SANTIAGO DE CHILE (AP) — En momentos en que batalla con un creciente número de contagios y decesos por coronavirus, Chile anunció el domingo que tendrá que ajustar las cifras de muertos por la enfermedad tras revisar otras bases de datos, lo que implicará sumar centenares de defunciones más.
Se ha determinado “asignar como posibles casos de muerte asociadas a COVID un número adicional de 653 personas fallecidas”, dijo el ministro de Salud chileno Jaime Mañalich. “Este es un ajuste que tenemos que hacer, un compromiso de legitimidad”.
“Hemos hecho un esfuerzo enorme por buscar en estas bases de datos adicionales información que no estaba presente en las bases que estábamos usando antes”, prosiguió. Ello incluye certificados de defunción que de forma directa o indirecta pueda estar vinculado a COVID, siguiendo recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y como ya hicieran recientemente otros países como Bélgica, agregó.
El país sudamericano reportó el domingo 96 decesos más, que junto a los centenares que se adicionarán a la contabilidad, elevarán el número de fallecidos hasta el momento a 2.290. El domingo también se anunciaron 6.405 nuevos contagios que dejan el total en 134.150.
Varios informes de organismos independientes en Chile han asegurado que se daba el caso de personas fallecidas por COVID-19 que no constaban en los certificados de defunción o que estaban pendientes del resultado de pruebas cuando murieron.
En Venezuela, la cifra de contagios aumentó a 2.355 después de reportarse 61 nuevos casos de COVID-19 en las últimas 24 horas, 59 de ellos de venezolanos que llegaron procedentes de Colombia y otros dos de Ecuador, dijo el presidente Nicolás Maduro en una declaración televisada.
“Hoy no tenemos ningún caso comunitario. Si tenemos un crecimiento de los casos de venezolanos contaminados venidos de Colombia”, entre otros países vecinos, indicó el gobernante, quien ratificó que a partir del lunes se reanuda –luego de siete días de flexibilización– “la cuarentena radical” por los siguientes siete días.
Los períodos de flexibilización, seguidos de espacios de tiempo en cuarentena “será el modo de vida por un tiempo hasta que aparezca la vacuna, aparezcan los tratamientos”, acotó Maduro. “Si no tuviéramos estos ataques de rebrote de Brasil y Colombia, la flexibilización sería mayor”.
Venezuela estableció una cuarentena nacional el 16 de marzo, tres días después de que se detectaron los dos primeros positivos en el país.
“Resulta que ha sido todo un éxito la flexibilización” que arrancó el 1 de junio, mediante franjas horarias, para evitar aglomeraciones, aseveró el mandatario socialista.
La medida, prevista inicialmente por cinco días, y que luego se extendió a siete, contempló la reactivación parcial de las actividades bancarias, el sector de la construcción, los consultorios médicos y odontológicos, peluquerías, ferreterías, tiendas minoristas de autopartes, talleres mecánicos, servicios técnicos de refrigeración y plomería; así como las industrias químicas, textiles y calzados.
En tanto, en la vecina Colombia, el gobierno reportó un total de 39.236 contagios y 1.205 decesos. Un gran porcentaje de los casos se concentran en la capital, Bogotá, que registra 12.574 infecciones.
En Argentina —con 22.020 contagios y 656 fallecidos reportados— las autoridades anunciaron que los deportistas clasificados para los Juegos Olímpicos de Tokio, postergados para el 2021 por la pandemia, podrán retomar sus entrenamientos, cumpliendo con los protocolos de sanidad correspondientes.
Esto después de que algunos deportistas presionaran con el argumento que la falta de entrenamientos afectaba de manera importante su rendimiento, según denunció en medios argentinos la nadadora Delfina Pignatiello. Los entrenadores y deportistas agradecieron en redes sociales y públicamente las nuevas medidas.
En Bolivia, miles de personas tuvieron que conformarse con seguir la transmisión de la misa por el “Señor Jesús del Gran Poder” en La Paz, una festividad religiosa declarada en diciembre Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO y que esta vez fue suspendida por la pandemia. La celebración usualmente moviliza a más de 74.000 danzarines y a más de 4.000 músicos en las calles de la ciudad.
En tanto, el gobierno interino del país decidió cerrar accesos y aislar rigurosamente la zona cocalera al centro del país a partir del lunes, debido al aumento de casos en medio de críticas de los dirigentes y alcaldes que pertenecen al partido del expresidente Evo Morales.
La zona cocalera del Chapare es el bastión de Morales, pero en los pasados días y después de la reapertura de las actividades los casos aumentaron. Entre los contagios se incluye a un alcalde que se encuentra en terapia intensiva, según el viceministro de Seguridad Ciudadana Wilson Santamaria.
El dirigente cocalero Adónico Rodriguez calificó la medida como “demagógica y cruel”.
El ministerio de Salud confirmó 285 nuevos casos para un total de 13.643 y 465 decesos.
En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que su administración está domando la pandemia pese a que las cifras de contagios y muertes por COVID-19 dicen otra cosa. Hasta el domingo por la noche se reportaban 117.103 casos y al menos 13.699 defunciones, aunque las autoridades sanitarias mexicanas han admitido que la cifra podría ser mayor.
López Obrador y las autoridades de salud habían estimado que el pico de la pandemia en el país se daría en la última semana de mayo y la primera de junio y que después se podría ver un descenso paulatino en el número de casos.
“Vamos a seguir domando esta pandemia y vamos a llevar a cabo la transformación del país, no lo olvidemos, lo más importante de todo es transformar a México”, dijo el mandatario en Sayula, Veracruz, donde terminó con una gira de siete días por el sureste del país.
López Obrador reinició labores fuera de la capital para inaugurar cuatro tramos del Tren Maya, una obra con la que espera detonar 80.000 empleos, además de visitar una refinería y otras obras en estados de esa región.
En América Latina se han registrado más de 1.170.000 contagios y más de 59.000 muertos.
El coronavirus ha infectado a más de 6,9 millones de personas y causado la muerte a más de 400.000 en todo el mundo, según el Centro de Ciencias e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins, que basa sus datos en los informes de los gobiernos y las autoridades de salud de cada país.
En la mayoría de la gente este virus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas. Pero en algunas personas, sobre todo los adultos mayores y quienes padecen trastornos de salud subyacentes, puede causar enfermedades más graves e incluso la muerte.
FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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