
El ministro francés del Interior admitió el domingo que la matanza perpetrada en el corazón de la prefectura de policía de París por uno de sus empleados puso de manifiesto “lagunas” en el seguimiento del agresor, próximo al islam radical.
“Evidentemente ha habido fallas. Evidentemente, hubo una disfunción”, estimó Christophe Castaner en el canal televisivo TF1 tres días después del asesinato de cuatro policías por parte de este informático, de 45 años, destinado en una unidad de inteligencia de la prefectura.
El ministro lamentó, entre otras cosas, que ninguna información remontase a las autoridades de la prefectura después de que Mickael Harpon justificase, en julio de 2015, ante colegas, el sangriento ataque yihadista que había tenido lugar unos meses antes contra el semanario satírico Charlie Hebdo.
Según Castaner, un policía encargado de la radicalización se reunió con los colegas de Harpon y les preguntó “expresamente si querían hacer una denuncia administrativa”. “Al parecer decidieron no hacerla”, afirmó el ministro del Interior, considerando que “la disfunción se produce en ese momento”.
El secretario de Estado del Interior, Laurent Nuñez, declaró en la cadena BFM TV que no tiene conocimiento “hasta ahora” de la existencia de una célula alrededor de Mickael Harpon.
“La investigación continuará para determinar el conjunto de sus contactos, pero en este punto, lo que puedo deciros a la luz de la información que tengo y refiriéndome a lo que ha dicho el fiscal nacional antiterrorista, es que no se puede hablar de la existencia de una célula”, explicó.
“No sabemos a qué información tuvo acceso. Por el momento no tenemos motivos para creer que haya podido transmitir información. Tenemos que aclarar este tema lo antes posible”, aseguró el secretario de estado.

El ataque tuvo lugar el jueves pasado cerca de las 13 horas en pleno corazón de París, en el seno del edificio más emblemático de las fuerzas del orden: la Prefectura de Policía. El hombre de 45 años, nacido en Martinica, en las Antillas francesas, se había convertido al islam, la religión de su esposa, hace una década, y se había radicalizado posteriormente a eso. De acuerdo con el fiscal antiterrorista, Jean François Ricard, Harpon estaba en contacto con movimientos extremistas y había planeado su ataque con premeditación.
Trabajaba como técnico informático en la Dirección de Inteligencia de la Prefectura de París desde 2003, y estaba casado, era padre de dos hijos y sufría de sordera.
Según una fuente cercana a la investigación, con un cuchillo de cocina mató a dos policías y a un empleado administrativo en el primer piso del edificio. Atacó luego a dos mujeres en las escaleras, antes de ser abatido en el patio del edificio.
Christophe Castaner, criticado por haber afirmado el jueves, pocas horas después del ataque, que el agresor no había “presentado nunca problemas de comportamiento” ni dio “ninguna señal de alerta”, intentó justificarse el domingo y, al menos en principio, no presentaría su renuncia.

“Soy afirmativo en cuanto al hecho de que en el expediente administrativo del individuo no aparecían señales que indicasen que pudiera estar radicalizado. Lo repito, y lo digo con pesar, porque si hubiese habido una señal esto podría haberse evitarlo”, declaró el ministro, denunciando el “juicio político” instruido por quienes reclaman su dimisión o denuncian su incompetencia.
Castaner ya ha recibido el apoyo del primer ministro Edouard Philippe, que afirmó su “plena confianza” en su ministro.
Éste ha sido criticado en varias ocasiones desde que asumiera su cargo, en el otoño de 2018.
Con información de AFP
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Un hombre asesinó a cuchillazos a cuatro oficiales en la sede central de la policía de París
FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
Sé el primero en comentar en"El obvio indicio que dio el asesino de la sede central de la Prefectura de París y ante el cual ninguno de sus compañeros policías hizo nada"