El primer gol del nuevo ciclo de Marcelo Gallardo en River Plate: show de toques, media vuelta del Diablito Echeverri y un eufórico festejo del Muñeco

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Marcelo Gallardo inició su segundo ciclo en Núñez con muchas expectativas puestas, principalmente, en la Copa Libertadores. Aunque el primer paso se dio en la Liga Profesional ante Huracán por la 10ª fecha y tuvo un interesante pantallazo de lo que siempre exige el histórico DT con el gol que anotó Claudio Echeverri cuando apenas iban 12 minutos del primer tiempo en el Estadio Monumental.

La acción se inició con Paulo Díaz controlando en el fondo y abriendo a la izquierda para Enzo Díaz. Felipe Peña Biafore colaboró con Rodrigo Aliendro, quien volvió a expandir la cancha para la irrupción de Milton Casco por derecha. Pablo Solari, pegado a la línea, recepcionó el balón, jugó unos metros atrás con Fanco Mastantuono: buscó a Aliendro y éste rebotó de primera para Solari. Ahí cambió la acción: un pase a la medialuna del área, el piveoteo de Adam Bareiro y una jugada personal del Diablito.

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Si bien la defensa del Globo llegó a puntearle la pelota, el atacante de 18 años resolvió a la perfección apenas recuperó la pelota y sacó una media vuelta al gol que hizo estallar de euforia al entrenador en el banco de suplentes para celebrar el primer tanto de su ciclo tras una gran jugada elaborada de sus dirigidos.

Lo que vino después hizo delirar al Monumental, porque inmediatamente Bareiro tuvo el 2-0 en sus pies tras escaparse por izquierda: abrió el pie ante la salid de Hernán Galíndez y su disparo impactó en el poste. Lo que vino después desde las tribunas fue el “Muñeco Muñeco” que predominó durante buena parte de la jornada en Núñez.

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El cierre de la primera etapa, al fin y al cabo, fue agridulce para el Millonario porque una mala salida de Peña Biafore dejó la pelota en los pies del elenco de Parque Patricios y a River mal parado en defensa. El que desbordó fue Walter Mazzantti para desacomodar a la última línea del elenco de Núñez y eso le permitió sacar un centro al corazón del área para un cabezazo de Rodrigo Echeverría en soledad que significó el 1-1.

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