La ciudad de México, sus recintos, calles y construcciones están llenos de historias, mitos y leyendas que forman parte de la riqueza cultural de la capital, la cual es considerada una de las más grandes y diversas del mundo.
Y uno de los más grandes mitos es en torno a los supuestos túneles subterráneos que se encuentran a lo largo y ancho del centro de la ciudad y que conectan diferentes puntos de la misma, pero que se encuentran ocultos y olvidados.
Algunos de estos misteriosos túneles, que se suelen creer que se ocultan bajo la ciudad, son uno que conecta al Palacio Nacional con el Palacio de Minería, otro que conecta la catedral con la calle Brasil y uno más que conectaría la Plaza Santo Domingo también con la catedral.
Sin embargo, aunque suene como algo mágico lo cierto es que no existen pruebas de la existencia de estos, excepto de uno, el cual conecta el Templo Mayor con la catedral.
Si bien no existen mucha información al respecto, algunos pocos documentos históricos sí confirman la existencia de un único túnel que conecta una zona del Templo Mayor con la Catedral Metropolitana, del cuál sin embargo no existe mucha información, debido a lo restringido de su ubicación.
Y es que debido a la destrucción de la antigua ciudad mexica, y a la rapidez con que se construyo sobre ella la catedral, no hubo oportunidad de tener acceso a estas zonas hasta mucho después y, tras su descubrimiento, la posibilidad de investigar fue poca debido a lo peligroso de la zona.
Por esta misma razón, debido al riesgo de derrumbe y colapso es que la zona se encuentra cerrada y sin acceso al público.
Sin embargo, a pesar de la poca probabilidad de investigarlo y acceder a él el túnel fue encontrado por investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia quienes descubrieron el lugar donde además se encontró el monolito de Tlaltecuhtli y 16 ofrendas.
De acuerdo con las teorías y debido a su ubicación lo más probable es que se tratara de un camino propio del Templo Mayor que terminó unido a la Catedral tras la construcción de la última; sin embargo, es poco probable que se haya construido después de la catedral y se desconoce cuál era su función en la ciudad mexica.
En este sentido, si bien existen muchos mitos en torno a la existencia de muchos más túneles que conectan a la catedral con otros puntos de la cuidad las autoridades señalan que, de existir, estos habrían sido revelados durante la construcción de la línea 2 del metro.
Por su parte, sí existe un gran túnel debajo de la catedral pero este no es secreto sino más bien conocido por todos pues alberga las tumbas de decenas de arzobispos, razón por la cual recibe el nombre de Cripta de los Arzobispos.
Si bien ahora es ampliamente conocido lo cierto es que hasta1937 podría haber sido considerado como un túnel secreto debido que la existencia de este espacio era desconocida hasta que durante un evento asistió tanta gente que el peso abrió un hoyo en el piso de madera, revelando la existencia de túneles subterráneos donde posteriormente se construyeron las criptas.
Si bien muchos especialistas han desmentido la existencia de varios túneles que se dice existen en la ciudad, otros historiadores señalan que no se puede descartar la existen de zonas ocultas, sobre todo del templo mayor, debido a que la ciudad está construida sobre esos restos y no es posible acceder a ellos por lo que podría haber muchas sorpresas ocultas bajo nuestros pies.
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