En la nueva disciplina de La Academia, las parejas se enfrentan en el Súper Duelo, en una serie de emparejamientos determinados por la puntuación obtenida en el ritmo anterior bajo la forma del adagio. Este jueves, a último turno salieron a la pista Luciana Salazar y Jorgito Moliniers, quienes se midieron a Rodrigo Tapari y Sol Beatriz. En esta oportunidad, bailaron “Love me like you do”, de la película 50 sombras de Grey, y se dispusieron a escuchar las devoluciones, que estuvieron por debajo de la media en un duelo que se caracterizó por la excelencia en las performances.
Ángel de Brito y Carolina Ardohain coincidieron en su apreciación pero no en sus votos, que estuvieron repartidos. Guillermina Valdés optó por Rodrigo y Sol. Lourdes Sánchez, en reemplazo de Jimena Barón, fue dura con su devolución hacia Luciana aunque votó por su pareja. Hernán Piquín, que había abierto la gala con una maravillosa interpretación de “Love of my life”, también votó a la dupla Salazar-Moliniers, conformando un batacazo que sorprendió a todos. Pero en lugar de festejar a los saltos y a los gritos, los involucrados se fundieron en un abrazo que se extendió durante la despedida y los agradecimientos del conductor Marcelo Tinelli, Y no quedó ahí, sino que fue mucho más allá.
Luego del último “chau” del hombre de Bolívar, Luli rompió en llanto en el backstage. No tenía consuelo, a pesar de que su partenaire, Hernán Piquín y algunos asistentes se acercaron a consolarla. Al salir del estudio, y ya con los ánimos más calmos, se prestó al diálogo con Teleshow para contar lo que había sucedido. “Es un día difícil para mí”, señaló la modelo, que se mostró movilizada por la canción que había tenido que bailar. “Es muy sentimental para mí, de una época muy importante de mi vida. Tiene que ver con el nacimiento de mi hija, es la canción que más el gusta a Matilda”, afirmó.
Además, Luli manifestó otro motivo por el que se encontraba tan sensible. “Hay gente muy cercana a mí que está pasando un momento muy difícil y eso me pone muy triste. Son personas que son parte mi vida, que viví un montón de cosas”; señaló la actriz. Ante la consulta de este medio, señaló que se refería a la abogada Ana Rosenfeld y a su marido Marcelo Frydlewski, quien se encuentra internado en terapia intensiva por una complicación derivada de un cuadro de coronavirus.
Salazar explicó cómo todos los hechos se vinculaban a partir de la canción. “Todo me remueve: mi hija, el nacimiento, ellos fueron los primeros en enterarse la decisión, me apoyaron mucho”, señaló. Además, sumó el cansancio por los ensayos, las lastimaduras y no pasar tanto tiempo con su hija: “La culpa también me está pasando factura, porque los fines de semana los dedico a ensayar y a veces me pregunto: ‘¿Lo estaré haciendo bien’?”, reflexionó.
En relación a la competencia, se mostró muy orgullosa de seguir todavía en carrera: “Ya quedan prácticamente bailarines, y todas las parejas que están entrando son bailarines. Hay un nivel muy alto y haber quedado en esta instancia es buenísimo”, analizó. Y respecto a la decisión del jurando manifestó tenido una mezcla de sentimientos. “A veces espero el no para que me sorprenda el sí. El no está, si viene lo bueno me sorprende. Pero es un lindo mimo”, cerró.
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