Cómo se enteró del romance entre su hija y Lisandro López y el mejor regalo del Día del Padre: la intimidad de la familia de Víctor Blanco, presidente de Racing

 

Sangre racinguista. Alejandra, Barbie, Victor, Vitti y Meliza en el césped del Cilindro: “Tenía 10 años y mis viejos me daban plata para el ir al cine… yo me venia para acá”, jura Blanco. Foto: Thomas Khazki
Sangre racinguista. Alejandra, Barbie, Victor, Vitti y Meliza en el césped del Cilindro: “Tenía 10 años y mis viejos me daban plata para el ir al cine… yo me venia para acá”, jura Blanco. Foto: Thomas Khazki

Todavía dura el idilio, ese enamoramiento que los hinchas de Racing viven con Víctor Blanco (72). Es que, de alguna manera, el hombre es el padre de la criatura. Quizá lo puso ahí el destino (y algo de eso hay), pero este gallego que pisó la Argentina en 1951 (año glorioso para la Academia que terminó con el tricampeonato del ’49, ’50 y ’51) le devolvió la alegría al costado celeste y blanco de Avellaneda. Es que, desde su llegada a la presidencia –en octubre de 2013–, la Academia obtuvo dos campeonatos en menos de cinco años. Debe ser que ahí nace ese amor platónico. Algo parecido a lo que ocurre cuando lo vemos interactuar con sus hijos. Ahora, en la platea de A de la cancha de Racing, Blanco intenta entonar El éxito, el último single de su hija Meliza, que es cantante y compositora: “El éxito sos vos…”, desentona el presidente, con la estatua de Gardel como testigo directo. Un sacrilegio que sus hijos festejan. “¡Excelente, pá…!”, lo alienta la hija menor del primer matrimonio de Blanco con María. “No hay dudas, Víctor es el mejor presidente de los últimos 50 años de Racing… y un padrazo”, jura Bárbara Blanco (Barbie, de 33, mamá de Matheo, abogada y Directora de Relaciones Internacionales de Racing). “Es que vos agarraste la etapa más dulce”, chicanea la mayor, Alejandra (46), que es bióloga, trabajó en las empresas de Blanco y hoy está dedica full time a sus mellizos Joaquín y Camila (3). Ahí nomás está Vitti (único varón, se llama Víctor Adrián, tiene 45 y es papá de Victoria de 17) que comenzó a trabajar con VB a la edad de su hija: “Nuestra niñez fue distinta, eran otros tiempos: pero si en algo coincidimos es en que, a pesar de que estaba todo el día trabajando, Víctor siempre se preocupó porque estuviéramos unidos”.

Mechi, ausente con aviso el Día del Padre, porque se fue de vacaciones con Licha López
Mechi, ausente con aviso el Día del Padre, porque se fue de vacaciones con Licha López

La gran ausente a la cita no es otra que Mercedes, la menor de las (los o, en lenguaje inclusivo, les…) Blanco, hija de Sandra actual pareja de Víctor, igual que Barbie. Mechi es periodista y tiene una banda pop que se llama Crash, pero el dato de color es que está en pareja con él ídolo del equipo, Lisandro López: ¿El motivo de su ausencia? “Aprovecharon el parate del fútbol y se fueron con Licha de vacaciones…”, confiesan las hermanas, sin más detalles. Pero la charla arranca por otro lado.

-Todos los Blanco son de Racing, no se escapó ninguno: ¿Cómo fue el proceso de seducción?
Vitti: ¡Imposible escaparse! En el 79, papá miraba todos los partidos del Mundialito de Maradona, Ramón Díaz y compañía. Cuando terminó ese juvenil, para seguir viendo fútbol me explicó que él era de Racing y que yo me podía hacer del mismo club.
Blanco: “Si vos me querés acompañar a la cancha, te tenés que hacer de Racing”, le dije. A mí me pasó al revés: cuando era chico mi tío José me llevó al Viejo Gasómetro a ver San Lorenzo-Racing y me hice fana de la Academia.
Alejandra: Nosotros íbamos al cole en Avellaneda, así que era natural que fuéramos de Racing o de Independiente. Te voy a decir algo que mucho no se dice: nosotros fortalecimos el vínculo con Racing en el Ascenso: fuimos a todos los partidos, de local y visitante.
Melisa: Me acuerdo que se estaba jugando un Mundial, yo era muy chiquita, y no entendía por qué estábamos hinchando por Argentina. Entonces le pregunté: “Pero papi, ¿nosotros somos de Argentina o de Racing?”. Y él me la hizo fácil: “Nosotros somos de Racing”.

