Casa Decor hace del Palacio de La Trinidad un oasis de lujo y hedonismo

Inmaculada Tapia

Madrid, 10 abr (EFE).- El Palacio de la Trinidad, un espectacular palacete de reminiscencias sevillanas de principios del siglo XX, acoge una nueva edición de Casa Decor, donde 46 interioristas han echado la casa por la ventana para crear propuestas que no desmerecen el espacio.

Obras de arte en cocina y baño, bibliotecas que se integran en ambos espacios, cascadas que caen desde la cúpula de la antigua capilla del edificio y la confluencia de elementos orgánicos, que permiten que el extenso jardín se cuele en cada estancia, a través de los colores y la naturaleza, forman parte de esta intervención efímera que, como muchos creadores indican, tiende al hedonismo.

La interiorista venezolana Andreína Raventós evoca ese espíritu con la luz, en el espacio que construye para Niessen, “una casa para despertar el bienestar con iluminación y vegetación”, ha dicho este miércoles a EFE, quien también apuesta por la sostenibilidad con módulos separadores de madera y cortinas de plástico reciclado y café.

La plataforma de interiorismo y tendencias abre mañana sus puertas hasta el 26 de mayo para mostrar diferentes propuestas decorativas a las que los profesionales han incorporado los enconfrados, techos y vidrieras originales del palacio que mandó construir Ángeles Gutiérrez Suárez, en 1928, al arquitecto Luis Alemany.

El recorrido comienza en el jardín que bordea el edificio principal que incluye, además del aporte al paisajismo de Fran Cisneros, una casa prefabricada de Modular Home, con escultura incluida en el estanque central; un invernadero creado por David Jiménez y Víctor Manuel Gil y un espacio de cocina exterior.

La propuesta de Andreu Carulla para Roca lo dice todo con su nombre: ‘Santuario’. En la antigua capilla del palacio, el interiorista ha creado un espacio de baño, que mantiene el desconchado de las paredes originales, que ha rodeado de vegetación.

Al fondo, sitúa la bañera que recibe luz de pequeñas vidrieras originales y una cascada de agua cae desde la cúpula.

“Un espacio místico, moderno y de bienestar, un ritual de descanso”, apunta Carulla.

La embajada de Italia está presente de nuevo para promover el diseño italiano que, de la mano de Jean Porche, traslada al completo a un salón, ‘Gabinete Visconti’, donde ha combinado “el clasicismo italiano de los ’50 con el estilo más moderno”.

Incorpora la cristalería de la casa Aquazzura y una espléndida mesa de colección de Natuzzi, “cumple 65 años y ha editado solo 65 mesas como la que exponemos”.

El terciopelo verde del sofá y las flores de la tapicería de las butacas “integran el exterior en el interior. Es importante integrar la visión de dentro hacia afuera”, indica Porche, que muestra, una vez más, su habilidad con el color al combinar cortinas amarillas, con paredes azules y terracotas.

Sin ponerse de acuerdo, Raul Martins continúa con la estela italiana con su propuesta ‘Il Gattopardo’-película de Visconti-, una propuesta de cocina con biblioteca, que se abre al exterior con una gran terraza en la que crecen hierbas aromáticas.

“Es una cocina poco convencional, que incorpora una zona de trabajo; un espacio abierto, social, para disfrutar”, admite Martins, en el que las paredes están decoradas en roble y el suelo de mármol, en mate, da continuidad a la encimera de la cocina en brillo. “Una manera de hacer un guiño a los palacios italianos”.

La película ‘La dolce vita’ y su protagonista Anita Ekberg han sido la inspiración de Alfaro-Mantique Atelier, que han creado para Bathco, un baño que pretende ser una metáfora del “cuidado por la salud y el cuerpo”, comentan los creadores.

“Mostramos un concepto holístico, un momento lúdico, focalizado en la experiencia”, dicen, con enormes y teatrales cortinas, espejos que muestran todos los ángulos del rostro y lavabos que represan la Fontana de Trevi, el lugar del sensual baño de Ekberg en el filme.

Las naranjas forman parte de dos espacios significativos, el baño de Jacob Delafon, que se rinde al arte con una escultura femenina, y la cocina de Steve Littlehales, un área multiuso en que se puede “cocinar, leer, estudiar”, en el que busca el contraste sin que falte equilibrio en las medidas y los colores.

Un espacio en el que esconde la zona de lavado y el espacio de bebidas al panelar la habitación con una original marquetería con ondas en azul.

Alicia García Cabrera, directora del evento, ha reseñado que Casa Decor se basa en diseño, innovación y sostenibilidad “donde está muy presente la artesanía y la tecnología”. EFE

it/bal

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