
El proyecto que definen como “remedial” apunta a los 600.000 jóvenes de 15 a 18 años que no estudian ni trabajan para que se capaciten en oficios a través de cursos que instrumentará el Instituto Nacional de Educación Tecnológica.
Es decir que la ministra no sólo entrometió a una fuerza de seguridad a realizar una tarea que no es parte de su función específica y para la cual hay como mínimo serias dudas acerca de su capacidad, sino que además desconocía que su peculiar y cuestionable abordaje a la problemática de la exclusión juvenil de los llamados ni-ni ya había sido tomado por el camino adecuado del sistema educativo.
En una detallada crónica que Maximiliano Fernández publicó el 25 de junio pasado en Infobae, se informaba que “el proyecto busca incluir a los jóvenes que, por repetir más de una vez, abandonaron la escuela. A cargo de su instrumentación estará el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET) y después serán las provincias las que, de acuerdo a sus realidades, implementarán la nueva modalidad”. La nota citaba al director ejecutivo del INET, Leandro Goroyesky, señalando: “Teníamos la idea de saldar una deuda pendiente con 600.000 chicos que abandonaron el sistema educativo. Está exclusivamente pensado para ellos. Incluso tienen que certificar tener trayectorias truncas en el sistema tradicional. Nosotros sabemos que para esos chicos el componente del oficio es un gran atractivo que los puede traer de vuelta a la educación”.
Si bien no es idéntico, tiene al menos una gran superposición con el proyecto de la ministra. Ambos apuntan a los “ni” que no estudian. Pero que seguramente en su mayoría son también “ni” que no trabajan.
Secundada por su viceministro Eugenio Burzaco y por el comandante de Gendarmería Gerardo Otero, Patricia Bullrich promocionó el lanzamiento del Servicio Civil Voluntario destacando: “vamos a ir a la búsqueda de los jóvenes que hoy no estudian ni trabajan, para que puedan retomar sus estudios y puedan formarse en oficios no sólo tradicionales, sino también en otros como robótica, software de videojuegos o cualquier salida que les permita insertarse en el mundo del trabajo”.
Vamos a ir a la búsqueda de los jóvenes que hoy no estudian ni trabajan, para que puedan retomar sus estudios y puedan formarse en oficios no sólo tradicionales, sino también en otros como robótica, software de videojuegos o cualquier salida que les permita insertarse en el mundo del trabajo (Patricia Bullrich)
Aún dejando de lado las resistencias acerca de involucrar a una fuerza de seguridad en asuntos de educación y trabajo, y las fundadas dudas que genera la idea de que la Gendarmería es un organismo más apto que las instituciones educativas o laborales para generar “valores”, ¿qué sentido tiene crear algo nuevo si ya existen sistemas apropiados para ese fin?

¿Será que la ministra desconoce lo que había sucedido tres semanas antes? ¿Será que algún focus group de Jaime Durán Barba y su equipo recomendó incorporar a la Gendarmería porque, según Bullrich, tiene incluso mejor imagen que la escuela pública? ¿En qué encuesta se basa la ministra para afirmar algo distinto a lo que hace menos de dos años midió la consultora Management & Fit, que mostraba que la institución más confiable para los argentinos era la Universidad seguida por la escuela?
No es la única encuesta que contradice la afirmación de la ministra. También el último sondeo de OhPanel realizado en mayo muestra que la institución en la que más creen los argentinos es la Universidad con un 52% de adhesión (no se pregunta por escuela), más que duplicando a la Gendarmería que atrapa sólo al 24 por ciento.
Sondeo de OhPanel realizado en mayo muestra que la institución en la que más creen los argentinos es la Universidad con un 52% de adhesión (no se pregunta por escuela), más que duplicando a la Gendarmería que atrapa sólo al 24 por ciento
Tal vez a Patricia Bullrich se le pasó por alto lo que decidieron todos los ministros de educación del país. Lo que no puede ignorar, habiendo sido ministra de Trabajo del gobierno de la Alianza, es que en todo el país ya existe un muy extendido y experimentado sistema de centros de formación laboral, que, según las provincias, funcionan bajo la órbita del ministerio de Trabajo o de Educación.
