Efectivos de la DDI de La Matanza de la Policía Bonaerense detuvieron al supuesto entregador en el crimen de María Caccone (39 años), la mujer que fue asesinada por motochorros en pleno centro de San Justo, cuando se dirigía a realizar un depósito de dinero en un banco de la zona: es el conductor del remís en el que viajaba la mujer.
Se trata de Juan Marcelo Rearte, de 44 años, quien manejaba el Renault Logan negro en el que viajaba la víctima el jueves pasado a las 14.30, al momento del crimen.
El chofer del remís fue detenido después de haber sido citado a declarar por el fiscal Claudio Fornaro por segunda vez: la nueva citación se debió a las sospechas que despertaron entre los investigadores las imágenes obtenidas en las cámaras de seguridad unidas a datos y documentos obtenidos sobre el caso.
Según le confirmaron fuentes de la investigación a Infobae, durante la revisión de las cámaras de seguridad se pudo comprobar que un auto marca Fiat gris persiguió al vehículo del remisero durante gran parte del recorrido, modalidad que persistió hasta el momento del robo.
Así, se comprobó que ese vehículo estaba a nombre de un primo del propio remisero.
El fiscal le presentó esos datos al sospechoso, quien finalmente se quebró y admitió que el vehículo que marchaba detrás del suyo era de su primo.
La segunda fase del procedimiento se llevó a cabo horas después, cuando se logró localizar el auto gris en la zona de La Tablada. Al encontrar el auto, se detuvo a su conductor, un menor de 16 años con el mismo apellido del remisero.
Luego, en un domicilio cercano, incautaron las llaves del auto y aprehendieron a una mujer, dueña de la casa, acusada de encubrimiento.
Tras realizar las entrevistas correspondientes, se resolvió que tanto el menor como la mujer no habían tenido nada que ver con el asesinato de Caccone.
Así, Rearte se convirtió hasta el momento en el único detenido en la causa. Durante el fin de semana se puso en libertad a Marcos Fabián González, compañero de trabajo de la víctima en un frigorífico y quien se encontraba dentro del auto al momento del asesinato.
González fue imputado por el delito de “hurto calamitoso”, ya que después del crimen recogió uno de los fajos de dinero del bolso de Caccone y se lo guardó debajo de su ropa interior. Durante su declaración, el hombre afirmó que se llevó el dinero porque se acercaba el cumpleaños de su hijo y “necesitaba plata” para comprarle un regalo al niño.
En tanto, la policía todavía busca a los motochorros, los autores materiales del crimen.
María Caccone murió al ser baleada en el cuello en el cruce de las calles Australia e Ignacio Arteta, en San Justo. En ese momento, trasladaba un monto cercano a unos 40 mil pesos desde el frigorífico en el que trabajaba hasta el Banco Comafi de la misma localidad.
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FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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