temporada 2002-03 la Copa ULEB, la antigua denominación de la Eurocopa.

Haber alzado este trofeo en 2010, en 2014 y en 2019 fue la llave que abrió al club las puertas del torneo en otras tres participaciones. Además jugó también la de la campaña 2017-18 tras haber conquistado la Liga Endesa de 2017.

En la temporada 2020-21, la organización decidió que repitieran los equipos que habían disputado el ejercicio anterior (el 2019-20) tras haber sido suspendido ese por la explosión de la pandemia del covid 19 y eso le facilitó su sexta participación. La séptima se produjo esta pasada campaña tras la invitación del pasado verano y la octava será la del siguiente ejercicio.

La mejor actuación del Valencia en la Euroliga fue en la campaña 2010-11, en la que llegó al quinto encuentro de los cuartos de final ante el Real Madrid y se quedó a un paso de la fase final.

La relación del club con la Euroliga vive ahora un buen momento tras unos inicios complicados. La negativa del Valencia a viajar a Tel Aviv en 2004 por la situación prebélica de Israel fue castigada con la pérdida del partido por 20-0, lo que le alejó de la ‘Final Four’.

Además, el club fue el abanderado de mantener una competición abierta y en la que la clasificación fuera por méritos deportivos, una batalla que perdió y que dio paso a la asunción del actual modelo. EFE

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