España cuenta con más de 8.000 pueblos repartidos por toda su geografía. La gran mayoría son pequeños municipios que se caracterizan por un pasado histórico muy presente gracias a sus diferentes monumentos. Sin embargo, otros destacan por su espectacular ubicación, que muchas veces resulta difícil de creer. Este es el caso de una localidad que se incrusta en un peñasco a casi 600 metros de altura, desafiando al vacío y con castillo que se alza como punta de lanza.
Se ubica en Alicante, y aparte de ser uno de los puntos más visitados de la Costa Blanca, constituye uno de los pueblos más bonitos de España. Estamos hablando de El Castell de Guadalest, una villa medieval que conjuga todo lo necesario para ser uno de los puntos más atractivos de la Comunidad Valenciana: historia, cultura, arquitectura y naturaleza. Su peculiar e impresionante disposición sobre un acantilado, dominando el extenso valle enmarcado por las sierras de Xortà y Serrella al norte y la sierra Aitana al sur, es algo insuperable.
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Un castillo del siglo XI
El origen de la villa se remonta a la época musulmana. Ellos fueron quienes fortificaron la villa y construyeron en el siglo XI uno de los símbolos de la localidad: el castillo de San José o Castell de Guadalest. De hecho, la población musulmana tuvo una gran importancia e influencia en la villa hasta el siglo XVII, fecha en la que el rey Felipe II ordenó la expulsión de los moriscos. Desde entonces, la fortaleza ha sufrido diferentes remodelaciones por diversos motivos. Uno de ellos fue el terremoto de 1644, el cual destruyó parte de su estructura.
A día de hoy quedan restos de lo que fue la edificación original. Gracias a ellos el viajero se puede hacer una idea de la importancia que tuvo. Además, debido a su posición estratégica, brinda unas vistas impresionantes de todo el valle que le rodea.
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Un paseo por El Castell de Guadalest
La mejor forma de descubrir los rincones secretos de Guadalest es caminar por sus estrechas calles. Estas discurren tanto por el barrio del castillo, colgado en lo alto de la peña y protegido por la antigua muralla, como el del Arrabal, construido posteriormente. Así, permiten admirar todos los atractivos de la villa y disfrutar de su impresionante entorno. Destacan como monumentos imperdibles el citado castillo, para el cual se debe subir un camino con unas bellas vistas, y la Casa Orduña, otro de los espacios obligatorios.
Se trata de un edificio levantado tras el terremoto de 1644 por la familia Orduña, de origen vasco. Las actuales dependencias de la casa se corresponden con el momento de máximo esplendor e influencia de la familia. Cuenta con aspectos decorativos propios de la burguesía de segunda mitad del siglo XIX y numerosos elementos artísticos de gran interés en su interior.
De todos ellos sobresale la tabla del Tránsito o Dormición de la Virgen, una pieza del siglo XVI que representa el fin de la vida terrenal de María, tal y como se narra en los Apócrifos. Por otro lado, se encuentra la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, ubicada en la parte antigua del pueblo. Su construcción se realizó entre 1740 y 1753 sobre el solar del primitivo templo que databa de los tiempos de la Reconquista (siglo XIII). Igualmente, destaca también los bajos del Ayuntamiento, pues acogen una prisión del siglo XII.
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Por su parte, el entorno natural que rodea el pueblo ofrece una gran variedad de actividades al aire libre. Senderismo, ciclismo o escalada son algunos de los deportes que se pueden practicar, disfrutando a la vez de unos paisajes de ensueño.
El pueblo con más museos por habitante
Más allá de su rico patrimonio histórico, cultural y natural, Guadalest se caracteriza por ser el pueblo de España con más museos por habitante, un dato curioso que ensalza más si cabe su atractivo. Esto es así gracias a sus ocho museos y a sus 250 habitantes, unas variables que también han de tenerse en cuenta.
De todas sus exposiciones, entre las que se encuentra la Casa Orduña, destaca el de Saleros y Pimenteros, pues solo hay dos en el mundo, uno en Tennesse, en Estados Unidos, y el otro en Guadalest. Reúne más de 20.000 piezas, entre ellas algunas del siglo XVIII. Los museos que se pueden encontrar son:
- Museo Municipal Casa Orduña
- Museo Belén y Casitas de Muñecas
- Museo Colección Vehículos Históricos Valle de Guadalest
- Museo Microminiaturas
- Museo Saleros y Pimenteros
- Museo Etnológico
- Museo Histórico Medieval
- Museo Microgigante
Cómo llegar
Desde Alicante, el viaje hasta Guadalest es de alrededor de 1 hora por las carreteras AP-7 y CV-70. Por su parte, desde Valencia el trayecto tiene una duración aproximada de 1 hora y 50 minutos por la vía AP-7.
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