La familia académica de Blanco quiere seguir festejando campeonatos. Foto: Thomas Khazki
La familia académica de Blanco quiere seguir festejando campeonatos. Foto: Thomas Khazki

Barbie: Yo nací después, pero mis primeros recuerdos son en el Cilindro, a upa de mi papá. ¿De qué cuadro me iba a hacer? Después sacó una platea por veinte años y no dejamos de venir nunca.

-Víctor llegó a la presidencia de Racing por una pelea entre el presidente Cogorno y el vice, Molina. ¿Les dio miedo cuando tuvo que hacerse cargo del club?: era la gloria o Devoto
Barbie: Desde el primer momento yo supe que él podía sacarlo adelante al club. A Víctor siempre le gustaron las difíciles, de hecho siempre se dedicó a comprar negocios quebrados y ponerlos a flote. Por eso, nunca tuve la más mínima duda que lo iba a lograr. ¡Y no me equivoqué tanto!
Meliza: A mí sí me dio miedo, era una apuesta muy arriesgada. ¿Te acordás del redoblante que le tiraron a Lalín?
Vitti: Por ahí sí, un poco, pero lo importante es que él lo vio como un desafío que podía superar.
Ale: Y hoy lo vemos que disfruta, si la estuviera pasando mal nos lo plantearíamos.

-Don Blanco tiene fama de austero y, las negociaciones de compras y los contratos de Racing, lo demuestran. ¿Eso se traslada a su rol de padre?
–… (Risas generalizadas, carcajadas de las chicas).
Víctor: Ninguno se puede quejar, che. Ahora, debo admitir que, cuando salíamos al shopping, teníamos la hora del free y después se cortaba.

-¿Una especie de Happy hour…?
Barbie: El nos decía, “chicas, vamos al shopping, tienen una hora free”. Pero a veces nos llevaba 20 minutos antes que cerrara el lugar, ¡ja, ja! Era inexistente la hora.
Vitti: Es lo que te digo de las etapas, cuando éramos chicos con Ale, papá estaba en la etapa de crecimiento, en esa época no había free.
Alejandra: ¡En esa época había frío! A nosotros nos tocó la austeridad total, la época de El Ombú… (N. de la R: ese fue el primero bar que compró Blanco cuando decidió independizarse a los 22 años, antes de formar su emporio hotelero y gastronómico). Pero si algo rescato de papá es que nunca hubo un “no puedo”, siempre le buscó la vuelta a todo.
Barbie: Ojo que en casa también cuidaba. Una vez me mandó a cenar sola a mi habitación porque me había olvidado la luz prendida (se ríen).
Blanco: Esos detalles son para el terapeuta, no para la prensa.

-¿La ven a Barbie como futura sucesora de Víctor en Racing?
Meliza: Nunca nos metimos en los objetivos de nuestros hermanos, cada uno siguió por el lado que lo sintió. Y, si ella lo decidiera, yo estoy para acompañarla.
Vitti: Yo la veo a Barbie, se tiene que animar.
Barbie: Paso a paso. No pienso nada a corto plazo. Mi idea es seguir creciendo, seguir ayudando en el club y aprendiendo al lado del número uno.
Blanco: Barbie tiene unas condiciones bárbaras, no la veo como mi sucesora inmediatamente. Pero tiene capacidad y, más allá de Racing, creo que podría ser muy importante para la política nacional.

-Como hinchas, ¿le piden jugadores a su padre?
Vitti: Yo, que no estoy en la comisión, le hablo como hincha y por ahí le marco alguno que me gusta. Pero la tarea de dirigente es distinta. Ahora cerramos a Rojas, por ejemplo, que era el jugador a buscar en este mercado: hizo diez goles en el torneo pasado.
Víctor: ¡Y decí te encanta Barbona! ¡Ja, ja!

-¿Y cuando estaría firmando Barbona, Víctor?
-El lunes o martes a más tardar lo cerramos.

