La jugada comenzó de una forma lenta, con un impecable saque desde la escuadra de uno de los centrocampistas de Portugal, cuando tan solo se habían disputado los primeros cuatro minutos del partido del Mundial de la semana pasada contra Marruecos. Había mucha expectación. Cristiano Ronaldo, de un cabezazo, envió el balón al fondo de la red de Marruecos. 1 a 0 fue el resultado final.
Quién era la persona que narraba esos momentos épicos futbolísticos se convirtió en un tema de controversia cuando Vicki Sparks, periodista británica deportiva, hizo historia al convertirse en la primera mujer en comentar un partido en vivo para la televisión. Pero tuvo que enfrentarse a las críticas por “su tono agudo”.
“Prefiero escuchar una voz masculina cuando veo fútbol”, decía Jason Cundy, un antiguo defensa del Chelsea y del Totthenham, en el programa Good Morning Britain. “Noventa minutos escuchando un tono tan agudo no es realmente lo que me gusta escuchar. Y cuando hay un momento de drama, como suele pasar en el fútbol, ese momento debe hacerse con un tono un poco más bajo”.
Cundy en el programa de ITV dijo que esa opinión “solo era una preferencia personal”. Pero ese tipo de comentarios acostumbran a ser familiares para las mujeres que se atreven a hablar en esferas dominadas por hombres. Un juicio similar acompañó a Hillary Clinton durante la campaña electoral para la Casa Blanca. También suele ser algo habitual en las mujeres que trabajan en los medios y el entretenimiento.
La objeción de Cundy a la comentarista femenina provocó la reprimenda de Piers Morgan, anfitrión de Good Morning Britain, y se convirtió en una prueba más de que la Copa del Mundo está demostrando ser un terreno cargado de relaciones de género y normas de conducta apropiada.
“Tengo la sensación de que te molestas porque tienen voces demasiado pesadas, aunque la tuya es igual”, señaló Morgan a Cundy, refiriéndose a una comparación que revelaba que su voz estaba en el mismo rango de tono que Sparks.
Morgan advirtió al experto: “Esta no es una pelea para elegir. Esta no es una colina en la que morir“.
Cundy, después, llegó a la misma conclusión y difundió un mensaje de disculpa a través de Twitter.
“Hay momentos en los que tienes que levantar las manos y admitir que estás equivocado y has sido un idiota. Y este es definitivamente uno de esos momentos“, escribió al tiempo que agregaba que “no había absolutamente ningún lugar para estas actitudes degradantes hacia las mujeres comentaristas”.
Esa situación volvió a poner de relieve el desempeño de Sparks, que rompió con todos los estereotipos que mantuvieron alejadas a las mujeres de los puestos de comentaristas deportivos durante mucho tiempo. Las ofensas por los comentarios de Cundy reflejaba la incredulidad de que una opinión aparentemente teñida por el sesgo de género pudiera pregonarse tan claramente en medio de la discriminación y el abuso que sufren las mujeres.
Lyndsey Hooper, reportera de deportes, señaló que el desempeño de Sparks era motivo de celebración para las fanáticas. “Tienen a alguien con quien relacionarse“, dijo en el programa.
“Hay muchas personas que quedaron encantadas con lo que Vicki hizo. Y hay personas a las que no le gustó. Es una forma de vida. Ahora tienes una opción, que antes no hemos tenido“, justificaba.
Cuando Sparks rompió el límite de género en la Copa del Mundo, otras mujeres encontraron barreras persistentes para la simple ejecución de sus trabajos.
Durante el fin de semana, una periodista brasileña, Julia Guimaraes, estaba comentando el partido entre Senegal-Japón en Ekaterimburgo, una ciudad rusa al este de los Montes Urales, cuando un hombre se acercó a ella e intentó besarla. Ella lo esquivó y habló sobre el respeto a las mujeres.
“No hagas esto. Nunca vuelvas a hacer esto, ¿de acuerdo? No hagas esto. No te permito que lo hagas“, dijo.
Se puede escuchar al hombre disculpándose fuera de la pantalla.
Guimaraes, reportera de TV Globo / SporTV de Brasil, señaló en Twitter que esta no era la primera vez que había sido hostigada durante el Mundial de Rusia. “¡Afortunadamente, nunca experimenté esto en Brasil!“, escribió.
Otros casos de acoso han sido capturados de manera similar en video. Julieth González Theran, una periodista colombiana, estaba en medio de un reportaje en vivo para el canal español de Deutsche Welle en el día de apertura de la Copa del Mundo cuando un hombre se le acercó, agarró su pecho y la besó en la mejilla. Continuó su transmisión pero luego dijo: “No merecemos este tratamiento”. DW publicó un video del incidente a través de internet y agregó: “El acoso sexual no está bien. Tiene que terminar. En el fútbol y en otros ámbitos”.
Algunos tomaron una visión diferente del comportamiento del hombre, con un usuario de Twitter que respondió que “las personas están muy alegres” en esos momentos.
“Lo siento, pero no”, respondió DW. “Besar a alguien en contra de su voluntad es un acoso sexual. Agitar el pecho de una mujer mientras está ocupada haciendo su trabajo es acoso sexual“, justificó.
La cadena de televisión internacional explicó que el hombre en cuestión se había presentado y se disculpó con González Theran a través de Skype.
FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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