Cámaras durante las 24 horas y clases de PC: radiografía del sistema anticorrupción que controla a los ex funcionarios kirchneristas presos

El peligro del ejercicio de la corrupción dentro de los muros y sus consecuencias. Esa es la incertidumbre que parece reinar.

El grupo de ex funcionarios y afines al gobierno kirchnerista como Amado Boudou, Carlos Zannini, Cristobal López, Ricardo Jaime o Lázaro Báez están repartidos en cuatro pabellones del Módulo 5 del Complejo Penitenciario Federal Nº 1 de Ezeiza y forman parte del denominado Sistema de Intervención para la Reducción de Índice de Corruptibilidad (IRIC), una suerte de programa que, de acuerdo al Ministerio de Justicia, fue implementado con dos metas: evitar posibles actos de corrupción entre los presos y las fuerzas de seguridad que los controlan y ejercer como herramienta para la reinserción a la sociedad de esos detenidos.

En la actualidad hay unos 42 detenidos -dos con sentencia firme- en Ezeiza que integran el Sistema IRIC. Se trata de un programa que contempla las variaciones de riesgos presentados por los propios internos y establece una celosa metodología de control en los detenidos y en aquellos agentes con los que se relacionan.

El control sobre los guardiacárceles no contempla sólo los riesgos de que un preso pueda amenazarlo o simplemente ofrecerle una inmensa suma de dinero a cambio de un favor. También se apunta al factor ideológico.

A la hora de analizar la tarea de los guardiacárceles, las autoridades del SPF elaboraron una suerte de cuadro de diagnóstico con cada caso. Se revisan los antecedentes de los miembros de seguridad y se los somete a entrevistas con psicólogos para determinar el riesgo a un posible quiebre.

Así, a lo largo de los últimos dos años se capacitaron más de 1000 agentes, que hoy en día cuentan con las condiciones necesarias como para formar parte del control en los pabellones del Sistema IRIC.

Incluso, se decidió que los cargos de los guardiacárceles roten de manera cíclica a lo largo del tiempo. La idea es evitar que cualquier guardia termine “apoderándose” de algún pabellón en cierta unidad.

El programa también apunta a un control exhaustivo de los propios internos en todos los ámbitos. De manera periódica se establece un cuadro de “peligro” para cada caso: se apunta a los riesgos de suicidio, conflictividad y fuga. Una vez evaluado ese resumen, se empieza a definir, por ejemplo, cómo se tratará al interno y dónde será ubicado. También se consulta a los propios presos.

De esta manera se intenta evitar cualquier posibilidad de conflicto físico o de que alguna actividad corrupta pueda seguir ejerciéndose desde la propia cárcel.

Cada pabellón alberga 15 celdas individuales. En el Pabellón A se encuentran hoy unos ocho detenidos. Entre ellos están el ex Secretario de Legal y Técnica del matrimonio Kirchner, Carlos Zannini y el socio y supuesto testaferro de Boudou, José María Núñez Carmona.

El Pabellón B alberga a unos siete presos. Allí se encuentra alojado el propio Boudou, y el primo del ex presidente, Carlos Kirchner. El Pabellón C cuenta, entre sus 13 internos, con el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, el empresario Cristóbal López y el secretario general de la UOCRA La Plata, Juan “Pata” Medina.

Por otro lado, el Pabellón D alberga a 14 detenidos y entre ellos se encuentran Lázaro Báez y su contador Daniel Pérez Gadín. El único que se encuentra fuera del Módulo 6 es precisamente el abogado del constructor, Jorge Chueco, que está en el cinco.

Según las propias fuerzas de seguridad del penal, a relación entre todos los detenidos del sistema IRIC y los guardiacárceles es de un respeto mutuo habitual y, hasta el momento, no se presentaron situaciones de riesgo o tensión entre ambas partes.

Cada movimiento de estos integrantes del Módulo 6 del penal es monitoreado mediante un sistema de TV cerrada durante las 24 horas del día.

Todos los pabellones cuentan con una zona de comida común, compuesta por una mesa larga, platos y vasos de plástico, un pequeño horno eléctrico, un televisor, una heladera, un freezer externo y un ventilador.

En tanto, los ex funcionarios poseen una celda personal de unos 9 metros cuadrados con un ventilador turbo (cada uno se provee el propio) e integran la llamadas “celdas húmedas”, ya que cuentan con baño integrado.

La metodología del día a día en los pabellones del sistema IRIC no difiere demasiado del resto de las unidades del Penal de Ezeiza. A las siete de la mañana se abren las celdas personales de los internos. A las 14 se les sirve un almuerzo de viandas, a las 19 se los vuelve a encerrar en su habitáculo durante una hora y media en lo que en la jerga penitenciaria se conoce como “engome”. Y luego se abren las puertas hasta la medianoche, cuando ya se vuelve a cerrar hasta el día siguiente.

La mayoría de los ex funcionarios del gobierno kirchnerista suelen concurrir a las actividades recreativas de cada pabellón. A lo largo del año se dictaron clases educativas de armados de computadoras y los ex funcionarios que llevan más tiempo participaron de esos cursos.

Para muchos de estos personajes, que en su momento tuvieron un gran poder, pasar a estar en prisión es un cambio muy brusco. Si pasa el tiempo y su situación no se define, hay riesgo de que ese tiempo en la soledad de la prisión pueda significar una amenaza para su estabilidad emocional

También forman parte de talleres de armado de bolsas de cartón y participan cotidianamente en las huertas externas que posee cada pabellón.

“Para muchas de estos personas, que en su momento tuvieron un gran poder, pasar a estar en prisión es un cambio muy brusco. Por eso, quizás lo puedan soportar bien durante unas semanas. Pero si pasa el tiempo y su situación no se define, hay riesgo de que ese tiempo en la soledad de la prisión pueda significar una amenaza para su estabilidad emocional“, le explicó una fuente cercana al Servicio Penitenciario Federal a Infobae.

Respecto a la llegada del año nuevo, no se esperan grandes sorpresas. Cada uno de los detenidos k celebrará con un brindis (de bebidas no alcohólicas) de manera exclusiva con aquellos que compartan el pabellón.

A diferencia de lo sucedido el domingo 24, día en que la sala de visitas fue ocupada por presos de otros módulos, los detenidos del IRIC podrán disfrutar hoy de las denominadas “visitas de fin de año” hasta el mediodía.

FUENTE: INFOBAE NOTICIAS