Collboni es el nuvo alcalde de Barcelona. Hasta la votación todo estaba abierto. La decisión de los comunes a primera hora de la tarde de votar al PSC y renunciar a entrar al gobierno municipal ha hecho que el PP haya decidido cumplir su promesa de evitar un gobierno independentista en la ciudad de Barcelona.
Xavier Trias, a pesar de ser la lista más votada, no ha sido capaz de articular una mayoría sufiente para volver a la alcaldía de Barcelona tras ocho años de gobierno de Colau. La izquierda mantiene el gobierno a pesar de apoyarse en la derecha del Partido Popular.
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Hasta el momento de la votación, no se sabía la decisión que habían tomado los populares con respecto al pacto que habían planteado al PSC y a los Comunes.
Los 11 concejales de Xavier Trías, junto con los 5 de ERC no han sido suficientes para llegar a la alcaldía, puesto que los 10 del PSC, junto a los 9 de En Comú Podem y los 4 del PP han logrado una mayoría amplia. Los dos concejales de la ultraderecha han optado por apoyar al número 1 de su lista.
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El PP se encontraba en una posición muy complicada ante la posibilidad de que la derecha independentista de Carles Puigdemont logrará el poder municipal con el PP como llave para evitar esa posibilidad. En la mañana del jueves 15 de junio, el coordinador general del PP, Elías Bendodo, se puso en contacto con el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. En esa llamada, el Partido Popular ofreció su apoyo a Jaume Colboni para conseguir la alcaldía de Barcelona. La única condición que fue que Ada Colau no entrara en el equipo de gobierno. “Hoy arrebatamos al independentismo la posibilidad de gobernar en la ciudad, y logramos además retirar al populismo su mayor plaza institucional a nivel municipal” indican fuentes del PP.
Con la decisión del PP de votar al candidato socialista deja al PSOE con un poder territorial en Cataluña superior al que tenía antes de las elecciones del pasado 28 de mayo. En la comunidad autonóma el PSC gobernará los próximos cuatro años en tres de las cuatro capitales de provincia catalanas.
La composición del ayuntamiento
El pasado 28 de mayo, el consistorio barcelonés dejó como ganador al delegado de Puigdemont con 11 representantes, le sigue muy de cerca Jaume Collboni, con 10 concejales, Colau logró 9, ERC 5, el PP 4 y la ultraderecha 2. Con este escenario parlamentario, ninguno sería capaz de alcanzar los 21 votos para gobernar en solitario. Por lo que los líderes de cada formación se han visto obligados a mantener contactos con otras fuerzas políticas.
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Quién salía con ventaja en esta carrera por la alcaldía era Trías, que tal y como especifica la ley, la lista más votada se ve beneficiada porque, en caso de no logar una mayoría alternativa, el candidato de la primera fuerza pasa a convertirse automáticamente en alcalde. Sin embargo, un pacto entre el PSOE, los comunes y el PP ha logrado evitar un nuevo gobierno de Trías.
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En un primer momento, Colau planteo una gran coalición de izquierdas entre todos los grupos progresistas. Sin embargo, ERC descartó la opción y prefirió plantear las conversaciones con Trías con el objetivo de que Juts lograra una mayoría más amplia, más allá de los 11 concejales que posee Trías.
Colau puso sobre la mesa la posibilidad de firmar un pacto en el que la alcaldía fuera rotativa, es decir, durante los próximos 4 años, la alcaldía pasaría por las manos de las tres fuerzas progresistas que forman una mayoría absoluta en el consistorio, es decir, tomarían el bastón de mando Colau, Collboni y Maragall. El líder de los socialistas catalanes en Barcelona descartó desde el primer momento esta posibilidad debido a que “no aportaba estabilidad” a la ciudad, alegó el candidato del PSC.
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Horas antes de la constitución del ayuntamiento de Barcelona, ERC ha anunciado que, tras las conversaciones entre Trias y Maragall, Junts de lograr la alcaldía introduciría en el gobierno municipal a concejales de ERC. Esto finalmente no ha ocurrido.
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