Por María Alvarado
Inquietos, descontracturados, sociables, interactivos, conscientes de su entorno, adictos a la tecnología. Así puede definirse el ideario de los millennials hoy, la generación de entre 25 y 36 años que dejó de ser una promesa, y se convirtió en una franja de consumidores activos que ahora también le exigen al mundo del real estate proyectos a “medida”.
“Ya no son un público potencial sino una realidad. Son compradores concretos que tienen demandas propias según sus hábitos, códigos y costumbres. En los amenities es donde podemos ver los mayores cambios, o al menos, donde comenzó a notarse esta adaptación de los desarrollos inmobiliarios a sus gustos y estilo de vida”, introdujo Elbio Stoler a Infobae, fundador y director de ADN Developers.
Stoler agregó: “Y también están los más sofisticados, para los más exigentes, como microcine, kids club, cavas, parking para autos eléctricos. Los millennials llegaron para cambiarlo todo, ellos viven mucho el afuera. Por eso en los proyectos se da cada vez más importancia a los espacios comunes, de socialización y encuentro”.
Las tendencias en torno a este nuevo público, tienen que ver con la desestructuración de la vida cotidiana y la socialización.
“El millennial goza de compartir el espacio de trabajo y de relajación. Así, los espacios de co-workings, los livings comunes con grandes televisores, los lounge en la terraza con un fogón en medio, son sus preferidos”, ejemplificó.
Antonio Pécora, socio de MPC Desarrollos Inmobiliarios, introdujo una arista diferente: “Se puede creer que se trata de un público impulsivo pero no es así, los millennials son más analíticos que sus generaciones predecesoras. Y ese análisis no solo tiene que ver con los típicos factores a evaluar en una unidad como la ubicación, la calidad, el costo de las expensas, la luz o la orientación, sino que también contemplan el grado de sustentabilidad del edificio y sus amenities”.
Pécora destacó las nuevas tipologías y el diseño de los edificios como los nuevos PH en respuesta a este nuevo target. Se trata de edificios de 3 o 4 pisos que están surgiendo, sobre todo, en barrios bajos como Palermo Soho y Hollywood, y Saavedra. Están situados en entornos sumamente tranquilos, y en general cuentan con una excelente iluminación natural, amplias terrazas, muchas con parrilla propia, y espacios comunes de relax y encuentro. Las unidades de estos proyectos en la mayoría de los casos son flexibles, tipo loft, con la capacidad de adaptarlas a las necesidades del propietario.
“En general cuentan con un amplio espacio integrado por el living, comedor y cocina, con proyección a la terraza, todo en un mismo ambiente. El diseño suele ser muy cuidado, con preponderancia al verde y la madera.
“Nuestro proyecto en Saavedra es un ejemplo exacto en respuesta a esta nueva tendencia: con un formato bajo y en esquina imita más el estilo de un PH moderno que al de un edificio tradicional. Cuenta con unidades de 1 y 2 ambientes con terrazas privadas y comunes, estas últimas para generar sociabilización entre los vecinos”, puntualizó Pécora.
Martin Urgoiti, socio fundador de Jack Green, compartió su punto de vista sobre el desafío de interpretar las necesidades de los millennials. “Existe un público bastante grande que no se clasifica como millennial desde lo cronológico, pero definitivamente sí desde un punto de vista del espíritu. Este es un universo que le pide al real estate soluciones para poder vivir un estilo de vida descontracturado, pero de alta calidad, cercano a la naturaleza, pero en el centro de una ciudad”.
Urgoiti finalizó: “Esta generación tiene un nivel de sofisticación diferente, se encuentran comprometidos con el medioambiente y la sustentabilidad. La bicicleta vuelve a ser un medio de transporte fundamental para ellos. El ser saludable, pero a la vez gourmet los hace muy interesantes “.
Diego Zappella, también socio fundador de la misma compañía, y en referencia a su proyecto residencial ALLEY en Recoleta, enumeró los servicios de “espíritu millennial”: “Cuenta con área de coworking, cocina industrial/gourmet, gimnasio y sala de yoga, terrazas parquizadas con parrillas y un pasaje de biodiversidad con más de 5000 plantas de 25 especies. Además, desde los detalles, buscamos transmitir la idea de una casa en altura. Así tenemos espacios de estacionamiento para bicicletas, una mesada de trabajo en el subsuelo con compresor y herramientas eléctricas y bauleras para guardar artículos deportivos como una tabla de surf o esquíes”.
Co-living y co-working, una tendencia sociocultural
En los últimos años ha tomado fuerza en nuestro país una modalidad muy extendida en otras partes del mundo y que resulta una buena alternativa para estudiantes extranjeros que buscan una vivienda de calidad y a buen precio: el co-living. Se trata de la cohabitación de varias personas en unidades que tienen espacios comunes compartidos.
Fahad Siddiqui, socio y presidente de Casa Campus, una de las principales desarrolladoras del país en materia de co-living, explicó a Infobae sus beneficios: “El mercado de alquiler opera de manera diferente en cada país y es abrumador para cualquier persona extranjera. Intentamos que la transición sea lo más fácil posible. Por eso, ofrecemos contratos flexibles e integrales y no exigimos garantías”. Según Siddiqui, uno de los pilares fundamentales de esta modalidad es la economía colaborativa. “Podríamos decir que el co-living consiste en la adaptación de las nuevas generaciones de profesionales a vivir en comunidad “.
Uno de los proyectos ubicado en Palermo, por ejemplo, cuenta con 600 metros cuadrados de co-living entre los que se destaca un gran espacio para gym y pileta, espacio de co-working, sala y lounge terraza. Siddiqui finalizó: “Están pensados para facilitar la interacción entre los miembros, el cual es uno de los objetivos principales de Casa Campus. Son lugares abiertos con sillones de varios cuerpos y mesas largas para que se conozcan y compartan experiencias”.
Sobre esta modalidad de trabajo, Agustín D´elio, socio fundador de Huerta Coworking, explicó: “Se trata de un espacio de trabajo compartido e inspirador, que impulsa y fomenta la co-creación, y donde siempre hay alguien preocupado en crear comunidad y valor añadido.
“Los millennials nos piden diversidad y flexibilidad máxima. Buscan estar en un espacio sustentable que les facilite una vida sana y conectada a una comunidad que cumpla sus expectativas. Son muy curiosos y viven conectados. Lo fascinante del co-work es ver como constantemente se rompe la rutina”, señaló D´elio, socio fundador de Huerta.
Carlos Gareis, desde WeWork, pionera y líder en coworking, finalizó el debate y detalló a Infobae algunos de los ambientes diseñados para esta generación: “Impulsamos a los millennials, a cualquier nivel y en cualquier empresa, a que encuentren un lugar en el que disfruten lo que hacen todos los días, en un ambiente inspirador y que los llene de energía. Generamos ambientes de trabajo y experiencias más positivas. Los lunes, por ejemplo, tenemos alguna celebración que puede ser un desayuno o charla motivacional”.
Además, están los afters, entre las 17 y las 19 horas, donde se puede disfrutar una cerveza en el rooftop con una vista increíble y música para distenderse. Las propuestas siguen con actividades que van desde meditación, zumba a las tradicionales clases de yoga a clases de crossfit o RockCylce”.
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FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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