En medio de la crisis que atraviesan los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Jesús Ramírez presentó su renuncia al cargo de presidente deportivo. A pesar de ser uno de los principales señalados por la crisis, hay personajes que no catalogaron la renuncia de Chucho como una solución. Incluso, David Faitelson estalló contra Enrique Graue por el modelo de negocio que prevalece en el equipo.
“El problema en Pumas no era Chucho Ramírez. El problema va más allá. El rector debe entender que, para competir en esta nueva dinámica del futbol mexicano, se necesita de una economía solvente. Hay que buscar los mecanismos adecuados”, difundió por medio de su cuenta de Twitter minutos después de que el equipo confirmara la renuncia del exentrenador Campeón del Mundial en Perú 2005 con la Selección Mexicana Sub-17.
El equipo de los Pumas tiene un funcionamiento diferente al del resto de los clubes del futbol mexicano. Contrario a lo que pasó cuando contó con el financiamiento, patrocinio y administración directa del Grupo ICA y Telmex, en años anteriores, en la actualidad no cuentan con dicho ingreso. Por esa razón, temporada con temporada es necesaria la planeación para que el Club pueda sobrevivir con los pocos ingresos que recibe.
La administración es llevada a cabo por el Patronato del Club Universidad Nacional. El organismo cuenta con una base de socios y un presidente honorario, cargo ocupado por el rector de la UNAM, Enrique Graue en la actualidad. Este, a su vez, designa a un presidente que se hará cargo de manera directa de la situación del Club. Para el puesto, Leopoldo Silva fue ratificado por cuatro años en noviembre de 2020, luego de algunos meses de interinato.
La función de Silva, ante la ausencia de un patrocinador mayoritario, consiste en atraer la inversión necesaria para mantener las finanzas del equipo. En tanto, el papel del director técnico y, hasta hace algunas horas, de Chucho Ramírez estaba enfocado en el rendimiento deportivo del equipo. No obstante, la ausencia de ingresos económicos significativos, aunado a la crisis derivada de la pandemia por el virus SARS-CoV-2, dificultan el éxito de la institución.
Por esa razón, cuando los malos resultados comenzaron a hacerse presentes en el club universitario, el periodista aseguró que “Andrés Lillini es el menos culpable de la situación de Pumas. Hace tiempo que la Universidad se durmió con su club de futbol. Debió haber buscado un promotor poderoso que lo administrara y le proveyese de recursos. Lo mismo que hizo la Universidad de Nuevo León con Tigres”.
Al respecto, la postura también ha sido respaldada por Arturo Elías Ayub, quien fuera presidente del patronato y el personaje detrás del bicampeonato de Pumas en 2004. Luego de confirmarse la renuncia de Rodrigo Ares de Parga, el yerno de Carlos Slim aseguró a W Radio que:
“Sí (debería cambiar su modelo administrativo). Es una declaración fuerte pero creo que la Universidad debe buscar un esquema para competir con los grandes equipos y con muchos recursos como América, Monterrey y Tigres. Todos estos equipos están teniendo, digamos, económicamente ventajas sobre los demás. Yo creo que se tiene que encontrar un nuevo esquema ya que la Universidad no le puede estar dando dinero a los Pumas”.
En la actualidad, la inversión de capital en instituciones deportivas ha ido en aumento por parte de empresas ajenas al ámbito. Los Pumas, por su parte, cosecharon mayores éxitos cuando tuvieron el respaldo de dichas organizaciones, por lo cual, a consideración de personajes como Faitelson, la solución de la crisis radica en el acercamiento a una fuente de mayor ingreso económico para el Club.
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