Algo les pareció extraño al grupo de jóvenes que llegaron de Quilmes a un dúplex en pleno centro de Villa Gesell. La administradora les pidió dinero extra para garantizar la seguridad en la calle con una custodia. Los inquilinos creyeron que se trataba de vigiladores privados, pero no, eran policías bonaerenses quienes iban a “cuidar” la propiedad en una especie de hora extra informal. Una semana más tarde, la casa fue desvalijada mientras ellos pasaban la noche en una disco local. Fue casualmente cuando dejaron de pagar el servicio de protección. Si bien no hay elementos de prueba y se investiga la denuncia, las víctimas sospechan de connivencia entre los ladrones y la Policía.
El hecho ocurrió el último jueves pero se conoció ayer cuando Milagros, una de las víctimas, relató lo que sucedió en Twitter. En una charla con Infobae contó que en su grupo eran 13 personas, que llegaron el 16 de enero y que alquilaron dos departamentos a una mujer que se hizo llamar Mara.
“La chica nos había avisado que teníamos que pagar la seguridad, la vigilancia, supusimos que era privada, pero cuando llegamos nos dijo que era un arreglo con la Policía. Ella tenía un arreglo con la jefa de calle, le tiraba unos mangos y había dos policías que en lugar de estar en la Avenida 3 se quedaban en la casa. Nos dijo que ella lo hacía con todos los complejos. Estábamos a una cuadra y media de otras cabañas y ahí también habían policías”, relató Milagros Azpiolea.
Los departamentos están ubicados en el paseo 102, entre las avenidas 5 y 6. A tres cuadras de la comisaría de la Policía Bonaerense y a dos cuadras del boliche Le Brique, en pleno centro. Los jóvenes, todos de entre 17 y 19 años, querían estar tranquilos y por eso, aseguran, pagaron un extra de $ 1.000 por noche, junto a otros ocupantes del complejo, unos chicos de Lomas de Zamora.
Según contó Azpiolea, Mara les dijo que pagaran solo una semana y que luego veían cuánto pagaban por la segunda, en relación a la seguridad, porque los chicos de Lomas se iban y vería si les conseguía “un precio mejor”.
Marcelo Azpiolea, padre de Milagros, contó a Infobae que la mujer se presentó como administradora de una propiedad en sucesión, pero que no firmaron un contrato certificado ni les dieron copia a los chicos.
Los jóvenes de Lomas de Zamora se fueron el miércoles a la noche y el jueves al mediodía el grupo de Quilmes notó que había un auto estacionado en la puerta del complejo con una mujer a bordo en actitud sospechosa.
“Esa mujer estaba arriba del auto, subía, bajaba, sacaba fotos a la puerta, nosotros le sacamos fotos a la patente y le pedimos que se fuera”, relató Milagros. “Le sacamos fotos a la patente. Era sospechosa su actitud, miraba nuestros movimientos y le avisamos a Mara, quien dijo que consultó a la Policía y nos avisó que nos quedáramos tranquilas”, dijo Milagros a Infobae.
En esos chats, a los que tuvo acceso este medio, la mujer les respondió que había consultado con la Policía, que se quedaran tranquilas que tenían identificada a la mujer y la vigilarían.
La situación activó el miedo del grupo de chicas y le pidieron a Mara que confirmara la custodia desde esa noche. La administradora les avisó que había conseguido que fueran 800 pesos por noche, que le pagaran al día siguiente pero que ese día ya habría custodia.
“Me dice la policía que ya identificó el auto. La vigilancia les hace 800 por noche de 12 a 8 de la mañana. Avisame si quieren. Les tengo que avisar temprano”, comentó la mujer, respecto de la sospechosa y de la tarifa para la segunda semana.
Milagros le preguntó: “Cuándo te pagamos? O le pagamos a la Policía?”. Y Mara respondió: “No, es a la encargada. Mañana paso”.
A la 1.45 de esa madrugada el grupo salió hacia un boliche. Enseguida se dieron cuenta de que la Policía no estaba. Sacaron fotos y grabaron un video para mostrarle a Mara al otro día que la Policía no estaba. Sintieron miedo. No sabían si quedarse o irse. No sabían qué les daba más temor. Y se fueron igual.
Apenas unas horas después, alguien les avisó que a otros amigos los habían desvalijado ahí cerca, y presas del temor salieron para sus departamentos. La presunción era correcta. “Cuando llegamos no había valijas, se habían llevado ropa, zapatos, plata, mochilas, estaba todo revuelto. Se llevaron todo, y habían roto las luces de afuera para que no se viera. Las puertas de los garaje estaban abiertas y los dos dúplex de atrás no habían entrado. Tenían datos, es evidente”, protesta Milagros.
Azpiolea denunció el robo de 8 mil pesos, según consta en el acta firmada en la comisaría, donde no figura la supuesta relación entre la administradora y la Policía. El padre de Milagros explicó a Infobae: “Las chicas se querían ir de la comisaría, no saben cómo se hace una denuncia, cuando sugirieron incorporar el pedido de dinero extra los policías le dijeron que eso no, y además estaba en el lugar uno de los agentes que custodiaba”.
En total, los ladrones robaron más de 20 mil pesos en efectivo, productos electrónicos y, según Milagros, “Mara brilló por su ausencia”. Los chicos tuvieron que pedir plata o esperar que sus padres los fueran a buscar.
Este medio intentó comunicarse con la mujer pero tenía el teléfono desconectado. Fuentes del Ministerio de Seguridad provincial aseguraron que en la Policía no existen registros de acuerdos de custodia pero sí confirmaron que el robo existió. “Los agentes están de custodia de la calle y en movimiento”, explicaron.
“La llamamos hasta que atendió, vino, ya antes había llegado la Policía y nuestros papás que estaban en la costa. Recién ahí llegó Mara y medio que se lavó las manos. Estuvo media hora y se fue. A las 9 de la mañana mi papá se contactó con ella, que le dijo que se sentía mal y se había ido al médico a Pinamar. No se contactó ningún propietario. Tenemos amigos que estuvieron solos en la terminal, ella no fue capaz de asegurarse de que estuviéramos bien”, relató la joven respecto de la actitud de la mujer.
A raíz de lo que ella publicó en Twitter, Milagros recibió mensajes de otras personas que aseguran haber pasado por la misma situación, con la misma mujer, en la misma casa y con el mismo método de contratar el servicio “extra” de Policía y que cuando vencía el plazo del pago les entraban y los desvalijaban. “Conocemos otro grupo de Quilmes que los desvalijaron el primer día. Ayer les robaron a otros amigos de Quilmes. Es tremendo lo que pasa en Gesell”, dice Milagros.
Infobae intentó comunicarse con la fiscal del caso, Verónica Zamboni, pero no respondió. La mujer es la misma que tiene la investigación por el abuso a una chica cordobesa durante en show del trapero Duki, por el que no hay detenidos ni sospechosos.
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FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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