Los cadáveres siguen en la casa de la calle Roca de Florida. Todavía no se sabe qué pasó, cómo es que Gabriel Eduardo Cáceres, si es que fue culpable, le quitó la vida a su esposa, María Daniela Carco, y al hijo de ambos, León, de siete años. Los cuerpos de la mujer y el chico presentaban golpes, pero se desconoce la mecánica de muerte. Cáceres fue hallado en la bañera del baño principal, presuntamente envenenado, algo que deberá determinar un test toxicológico. Se sospecha que se quitó la vida encendiendo el gas y aspirándolo.
También se desconoce la data precisa de muerte. Una directora del colegio de León alzó la alarma, llamó al 911 este jueves por la mañana, diciendo que el chico no iba a clases hacía tres días. 24 horas antes, Cáceres le había posteado a Carco un emoji de un corazón en su muro de Facebook. Dos días antes de eso, le dedicó una lista de Youtube de lentos de los ‘80 de Michael Bolton, Phil Collins, Eric Clapton.
“Así nos enamoramos… y así me enamorás cada día alimentándome tu pasión en cada ‘te amo’”, escribió.
Las cuentas de ambos muestran una vida familiar armónica del otro lado de la pantalla: abrazos, besos en la boca, salidas a plazas y vacaciones. Pero algo se fracturó por dentro en algún momento. Carco tenía una hija hoy de 19 años, de una relación previa. En 2021, según confirmaron fuentes judiciales a Infobae, la joven denunció a Cáceres por violencia de género y dejó a la familia para irse a vivir a Monte Grande. Qué hizo Carco, docente que dictaba cursos en su casa, es algo que se desconoce.
Para el fiscal del caso, Gastón Larramendi, el asesinato de la mujer fue precisamente motivado por la violencia de género. Se espera que la fiscal Lidia Osores Soler, especializada en la materia, trabaje junto a él para esclarecer lo sucedido. Por el momento, la hija de la mujer no fue contactada por la Justicia que investiga el hecho. La joven tampoco se acercó a la casa donde vivía su madre junto a Cáceres.
Si bien en redes sociales la pareja se mostraba enamorada, Carco dio señales en algunos posteos de que algo no funcionaba del todo bien. En enero de 2021, la mujer subió a su muro una ilustración que se preguntaba: “¿Alguna vez amaste tanto a alguien que intentabas entenderlo mientras te hería?”. Cáceres, por su parte, respondió a esa publicación con un emoticón de un corazón.
En otro posteo realizado el 15 de febrero pasado, Carco subió una imagen donde se ve a una niña triste que se pregunta: “¿qué hace tóxico a unos padres? La foto da distintas respuestas, como por ejemplo:“inmiscuir a los hijos en problemas de pareja” o “hablar mal al hijo de otro padre”. Sobre esa publicación, Cáceres no respondió.
Carco, oriunda de San Carlos de Bariloche, era docente. Sin trabajo en blanco desde 2014, dictaba un taller particular de escritura y corrección en la casa donde ocurrió el crimen, así como clases de acompañamiento pedagógico para alumnos con dificultad en el aprendizaje. Cáceres se dedicaba a montajes en oficinas y a la instalación de redes de datos y tensión.
Así, la Policía Bonaerense y peritos trabajaban esta tarde en la escena del crimen, una vivienda ubicada en la calle Julio Argentino Roca al 2100.
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