![Alberto Fernández - Reunión con gobernadores](https://i0.wp.com/pulsodebuenosaires.com/wp-content/uploads/2022/01/OJ35TOKEO5C2NKHT3BGYFYWOQ4.jpg?resize=1920%2C1080&ssl=1)
Quedó atrás un año decepcionante y comenzamos el nuevo con esperanza y optimismo, decimos con benevolencia decepcionante para no expresar con crudeza su realidad, el mundo esta sacudido por una calamidad con pocos precedentes históricos por su magnitud y por los estragos que causó y causa en vidas, daños sociales y económicos que significa la crisis sanitaria mundial.
El alcance de esta tragedia aún no se puede dimensionar en su real alcance y perjuicios porque se está atravesando y se desconoce cuándo se materializará su fin. En este contexto las naciones identifican y priorizan los desafíos que tienen por delante para amortiguar su impacto y reducir costos, sin embargo, algunos Estados emergentes, como la Argentina, a la hora de abordar este desafío implementan soluciones equivocadas que acrecientan y agravan sus consecuencias.
No se sabe, no se quiere o no se tiene la capacidad de interpretar e interconectar el pasado económico, financiero y social del país con la realidad a enfrentar y la misma pesa de manera preponderante y definitiva sobre el presente y futuro inmediato.
No se sabe, no se quiere o no se tiene la capacidad de interpretar e interconectar el pasado económico, financiero y social con la realidad a enfrentar
Tan desorientados y confundidos estamos que disociamos antecedentes, realidades y soluciones, desatendemos los avances tecnológicos que impulsan y amalgaman la globalización y pretendemos apartándonos y cerrándonos en nuestro microclima entendiendo que así amortiguamos daños y facilitamos soluciones.
Acumulación de desequilibrios
Los desajustes económicos, financieros y sociales que venimos acumulando por décadas están haciendo implosión, sus consecuencias están a la vista y nos golpean con intensidad, son tantas y tan grandes las distorsiones y desajustes en todos los órdenes que exigen impulsar los cambios necesarios que las circunstancias nos imponen, los más destacados:
2. Reducir la dimensión del Estado;
3.Terminar con los controles de cambio y regulaciones que alteran los precios relativos y atentan contra la producción y la inversión;
4. Desterrar las regulaciones de precios y tarifas que solo distorsionan al mercado, y nos llevan a menor calidad de los servicios;
5. Tener coherencia y continuidad en la política externa;
6. Tener una legislación laboral acorde a las necesidades actuales;
7. Facilitar el acceso al crédito y los Mercados de Capitales a las Pymes y las Economías Regionales.
8. Modificar el sistema tributario, reduciendo la presión impositiva. y hacerlo más eficiente;
9. Propender a mayor equidad en la distribución del ingreso;
10. Acceso de calidad a toda la población a los servicios de salud y educación;
11. Modificar y hacer más justa y equitativa la Ley de Coparticipación Federal de Recursos Fiscales; y
12. Facilitar las medidas de promoción para hacer a las economías regionales más competitivas a nivel mundial.
El paso previo
¿Entonces porque no comenzar a proceder en consecuencia? Porque previamente se deberá:
a. Terminar con la casta política que oculta en las listas sábanas son electos y se eternizan en sus cargos mediante reelecciones indefinidas, que prometen y se comprometen para luego una vez electos abjurar y traicionar esos compromisos con total desvergüenza y descaro;
b. Repudiar y expulsar a gremialistas corruptos que por décadas detentan sus cargos públicos, traicionando a sus mandantes, al igual que dirigentes empresarios que solo defienden sus empresas desentendiéndose de los intereses del sector al que representan y al que se comprometieron amparar y defender;
Se trata de comenzar a andar un camino que conduzca a revertir los desequilibrios acumulados en todos los frentes y volver a crecer de modo sustentable
c. Hacer una depuración en el Sistema Judicial, apartando a aquellos jueces y fiscales que no pueden justificar sus patrimonios con el ingreso de sus funciones ordinarias;
d. Juicios políticos rápidos y públicos para aquellos jueces cuyos fallos no se ajustan a derecho y solo son la consecuencia de aparentes manejos turbios e inmorales.
Se trata de dejar el pasado y comenzar a andar un camino que conduzca a revertir los desequilibrios acumulados en todos los frentes y volver a crecer de modo sustentable.
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