“SOY EL ÚLTIMO QUE SE ENTERÓ”

A fines de 2018, Racing iba puntero de la Superliga del fútbol argentino que finalmente ganaría –el último 8 de abril en cancha de Tigre– y una de las máximas preocupaciones de Víctor Blanco era asegurarse la renovación de su máxima estrella, Lisandro López. “Adónde vas a ir Lisandro, quedate en Racing que vas a estar mejor que en cualquier lado”, bromeaba Blanco, conociendo que el hombre de Rafael Obligado había sido tentado desde el exterior. Lo que no sabía era que el 15 de la Academia tenía más de un motivo para quedarse en la Argentina. Una tarde, cerca de diciembre, el capitán lo encaró a Blanco después del entrenamiento de Racing y lo metió en el vestuario: “Víctor, tengo que hablar con usted”, le dijo serio. Imaginamos que ya podría tener las alpargatas y la boina puesta, fiel al look que le sienta más cómodo. “Antes de que se entere por otro lado, quería decirle que estoy saliendo con su hija Mechi”, tiró L15, dejando sin palabras por unos segundos al presidente de la Academia. El hecho es que la cosa iba en serio, tanto, que el presidente se estaba enterando casi tres años más tarde: “Soy el último que se enteró”, se ríe ahora VB sobre el césped del Cilindro que, después de la lluvia, ostenta un verde flúor. Este martes, comenzará la obra más importante del Estadio Presidente Perón, con un plan de obras estructurales por 80 millones de pesos que alargarán su vida útil. Pero ahora sí, vamos a indagar sobre el ingreso del ídolo a la familia del presidente.

-¿Qué se siente tener al ídolo del equipo dentro de la familia? ¿Los sorprendió la relación?
Barbie: No, viniendo de Mechi, no me sorprende nada. Ella es muy audaz y nos encanta verla bien, sea con Lisandro o con quien sea.
Víctor: Al principio fue difícil, pero con Lisandro supimos no mezclar. Separamos lo profesional de lo afectivo, nunca hubo una presión por el contrato. Él como deportista le estaba rindiendo mucho al club, la decisión era renovarle.
Ale: Yo me puse muy contenta, me encanta Licha para Mechi.

-Víctor, ahora que se oficializó el ingreso de Lisandro López a la familia Blanco, ¿se hace más difícil cuando le viene a pelear los premios del equipo?
-No, ojalá viniera solo. Son durísimo, vienen en patota con el Flaco Orbán, que mide dos metros, Pillud y el Osito Sigali… me la pelean a muerte. Pero lo hacen con mucho respeto, se negocia y se paga lo mejor que puede. Ellos saben que viven en la Argentina y que es mejor firmar algo que se puede cumplir.

-Los hinchas de Racing se preguntan si va a romper el chanchito para la Libertadores…
Blanco: ¿Si voy a romper el chanchito? ¡El chanchito ya está roto! Hoy tenemos un equipo increíble, al nivel de Boca y de River. El esfuerzo lo hacemos para mantener este plantel sin perder el equilibrio. Buscamos una ingeniería financiera para no endeudar el club. Se vende un jugador y se vuelca en otro: vendimos a Pol Fernández que tiene 27 años y trajimos a Rojas que tiene 23 y es un jugador de Selección. Nos estamos potenciando para el gran desafío del año que viene que es la Copa Libertadores.

-¿La última: cuál es el ritual para celebrar el Día del Padre?
Meliza: El es el rey, como siempre, pero cocina tan bien que a veces nos aprovechamos.
Barbie: Lo amamos tanto… por suerte está Sandra, mi vieja, que se ocupa de todo.
Vitti: Si en algo estamos de acuerdo, es en que Víctor es un padre increíble. Y que hace las mejores tortillas.
Blanco: ¡Y no se olviden del pulpo a la gallega! Mis hijos son mi gran orgullo. El mejor regalo es esta familia racinguista.

SEGUÍ LEYENDO:

INFOBAE – DEPORTES

 



FUENTE: INFOBAE NOTICIAS

Sé el primero en comentar en"Cómo se enteró del romance entre su hija y Lisandro López y el mejor regalo del Día del Padre: la intimidad de la familia de Víctor Blanco, presidente de Racing"

Dejá un comentario

Tu dirección de Correo Electrónico no será compartida


*