De pedirle un autógrafo a ‘robarle’ el récord del mundo. Ese es el camino que recorrió el sueco Armand Duplantis, archifavorito para colgarse el oro olímpico el martes en el salto con garrocha y que tenía como ídolo en sus inicios al francés Renaud Lavillenie, con el que competirá en la final.
Una foto, a modo de pequeño tesoro, figura en una vieja cuenta olvidada de Facebook: en ella, Renaud Lavillenie, en plena carrera, firma “para Armand” a un niño que tenía entonces 11 años.
El francés ignoraba entonces el apodo del muchacho, ‘Mondo’, y que ese pequeño fenómeno había ya superado 3,91 metros con la garrocha. Diez años y dos metros de barra más arriba, Duplantis tiene todo a favor para ganar el oro el martes delante mismo de Lavillenie.
“Uf, es mi autógrafo”, recordó Duplantis cuando le presentaron la imagen durante una entrevista.
“Es una locura ver cómo las cosas cambian. Todo es diferente ahora, pero no parece algo tan viejo… Yo era un gran fan de Renaud. Me gustaba todo lo que hacía, cómo saltaba. El simple hecho de poder competir contra él, aprender todavía un poco más de él, es estupendo”, señaló el nuevo prodigio de la disciplina.
– Atención al tobillo –
Desde entonces, el joven estadounidense, que compite por Suecia -el país de su madre-, se ha convertido en campeón de Europa con 19 años, en subcampeón mundial en 2019 y, sobre todo, en plusmarquista mundial en 2020 con 6,17 y luego con 6,18 metros.
Duplantis ha sido derrotado una única vez en 28 concursos en las dos últimas temporadas y en 18 de ellos ha terminado volando por encima de los 6 metros, lo que le convierte en el rival a batir.
Renaud Lavillenie, por contra, se ha visto afectado por problemas físicos y ha perdido su regularidad. No gana un título internacional desde el Mundial bajo techo de marzo de 2018.
En el Mundial de Doha, el francés fue eliminado en la ronda de clasificación, pero esta temporada parece haber recuperado una buena forma y en la primera parte del año salto 6,06 metros.
Sin embargo, dos nuevas lesiones recientes, la última el 11 de julio en el tobillo izquierdo, siembran dudas sobre el explusmarquista mundial (6,16 metros), que aspira a una tercera medalla olímpica tras el título de 2012 y la plata de 2016.
– Amigos ante todo –
Su relación con ‘Mondo’ sobrepasa la simple cortesía. Le ha acogido varias veces en su casa, cerca de Clermont-Ferrand (centro de Francia).
“A fuerza de crecer y progresar, nos hemos hecho amigos. Ha pasado de ser un ídolo a ser un adversario pero también un amigo”, explica Duplantis.
Lavillenie también destaca la cercanía personal entre ambos.
“Es alguien a quien aprecio mucho. Tenemos esta relación humana que va más allá de la relación entre garrochistas”, explica el francés de 34 años.
En Tokio, Duplantis parece capaz incluso de batir el récord del mundo.
“La victoria es mi único objetivo. En un mundo maravilloso podría batir el récord del mundo y hacer que estos Juegos fueran legendarios, pero son mis primeros Juegos y el oro es lo único que ocupa mi mente”, señala.
Lavillenie figura más bien en el grupo de ‘outsiders’ de la final.
A Duplantis se le allanó todavía más el terreno esta semana, cuando se conoció la baja del estadounidense Sam Kendricks, vigente doble campeón mundial, por haber dado positivo al covid-19 en Japón.
En la final nadie pedirá autógrafos. Pero está claro que ahora es Duplantis el que firma más fotos a niños de 11 años. Quién sabe si alguno será su sucesor en el futuro.
dr/psr
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