Según explicó para esta nota el ministro de Trabajo bonaerense Marcelo Villegas, en la provincia existen 350 centros, 200 dependientes de su cartera y otros 150 de la Dirección de Cultura, que en conjunto ofrecen más de 8.000 cursos por año. En muchos casos los centros de formación cuentan con la colaboración de sindicatos, de cámaras empresarias, o de Ongs, pero siempre bajo la supervisión oficial. Este año se formaron en esos centros 75.000 personas, cursando las más diversas materias.

Por ejemplo, un integrante de la red bonaerense es el Centro de Formación Profesional 405 de Bahía Blanca, fundado en 2002 y que ofrece cursos para “jóvenes desde 16 años”. Su página oficial informa que “la institución cuenta con personal capacitado para la tarea formativa. Nos actualizamos permanentemente en cada una de las disciplinas que abordamos, tanto en lo académico como en el material didáctico y de trabajo”. Hay cursos que van desde informática hasta cocinero para restaurante, pasando por metalmecánica, ayudante para industrias, manipulador de alimentos, gasista, etc. etc. Los cursos son gratuitos, y los egresados son automáticamente incorporados a un portal de empleo al que las empresas pueden recurrir para contratar personal.
En la provincia existen 350 centros, 200 dependientes de su cartera y otros de la Dirección de Cultura, que en conjunto ofrecen más de 8.000 cursos por año (Marcelo Villegas)
La Ciudad de Buenos Aires cuenta con 58. En la página oficial informa: “Ofrecemos cursos y trayectos formativos con certificación oficial a personas mayores de 18 años en las áreas de informática y programación, imagen y sonido, energía y electricidad, construcción, mecánica, gastronomía, y muchas más”. También son gratuitos aunque se aclara que “algunas instituciones pueden solicitar un bono contribución no obligatorio”.
Casualmente hoy vence el plazo para las inscripciones al segundo cuatrimestre, para lo cual sólo se requiere DNI y certificado de séptimo grado.
Prácticas profesionalizantes
Según Jorge Giménez, director del Centro de Formación Profesional 17 de CABA, que funciona en el barrio de Almagro y cuenta con el auspicio de la UOCRA, “con las prácticas profesionalizantes tratamos de generar la realidad del trabajo dentro de la Capacitación. Se enseña haciendo en la realidad del trabajo”.
Los centros no se amoldan a la perfección con el supuesto propósito de SeCiVoVa. Pero claramente ya tienen la experiencia, la estructura y la dotación de personal como para cubrir los objetivos.
Es cierto que la resolución del Ministerio se refiere a varias tareas que la Gendarmería realiza y que no son específicamente asuntos de seguridad. Entre tantas otras cosas menciona “el transporte y reparto de donaciones para establecimientos escolares en distintos puntos de nuestro país, por inundaciones, incendios y otros desastres naturales; el transporte de contingentes escolares; la búsqueda y rescate de andinistas y turistas en la zona cordillerana; asistencia sanitaria en zonas críticas e inhóspitas de nuestro país; despliegue de grupos interdisciplinarios de profesionales de la salud”, etc. Todo muy encomiable. Pero nada impide que quien quiera sumarse a la Gendarmería para ser centinela de la patria o para realizar tareas de emergencia lo siga haciendo como hasta ahora: hasta el 27 de setiembre hay tiempo para presentarse como aspirantes a gendarmes o como cadete en carrera para oficial.
Pero para que quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad, la Gendarmería no es el ente más apropiado para que aprendan oficios e incorporen valores democráticos.
Para que quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad, la Gendarmería no es el ente más apropiado para que aprendan oficios e incorporen valores democráticos
Y es una idea que inevitablemente evoca la espantosa institución del servicio militar, aunque sin armas y voluntario.
Para recordatorio de la ministra, el próximo 31 de agosto se cumplen 25 años del decreto firmado por el entonces presidente Carlos Menem terminando con el servicio militar obligatorio, como consecuencia de la conmoción que provocó el asesinato en un cuartel de Zapala del soldado Omar Carrasco.
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FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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