Miami, 20 sep (EFE).- Caimanes en un campo de golf, osos en el jacuzzi de cualquier vecino, tiburones que llegan hasta la orilla y estalla el pánico, pitones que aparecen en el inodoro, todo esto es posible en Florida, uno de los estados de EE.UU. donde los encuentros con animales salvajes son más comunes y más letales.
Según Outforia, un medio digital sobre naturaleza y aventuras que acaba de publicar un completo informe sobre el tema, entre 2009 y 2019 murieron en Florida 247 personas en accidentes con animales, una cifra solo superada por Texas (520) y California (299).
Carl Borg, fundador y estratega de Outforia, dice a Efe que aunque no cuentan con información sobre las causas de cada muerte recogida en el informe, sí tiene datos que indican que en su mayoría las muertes humanas causadas por animales se debieron a “mordeduras o golpes por parte de mamíferos”.
Entre las muertes contabilizadas están las producidas en choques de vehículos con animales, como el ocurrido en marzo de 2021 en una carretera del centro de Florida cercana a un Parque Nacional en el que murieron un motociclista y el oso con el que colisionó.
El OSO PARDO, EL MAS LETAL
El oso pardo es el animal salvaje que más vidas de personas (70) se ha cobrado en Estados Unidos desde el año 1970, de acuerdo con una clasificación realizada por Outforia.
Le siguen los tiburones (57 muertes), las serpientes en general (57), los osos negros (54), los caimanes (33), los pumas (16), los osos polares (10) y los lobos (2).
Borg precisa que aunque pueda parecer lógico juzgar la peligrosidad de un animal por el número de “ataques”, no lo es si se tiene en cuenta que “entrar en contacto con avispas, abejas y avispones es muy peligroso y hay muy pocas maneras de evitarlo”.
No obstante, el informe deja claro que hay que cuidarse de los osos, sean del color que sean.
La Comisión de la Fauna y la Pesca de Florida (FWC, por sus siglas en inglés) lo sabe y por eso acaba de publicar un manual con recomendaciones de cara al otoño, que es cuando el oso negro más se mueve en busca de comida.
“Cada otoño los osos empiezan a comer más calorías para acumular grasas de cara al invierno. En la estación otoñal necesitan unas 20.000 calorías al día y se comerán cualquier cosa que tengan a la mano, incluido lo que usted ha botado a la basura”, advierte FWC.
La primera recomendación a los que viven en lugares donde hay osos es poner a buen resguardo los cubos de basura, recipientes con comida para mascotas y comederos para pájaros u otros objetos que puedan atraer un oso a su casa.
LA BASURA, UNA GRAN COMODIDAD PARA EL OSO
Los cubos de basura son muy populares entre los osos, como demuestran los numerosos videos y fotos que hay en internet en los que se los ve tratando de levantar sus tapas o dándose un festín.
En esos recipientes encuentran más calorías y en mucho menos tiempo que si las buscarán en los bosques.
Antes no tenían esa opción, pero ahora los humanos están cada vez más cerca o incluso dentro del hábitat de los osos.
A una pregunta de Efe acerca de si la invasión del hábitat de especies como los osos puede haber acrecentado el número de ataques, el fundador de Outforia responde que no tienen datos concretos, pero es lógico pensar que si estás más cerca de las fieras, hay más posibilidades de encontrarte con ellas.
Borg subraya que, sin conocer la causa de cada muerte recogida en el informe, es difícil establecer si un ataque animal a una persona ha sido provocado.
“La única manera de hacerlo sería quizás conocer en qué lugar se produjo el ataque. Por ejemplo, si una persona es atacada por un oso en su jardín, sería improbable que hubiera sido provocado”, añade.
AMENAZA ATERRADORA Y REAL
Ávido explorador en su tiempo libre, Borg tiene algunos consejos de expertos sobre qué hacer ante un animal peligroso. La clave es saber si debes mantener la calma o contraatacar.
“Ser atacado por un animal es una amenaza aterradora pero muy real cuando se va de aventuras por América del Norte (…) mi principal consejo es que estés preparado”, subraya en el informe.
Conocer la diferencia entre un oso pardo y un oso negro, por ejemplo, podría salvar la vida de una persona.
Cuando se sienta amenazado por un oso negro, debe hacerse lo más grande posible, levantar los brazos por encima de la cabeza y hacer mucho ruido, mientras que con un oso pardo debe permanecer extremadamente tranquilo, tomar el aerosol para osos y rociarlo, dice Borg.
Con los animales acuáticos como los tiburones, se debe evitar la natación errática, ya que esto puede atraerlo y si te atacan, hay que golpearlos con los puños o los pies a sus ojos y branquias.
En el caso de los caimanes, el consejo de Borg es evitar los ríos pantanosos. Si te atacan, contraataca de inmediato y no te resistas a que te vuelquen, pues te romperás un hueso, subraya.
Ana Mengotti
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