El juicio del británico-estadounidense Paul Whelan, juzgado en Rusia por cargos de espionaje, concluirá el lunes, poniendo fin a un proceso que ha crispado las relaciones con Washington y alimentado la especulación de un canje de prisioneros.
Paul Whelan, un exmarine estadounidense de 50 años, que también tiene la ciudadanía canadiense e irlandesa, fue detenido en 2018 “mientras cometía un acto de espionaje”, según los servicios de seguridad rusos.
Whelan, quien desde entonces ha permanecido en la cárcel, puede ser condenado a un máximo de 20 años de prisión.
Este lunes se escucharán los alegatos finales y la fiscalía solicitará una pena.
Según su hermano David Whelan, la sentencia de este juicio, que comenzó a finales de marzo, podría dictarse en junio.
“En un sistema justo, el tribunal absolvería a Paul por falta de pruebas. Pero contamos con un veredicto injusto”, recalcó en un comunicado.
Su familia “sólo puede esperar” que la pena se acerque al mínimo previsto por la ley del país, donde el espionaje es pasible de una pena de entre 10 y 20 años de prisión, agrega el comunicado.
El abogado del británico-estadounidense afirma que su cliente cayó en una trampa tendida por un conocido que le dio una llave de memoria USB que Paul Whelan creía que contenía fotografías tomadas durante unas vacaciones en Rusia.
El y su entorno aseguran que no está siendo atendido correctamente de una hernia y que ha sufrido malos tratos en prisión.
En octubre pasado, Paul Whelan dijo que fue “esposado, retenido en el suelo por un guardia, amenazado con una pistola por otro guardia y agredido”.
Rusia desmiente estas acusaciones.
Su juicio comenzó el 23 de marzo con una vista preliminar en el tribunal municipal de Moscú, que ordenó la prolongación de la detención de Whelan hasta el 13 de septiembre.
El juicio tuvo lugar a puerta cerrada debido a las medidas para frenar la propagación del nuevo coronavirus en Rusia, que se convirtió en mayo en uno de los países del mundo con más números de contagiados.
El caso de Paul Whelan es una de las fuentes de tensión entre Moscú y Washington, cuyas relaciones están envenenadas por disputas sobre las guerras en Ucrania y Siria y el mantenimiento de la paridad estratégica entre las dos grandes potencias.
“Paul está en prisión sin ninguna prueba de su culpabilidad”, denunció en marzo el embajador de Estados Unidos en Moscú John Sullivan, y agregó que espera un “juicio transparente y justo (…) porque cada persona, cada ciudadano de todos los países del mundo lo merece”.
El caso de Whelan ha suscitado especulaciones de que Estados Unidos y Rusia podrían optar por un intercambio de prisioneros en el que podría entrar el piloto ruso Konstantin Yaroshenko, encarcelado en Estados Unidos por cargos de contrabando de droga.
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FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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