QUITO (AP) — El contralor general de Ecuador, Pablo Celi, renunció el lunes a su cargo mientras permanece en prisión por casi tres meses afrontando acusaciones de delincuencia organizada en relación con un caso de corrupción en la empresa estatal Petroecuador, entre otras.
El ahora excontralor envió una misiva notificando su decisión al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, organismo que lo designó, donde argumenta que se aparta del cargo con el propósito de salvaguardar la institucionalidad de la Contraloría. Le sucede en el cargo Carlos Riofrío, funcionario de carrera de esa institución.
Celi permanece detenido desde el 13 de abril y es señalado por la Fiscalía como uno de los gestores de un presunto esquema de corrupción en ese organismo de control, el cual funcionaba en complicidad con la Secretaría de Presidencia y la empresa petrolífera estatal Petroecuador.
Junto con Celi fueron detenidos el exsecretario de la Presidencia José Augusto B., quien poco después se suicidó en la cárcel, y otras cuatro personas, como producto de las investigaciones de 25 equipos de fiscales, que son parte de una investigación abierta en junio de 2019 sobre presuntos actos irregulares y de corrupción.
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