Si los eurofans españoles pensaban que el puesto 17 de Blanca Paloma en Eurovisión iba a ser el mayor eurodrama de la temporada, se equivocaban. Poco más de una semana después de la final de Liverpool, RTVE ha dado un giro de timón cesando a su jefa de delegación en el Festival, Eva Mora, y devolviendo el cargo a su predecesora, Ana María Bordas, quien además dirigirá el próximo Benidorm Fest junto a César Vallejo.
Pese a que Eva fue una de las precursoras de la exitosa preselección española y cuenta en su haber con el mejor resultado de España en Eurovisión en 27 años, el tercer puesto de Chanel Terrero, la Corporación ha decidido dar un cerrojazo a su etapa y obviar sus dos años al servicio del festival, sin que su nombre aparezca siquiera en la nota de prensa con la que se comunica que Bordas vuelve a hacerse cargo de la delegación.
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“Ana María Bordas continuará como jefa de la delegación española en Eurovisión”, rezaba el comunicado del departamento dirigido por María Eizaguirre, un texto en el que no se menciona ni una sola vez el nombre de Eva Mora. Fuentes cercanas a la cadena pública explican ahora que en realidad Bordas siempre manejó los hilos de Eurovisión en la sombra, pero lo cierto es que en agosto de 2021, ya con Eizaguirre al frente de Comunicación, se anunció oficialmente que Mora relevaba a Ana María en el cargo.
Esta solo ha sido la última muestra pública de un conflicto personal entre Eizaguirre y Mora que se retrotrae a hace casi un año y que ha desembocado en un golpe en la mesa por parte de José Pablo López, director de Contenidos Generales de RTVE.
José Pablo, la clave del conflicto
Lo cierto es que la entrada de José Pablo a la Corporación supuso un antes y un después en el equipo encargado del Benidorm Fest. Según se traslada a Infobae España a través de fuentes cercanas a la cadena, las tiranteces entre López y Eizaguirre no tardaron en aparecer. Y es que el sucesor de Amalia Martínez de Velasco quiso tomar las riendas de la selección de candidaturas para la preselección española, se convirtió en presidente del comité encargado de elegir las canciones y se negó a aceptar una criba previa de 70 temas que se le había presentado.
Se originaba así la fractura del equipo eurovisivo, en el que se irían dibujando dos bandos capitaneados, respectivamente, por María Eizaguirre y Eva Mora, quienes hasta entonces habían presumido privada y públicamente de su buena sintonía. Esta ruptura se escenificaría en la presentación de los 18 participantes del Benidorm Fest en noviembre, donde Eva Mora pasaba a ser ubicada junto a los artistas y no al lado de la directora de Comunicación, como había ocurrido el año anterior.
Eurovisión Junior, la ruptura total
La tensión no haría más que incrementarse en las siguientes semanas, tanto que se hizo palpable entre el equipo desplazado a Ereván durante la celebración de Eurovisión Junior en diciembre, así como entre los periodistas que acudieron a cubrir el evento.
En la capital armenia, Eizaguirre y Mora protagonizaron una auténtica guerra de atención y fotografías. El esfuerzo para ocultar su conflicto personal fue nulo y su mala relación acabó contaminando el ambiente hasta el punto en que María celebró una cena con periodistas en la que no estuvo Eva ni nadie de la delegación.
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La situación no mejoró tras la gala, pues en el encuentro posterior de la prensa con Carlos Higes, representante de España en el concurso infantil, no hubo ni rastro de la presencia de Eva Mora, pero sí de María Eizaguirre. Lo mismo ocurriría meses después tras la final de Eurovisión en Liverpool, donde Blanca Paloma estaría acompañada por la directora de Comunicación y Ana María Bordas tras su actuación, sin que se explicara desde RTVE el motivo de la ausencia de la jefa de delegación.
Sospechosas ausencias
Tras Eurovisión Junior, RTVE activaba la maquinaria de promoción del Benidorm Fest 2023 y pronto llamaría la atención la ausencia de Eva Mora en todas las ruedas de prensa relacionadas con el certamen. No ayudó a suavizar las especulaciones el hecho de que nadie de la Corporación diera explicaciones al respecto. Mientras tanto, María Eizaguirre seguía conduciendo todos los eventos y presentaciones en torno al festival.
