Las autoridades chinas han aumentado este domingo por la noche a diez el número de fallecidos por el desprendimiento de tierra que sepultó el sábado decenas de domicilios en la provincia china de Sichuan, en el suroeste del país, donde al menos 29 personas continúan desaparecidas.
Al menos 15 personas han resultado heridas y enviadas al hospital, si bien ninguna de sus vidas corren peligro, mientras que 412 personas han tenido que ser evacuadas, según ha informado la agencia de noticias estatal china Xinhua.
Los equipos de rescate han localizado dos nuevos cuerpos durante sus operaciones de búsqueda, en las que están usando drones, perros y sensores de vida.
La avalancha tuvo lugar sobre las 02.30 de la madrugada del sábado (hora local) en la localidad de Xinhua, donde las fuertes lluvias provocaron el desprendimiento de la ladera de un monte cercano. Más de 40 domicilios de la población acabaron dañados.
Además, el torrente de agua que bajaba por la ladera acabó destruyendo un antiguo puente de piedra de doble arcada. Los restos del puente acabaron convirtiéndose en un dique que terminó desviando el torrente en dirección a los domicilios del pueblo y provocando que quedase incomunicado durante horas.
Las autoridades locales han desplegado un total de 23 equipos y más de 1.000 miembros del personal de rescate, coordinando más de 1.500 piezas de equipo, incluidos drones Wing Loong, drones de comunicación, excavadoras de brazo largo, detectores submarinos, puentes mecanizados de emergencia y vehículos de comunicación de emergencia.
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