El tesoro milenario de México que fue devuelto por un ciudadano de EEUU

Un ciudadano estadounidense entregó de manera voluntaria un lote con 2 mil 158 artefactos arqueológicos que datan del año 3000 a.C., en el Consulado General de México en Tucson. Mismos que obtuvo entre 1947 y 1961, cuando radicó en el territorio mexicano, estos fueron recibidos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) el jueves 16 de febrero.

El cónsul general de México en Tucson, Rafael Barceló Durazo, y el director del Centro INAH Sonora, Zenón Humberto Tiburcio Robles, dieron fe del acto de entrega-recepción de la valija diplomática en la que fueron trasladados los artefactos, que son considerados monumentos arqueológicos muebles, elaborados en diversos materiales como calcedonia, pedernal y obsidiana.

Durante noviembre de 2022, el ciudadano estadounidense Joe Digranes entregó de forma voluntaria al Consulado General de México en Tucson, Arizona, de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), un lote con 2 mil 158 artefactos prehispánicos, procedentes de culturas en el norte del territorio mexicano, mismo que fueron elaborados entre 3000 a.C y 600 d.C, los cuales estaban en poder de su padre quien realizó la colección entre 1947 y 1961, mientras vivía en el país.

Tras la entrega, la Consultoría Jurídica de la Secretaría de la SRE se puso en contacto con el INAH para informar los hechos e iniciar el proceso jurídico y protocolario de repatriación de los bienes nacionales. Los especialistas del INAH consignaron, en un primer dictamen, que se trataba en su mayoría, de puntas de proyectil y lascas de pedernal y obsidiana, talladas por percusión y por presión.

El acto protocolario fue efectuado en la Sala de Lectura de la Biblioteca “Ernesto López Yescas”, en el Museo Regional de Sonora. Barceló Durazo destacó que el principal motivo por la que Joe Digranes entregó los artefactos fue que estarán bajo el resguardo de una de las instituciones del Estado mexicano más comprometidas con su misión, el INAH.

“Es un orgullo para las y los mexicanos lo que hace el INAH, porque realmente cuida un patrimonio que vale mucho en términos emocionales y de significado, y que debe combatir y competir contra un mercado lucrativo pero ilegitimo de bienes culturales que es tremendamente lucrativo”, agregó el cónsul general en Tucson.

Luego de la recepción del lote, los arqueólogos especializados del Centro INAH Sonora, Júpiter Martínez Ramírez, Adriana Hinojo Hinojo y Amanda Ríos Alvarado, llevaron a cabo un conteo y catalogaron las piezas de forma individual para corroborar la cantidad, procedencia y los tipos de punta de flecha que lo integran, dicha colección quedará bajo resguardo del INAH y se integra al acervo arqueológico.

“En el lote encontramos 15 categorías de material arqueológico. En total son 2,158 artefactos, de los cuales 1,795 son puntas de proyectil, el resto corresponde a otras herramientas líticas, como bifaciales, raspadores, perforadores, lascas y algunos artefactos de cerámica, como malacates y una figurilla de piedra de Tláloc”, detalló Júpiter Martínez.

Zenón Humberto Tiburcio, en representación del director general del INAH, Diego Prieto Hernández, mencionó que se trata de un acto de justicia para la nación mexicana y su patrimonio, agregó que se debe a la política del presidente Andrés Manuel López Obrador, y la secretaría de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, impulsando en todo el mundo una sensibilidad para aquellos que tienen parte del patrimonio mexicano lo devuelvan.

“Enviamos la mayor felicitación y el agradecimiento a la familia Digranes, que decidió retornar a nuestro país más de dos mil piezas de nuestro patrimonio, y eso es parte de la política de este régimen”, finalizó Humberto Tiburcio.

Ambas autoridades recordaron la importancia de contribuir a los esfuerzos de repatriación de bienes nacionales y reconocieron la buena voluntad de las y los ciudadanos estadounidenses en esta tarea.

El Gobierno de México invitó a coleccionistas privados en el extranjero que actualmente tienen en posesión piezas mexicanas a sumarse a la protección y salvaguarda de dichos bienes, y a restituirlos para su estudio, conservación y difusión, ya que son objetos que dan testimonio de la identidad y la memoria de los pueblos originarios de México.