Eva permanecía ausente de todas las ruedas de prensa y Eizaguirre, por su parte, continuaba presentando los actos mientras hacía movimientos para fortalecer su núcleo duro. Así, en febrero apartó del equipo de prensa a la periodista Alicia León, miembro del comité de selección de las canciones del Benidorm Fest, para nombrar a una persona de su confianza, María Boj. Este movimiento, como tantos otros, no fue comunicado públicamente por parte de RTVE.
El gesto que lo cambió todo
En abril, cuando entre bastidores ya era más que conocida la mala relación entre María y Eva, se produjo un hecho que llevó definitivamente al conocimiento público esa enemistad. Y es que el día 12 de dicho mes, Eizaguirre se veía envuelta en una gran polémica por subir a su perfil de Instagram un vídeo durante un viaje personal a Kenia. La directora de Comunicación y Participación del ente público utilizó a varios niños de ese país para promocionar la candidatura de Blanca Paloma y se llevó un aluvión de críticas en redes sociales, una controversia que pronto sería eclipsada por el descubrimiento de que María Eizaguirre y Eva Mora habían dejado de seguirse en Instagram.
El 27 de abril, Eva y María coincidían públicamente por primera vez desde que se conociera su mala relación. Lo hacían en el evento de despedida de Blanca Paloma en Callao antes de su viaje a Liverpool. Eizaguirre, encargada de presentar el acto, entrevistó a varios rostros de la cadena pública relacionados con Eurovisión, pero a la hora de dar paso a Mora, optó por indicarle con un gesto que cogiera el micrófono para hablar, evitando anunciar verbalmente su presencia y su cargo.
Esta insostenible situación colmó el vaso de José Pablo López, que llevaba meses observando en la sombra cómo se dinamitaba el trabajo de la delegación y tomó la determinación de reestructurar el equipo después de Eurovisión 2023. Así, la sospecha del cese se cernía sobre Eva Mora desde la pasada Semana Santa, mientras que la cabida de Eizaguirre en los planes de futuro de López era un misterio.
Bordas, ¿jefa de delegación?
Durante la celebración de Eurovisión 2023, hubo un nuevo gesto de RTVE que pasó desapercibido y que ahora se interpreta como la construcción del relato de lo que estaba por venir. Y es que, mientras en los créditos de la emisión de la primera semifinal del certamen aparecía únicamente el nombre de Eva Mora como jefa de delegación, a partir de la segunda gala se incluyó también el nombre de Ana María Bordas en esa tarea. Una vez más, RTVE no explicó este cambio ni por qué ahora se volvía a vincular ese cargo a Bordas tras anunciar hace dos años que sería relevada.
Finalmente, el director de Contenidos ha apartado a Eva Mora de sus funciones, una decisión que desde el entorno de la cadena pública se achaca a un afán por cortar de raíz el conflicto y apartar del Benidorm Fest y de Eurovisión a las dos partes implicadas. Sin embargo, María Eizaguirre sí continuará formando parte del comité de selección de las candidaturas del festival de RTVE.
Este martes 23 de mayo, Infobae España hacía público el cese de Eva Mora y el departamento de Comunicación de RTVE confirmaba la noticia dedicándole a la ya exjefa de delegación un último desplante con total impunidad. “Ana María Bordas y César Vallejo, codirectores del Benidorm Fest 2024. María Eizaguirre seguirá al frente de la organización de los eventos y de la comunicación del festival. Ana María Bordas continuará como jefa de la delegación española en Eurovisión”, rezaba la nota del área dirigida por María Eizaguirre.
De esta manera, los asuntos privados han invadido el trabajo de un ente público hasta el punto de marcar los movimientos y decisiones de sus distintos departamentos. Mientras Comunicación ‘borra’ la memoria de Eva Mora con un gesto que parece responder más a una venganza personal que a una estrategia empresarial, Contenidos trata de poner orden con gestos simbólicos de los que la única damnificada real parece haber sido la ya exjefa de delegación. Está por ver si esos cambios influyen positivamente en el porvenir del Benidorm Fest o si, por el contrario, la guerra sigue reflejándose en un equipo en el que ya se sabe que continuará habiendo partidarios de ambos bandos.
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