La inseguridad en Rosario escala cada vez más. El miércoles por la tarde la Policía Federal secuestró una metralleta cargada y lista para disparar tras una persecución policial, que comenzó luego de que dos delincuentes evadieron la solicitud de alto de los oficiales. Hasta el momento, hay un detenido y un prófugo.
El hecho ocurrió en el barrio Las Malvinas de la zona norte de la ciudad cuando los efectivos policiales advirtieron que un vehículo Fiat Uno circulaba con patentes cuyos dominios no coincidían, por lo que solicitaron al automóvil que se detenga. Sin embargo, las un personas que se trasladaban dentro hicieron caso omiso.
De esta manera, los oficiales iniciaron una persecución policial que se extendió por unas cuantas cuadras y que, a medida que avanzaban, se sumaban más móviles de la fuerza. Al llegar a las inmediaciones de las calles Iguazú y Rossini, los delincuentes abandonaron rápidamente el auto y comenzaron a huir.
Mientras una persona permanece prófuga, otra fue detenida con un arma en su poder, pero la sorpresa fue cuando, tras realizar la pesquisa correspondiente, los policías encontraron una metralleta cargada con 17 municiones en el asiento del acompañante.
De acuerdo con la información de La Capital, se supone que los delincuentes se dirigían a realizar una balacera en alguno de los barrios de la zona norte de Rosario, ya que se hallaron otras dos armas de fuego más y la zona es escenario de enfrentamientos entre diferentes bandas dedicadas al narcomenudeo y a las extorsiones. Para poder dar con las personas que huyeron a pie, se puso en marcha un operativo cerrojo.
Una comerciante del lugar relató a Cadena 3 Rosario cómo fue el momento de la persecución. “Cuando veníamos para acá, que venía a trabajar, venían un montón de policías corriendo y vimos que salieron dos corriendo, que a uno lo agarraron, y no sabíamos de qué se trataba”, relató y agregó que luego se enteraron que había armas dentro del auto.
Este hecho se suma a la ola de inseguridad que asola a la ciudad santafesina. El martes, por ejemplo, un hombre de 82 años fue asesinado por unos delincuentes que dispararon contra su casa desde una moto. La víctima fue identificada como Celestino Benítez, quien fue trasladado al Hospital Roque Sáenz Peña con múltiples heridas de bala en la espalda. Pese a los intentos por salvarlo, perdió la vida a los pocos minutos de llegar al centro de salud.
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Los policías encontraron luego una escopeta calibre 12/70 marca Maverick con seis cartuchos del mismo calibre en una casa abandonada cercana a la vivienda del hombre asesinado. Según algunos vecinos, este lugar funciona como un búnker de venta de drogas, por lo que los investigadores barajan la posibilidad de que este haya sido el verdadero objetivo del ataque, de acuerdo con la información de La Voz.
La muerte del jubilado se sumó a la lista de víctimas de las balaceras. Hace tan solo una semana, fue el turno de Juan Leiva, un joven de 18 años que caminaba en horas del mediodía por la zona de Barra al 100, en el barrio Ludueña. Recibió seis impactos de bala y murió al llegar al hospital.
Así, Rosario suma ya 98 crímenes en lo que va del año y la cifra continúa en aumento a pesar del despliegue de las fuerzas federales que ordenó el Gobierno nacional hace poco más de un mes. Incluso, las escuelas se convirtieron en blanco de balaceras, por lo que se ven obligadas a suspender las clases, ya que son utilizadas por los narcotraficantes para enviar mensajes mafiosos a sus enemigos o infringir miedo en la comunidad.
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