Ecuador: reportan ataque con explosivos a cuartel policial

QUITO (AP) — Un atentado con explosivos se registró el viernes en el cuartel policial de Huaquillas, en la frontera de Ecuador con Perú, sin dejar víctimas, menos de un semana después del ataque a bala a otro destacamento y en medio de una creciente ola de violencia desatada por bandas vinculadas con el crimen organizado, informó la policía.

La explosión generó daños a las instalaciones de ese recinto policial, en donde los agentes encontraron un mensaje suscrito por una banda denominada los Peches que dice “vamos a matar al coronel si no sueltan a mi gente”, según un informe policial entregado a la prensa.

Esa población se encuentra en la misma línea de frontera con Perú, donde las autoridades han detectado decenas de pasos ilegales tanto de mercadería de contrabando, de combustibles, armas y de drogas, controladas por mafias que suelen enfrentarse tanto a la policía como al ejército desplegados en esa zona, según las autoridades.

Esta acción se produce cinco días después de que una policía, en estado crítico, recibiera al menos media docena de proyectiles de grueso calibre en un destacamento policial de la populosa barriada La Prosperina, en Guayaquil, 370 kilómetros al suroeste de la capital, considerada una violenta zona controlada por mafias de narcotráfico.

Algunas zonas de Ecuador, especialmente Guayaquil, y las vecinas Durán y Sanborondón, de acuerdo con la policía, registran a diario asesinatos provocados por disputas entre mafias, que además se enfrentan al interior de las cárceles de todo el país por el control de zonas y rutas de distribución de droga, a nivel nacional e internacional.

En lo que va de este mes se produjeron dos violentos motines en dos cárceles estatales con un saldo de 29 presos asesinados, el último de ellos en Guayaquil, donde además quedaron decenas de heridos, que las autoridades atribuyen a disputas por el control del narcotráfico.

De acuerdo con cifras del Servicio de Atención a Personas Privadas de la Libertad, el año pasado 316 internos murieron asesinados por sus compañeros, mientras que en lo que va de este año van al menos 106 víctimas mortales.