Denuncian nuevos abusos en tarifas a turistas en Cartagena: “Nos cobraron $100 mil por las sillas”

No cesan los casos de abusos de precios a turistas que visitan Cartagena (Bolívar). La nueva denuncia fue hecha por una pareja que disfrutaba las hermosas playas de la Isla de Tierrabomba en la tarde del pasado lunes 12 de junio.

De acuerdo con el relato de la pareja, su tarde en la isla cartagenera iba de manera espléndida hasta que pidieron la cuenta por los servicios prestados: les cobraron el doble de los precios inicialmente pactados con los trabajadores. Al parecer, los empleados les habrían mentido.

Los afectados relataron que tomaron una lancha desde el Hospital de Bocagrande que los trasladó a la isla. Una vez allí, recorrieron el sector hasta que decidieron instalarse en un establecimiento comercial en el que, según contaron, antes de ingresar preguntaron si el uso de las instalaciones, como las sillas, estaba incluido con el consumo, a lo que los trabajadores respondieron que sí, por lo que decidieron quedarse.

En el establecimiento pidieron dos mojarras, cuatro cervezas para cada uno, y una gaseosa lo que, de acuerdo con sus cuentas, daba un precio final aproximado de 180.000 pesos; sin embargo, sobre las 3:30 de la tarde, cuando ya se preparaban para irse, pidieron la cuenta y el costo total los sorprendió: les pedían 360.000 pesos, es decir, el doble de lo consumido, según conoció el diario El Universal.

“La lancha llegó primero a Punta Arena, pero le dijimos al señor que queríamos otra playa más tranquila, más relajada, y nos llevó hasta Tierrabomba donde caminamos hasta que un muchacho que se nos había pegado desde Bocagrande nos recomendó el sitio donde nos quedamos”, contó al citado medio la mujer, quien prefirió resguardar su identidad.

“Allí primero preguntamos si las asoleadoras estaban incluidas en el consumo y nos dijeron que sí, por eso fue por lo que nos quedamos en ese lugar. Compramos cuatro cervezas para cada uno, los dos almuerzos y una gaseosa, pero al pedir la cuenta, oh sorpresa, nos cobraron 150.000 pesos más por el servicio y por el kiosco, que en realidad era un palo de madera con cuatro sillas plásticas de las cuales usamos tres. De esos 150.000, 50 eran obligatorios por el servicio, siendo que la ley dice que este es un porcentaje del total de la cuenta y no es obligatorio, generalmente es el 10%, es decir, estábamos hablando de unos 18.000 pesos, no sabemos por qué nos impusieron pagarles $50.000 por una atención tan mala”, agregó la turista al diario El Universal.

Víctimas de una “encerrona”

Pero el caso de abuso de precios no terminó ahí. En entrevista con RCN Radio, los turistas afectados relataron que luego de pedirles a los trabajadores que les rectificaran la cuenta de cobro, estos les hicieron una “encerrona”, con el fin de intimidarlos.

“Nos intimidaron y aparte se les unieron los que nos trajeron en la lancha pero nosotros no nos dejamos estafar y al final les dimos menos de lo que estaban pidiendo porque los amenazamos con traerles la Alcaldía”, contó la mujer a la cadena radial.

Aunque los turistas creyeron salir relativamente librados de los excesivos cobros, no contaban que en su trayecto de regreso a Cartagena otra vez terminarían pagando de más. “Ya en la lancha nos volvieron a cobrar de más porque terminamos pagando 120.000 pesos ida y vuelta por trayectos súper cortos”, recordó la turista a RCN Radio.

La víctima reiteró al medio que dichos precios “no corresponden a la realidad”, por lo que indicó que ella y su pareja decidieron hacer pública su denuncia “para que la gente sepa de las estafas en estas islas donde parece que no hay ley y donde incluso manejan dos y tres cartas dependiendo del cliente”.