El regreso de Joe el Aviador

Especial para Infobae de The New York Times.

Joe el Aviador ha regresado… justo a tiempo para su vuelta cuasi triunfal.

Olvidemos los ojos resplandecientes de Dark Brandon. Cuando el presidente Joe Biden regresó a Washington para firmar la Ley de Reducción de la Inflación de 2022, fueron sus gafas Ray-Ban 3025s —los anteojos oscuros para sol, con aros de metal y forma de gota que lo han caracterizado— las que, una vez más, parecieron ser el distintivo de este hombre.

Aunque, en realidad, este personaje con lentes de aviador y amplia sonrisa que indica lo estupendo que es el servicio público que estos representan nunca desapareció, se habían quedado relegados y reservados casi exclusivamente a paseos en bicicleta y apariciones similares sin mucho público, mientras el presidente se ocupaba de la COVID-19 (políticas, variantes, su propio caso), la guerra de Ucrania, la inflación y otros temas deprimentes. A la foto del recuerdo del G7 tomada en junio en exteriores asistió sin corbata (como todos los demás) y sin los lentes. De igual manera, en el tradicional evento de la búsqueda de los huevos de Pascua de la Casa Blanca, el primero desde que inició la pandemia, los lentes tampoco estaban presentes.

Pero desde que este mes Biden salió de su aislamiento por COVID-19 a la luz del sol, las gafas han tenido un papel protagónico en su rostro: cuando anunció que dio negativo por COVID en el discurso del Jardín de las Rosas, en su viaje al este de Kentucky junto con la primera dama para evaluar los daños de la inundación, durante sus vacaciones en Carolina del Sur. Una vez más, el distintivo de un presidente que, como escribió John Harwood para CNN, “de pronto se ve diferente”.

Más que nada es la actitud (incluso tomando en consideración el resplandor del verano). No solo usa lentes oscuros, sino que está usando matices.

“Sabes que Joe Biden está teniendo un buen día cuando trae sus lentes de aviador”, comentó Lis Smith, autora del libro de reciente publicación “Any Given Tuesday” y estratega política que ayudó a construir la campaña presidencial de Pete Buttigieg. Por ejemplo, veamos la aparición de Biden en abril cuando él, la vicepresidenta Kamala Harris y la jueza Ketanji Brown Jackson salieron a la explanada sur después de que el Senado ratificó a Jackson como jueza asociada de la Corte Suprema.
“Tú sabes que el presidente está teniendo un buen mes cuando todos los días lo vemos con sus gafas de aviador”, añadió Smith. “Es una señal de que, en este momento, está en una buena racha”.

Tal vez no sea coincidencia que su resurgimiento ocurriera tras la reaparición de otro gran personaje con gafas de aviador y una historia de éxito, la de Tom Cruise en “Top Gun: Maverick”. Después de todo, como dijo Jimmy Kimmel cuando tuvo de invitado al presidente en junio, Biden “es a los lentes de aviador lo que Tom Cruise es a los lentes de aviador”. Ambas personas —o más bien los personajes que los caracterizan— usan el mismo estilo de lentes (aunque a veces con armazones diferentes) y lo han hecho durante décadas. Desde la primera película de Top Gun en 1986 y, según un portavoz de la Casa Blanca, desde que Biden fue socorrista en la universidad.

Biden incluso usó las gafas como un sustituto para su persona en su primera publicación de Instagram en 2014, en la cual no se veía su rostro, sino sus Ray-Ban encima de su escritorio. Cuando, ese mismo año, representó el papel de sí mismo (como vicepresidente) en un “sketch” inspirado en la serie “Veep” en la cena de la Asociación de Periodistas de la Casa Blanca, lo hizo con sus Ray-Ban, una chaqueta de cuero y su Corvette, pero las gafas fueron las protagonistas.

Desde que Biden asumió la presidencia, estos anteojos han llegado a formar parte de un estuche diplomático de regalo que ha ofrecido a sus colegas, como el primer ministro de Japón, Fumio Kishida; el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol (ambos durante el viaje de Biden a Asia que tuvo lugar en mayo); el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau (durante la Cumbre de Líderes de América del Norte, en noviembre), y el presidente de Rusia, Vladimir Putin (después de una reunión en Ginebra, en 2021).

En fechas más recientes, otros Ray-Ban ayudaron a llevar a “Top Gun: Maverick” a los primeros lugares de taquilla, ignoraron el sentido común que decía que la COVID-19 y las transmisiones en directo habían enterrado a los éxitos de taquilla del verano y tuvieron una participación fundamental en una historia que presenta a un héroe que está envejeciendo, pero que es más eficaz. Alguien que es mejor por toda esa experiencia. Muchos guiños de complicidad.

Las gafas dicen: “Soy una persona estupenda, pero responsable, que voy a ondear la bandera de Estados Unidos y mantenerte a salvo”, comentó Tammy Haddad, consultora de “Veep” y fundadora y directora general de Haddad Media. Es una semiología agradable y conocida que nos recuerda los mitos de la generación silenciosa y la promesa de Biden.

“A la gente le encantó volver a ver a Cruise con sus gafas de aviador y reaccionó bien”, comentó Haddad. “El presidente está siguiendo el mismo camino con la esperanza de obtener los mismos resultados”.

Sobre todo, debido a la narrativa de logros y constante energía que el ala oeste de la Casa Blanca está tratando de transmitir (“constante energía” es como un sinónimo de “Tom Cruise”). La revista GQ señaló que, en términos de estilo, los lentes de aviador son “atemporales y eternos”.

Tal vez parezca reduccionista y superficial, pero también es parte de la manera en que interpretamos el mundo. En los últimos seis años, hemos estado inmersos en la ósmosis cada vez mayor entre Hollywood, las redes sociales y la política y hemos regresado a los programas de telerrealidad del gobierno de Trump y terminamos en el giro dramático de las recientes audiencias del Congreso relacionadas con el 6 de enero; producidas para televisión por James Goldston, expresidente de ABC News.

Después de dos meses de ver la enorme sonrisa de Tom Cruise debajo de sus Ray-Ban, tanto en anuncios como en carteles, y de ser inundados con encabezados y tuits que presentan sus superpoderes, hay una reacción casi pavloviana al ver los mismos lentes en Biden. Esas imágenes oprimen los botones subliminales y juegan con las asociaciones, sin importar que seamos conscientes de ello o no. Se trata de psicología humana básica.

Según Smith, no es que sean “utilería”, sino más bien una expresión genuina de un cierto arquetipo. “Es un Joe Biden clásico”, comentó.

Además, realmente, ¿qué mejor manera de que alguien insinúe que está por las nubes?


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