El Sevilla lo ha vuelto a hacer. El equipo andaluz ha alzado al cielo de Budapest la séptima Europa League de su historia manteniendo así el pleno de victoria en finales. Siete ha disputado y en todas ellas se llevado el trofeo a la capital andaluza. Esta temporada además reivindicándose después del mal curso realizado en Liga dondo estuvo coqueteando con el descenso la primera mitad del campeonato. La llegada de Mendilibar ha devuelto la sonrisa a un equipo que volverá a disputar Champions la campaña que viene.
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Puerta puso la primera piedra
El origen de la hegemonía hispalense en la Europa League comenzó hace 17 años en Eindhoven. Aunque para llegar hasta la ciudad neerlandesa, los hispalenses sudaron y de qué manera ante el Schalke en semifinales. En la memoria de todos los aficionados quedará para siempre el gol del fallecido Antonio Puerta durante la prórroga del partivo de vuelta que desató la locura en el Sánchez-Pizjuán. Con Juande Ramos en el banquillo y jugadores como Luis Fabiano, Kanouté, Jesús Navas, Dani Alves y Palop sobre el terreno de juego, el Sevilla se impuso al Middlesbrough con un contundente 4-0.
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Palop fue el héroe de la segunda
La solvencia y tranquilidad con la que el Sevilla conquistó su primera Europa League, contrasta con el sufrimiento que pasó para lograr la segunda un año después en Glasgow. El héroe tuvo nombre y apellidos: Andrés Palop. El guardameta vivió una de sus mejores noches en octavosn de final ante el Shakhtar. Se vistió de delantero para marcar a la salida de un córner en el último minuto y forzar la prórroga donde un gol de Chevanton clasificó al equipo andaluz. La hazaña de Palop no quedó ahí, en la final, frente el Espanyol, detuvo tres penaltis en la tanda y dio al Sevilla la segunda Europa League consecutiva.
Mbia y un cabezazo para el recuerdo
El Sevilla, debido a los malos resultado, destituyó a Míchel en mitad de la temporada 13/14 y le reemplazó por un Unai Emery que, seis meses después, restituyó al conjunto andaluz como campeón de la Europa League. El camino a la final tampoco estuvo exento de emoción y sufrimiento. En octavos de final eliminaron por penaltis a su eterno rival, el Betis, tras igualar el 2-0 adverso de la ida. Pero el sufrimiento alcanzó su punto álgido en Mestalla. El Valencia remontó el 2-0 del choque de ida, pero Mbia en el tiempo añadido, cabezeó un saque de banda y silenció el estadio valencianista. En el choque decisivo en Turín, el Sevilla levantó su tercera Europa League tras derrotar al benfica en la tanda de penaltis.
Reyes de la competición
La consecución de la tercera Europa League supuso la pérdida de jugadores clave para Emery como Rakitic, Fazio o Alberto Moreno. Sin embargo, el Sevilla volvió a reinar en su competición favorita de la mano del técnico vasco al año siguiente. Tras apear a clubes de la talla del Borussia Mönchengladbach, Villarreal, Zenit de San Petersburgo y Fiorentina, se midió en la final al Dnipro ucraniano. Un rival, sobre el papel inferior, que plantó batalla durante toda la final. De hecho, se adelantaron en el marcador con un gol de Kalinic y, pese a ser remontados, igualaron el choque antes del descanso. Sin embargo, cuando se acercaba el tramo final, Carlos Bacca desniveló el partido e hizo que el Sevilla revalidara el título y se convirtiera con cuatro títulos en el que club con más Europa League.
Triple corona de Emery y quinta del Sevilla
Aún bajo las órdenes de Unai Emery, el Sevilla volvió a reinar en Europa por tercer año consecutivo. Tras superar el mal atrago de caer eliminados en la fase de grupos de la Champions, el destino tenía guardado otro final feliz para el Sevilla. En su competición fue dejando por el camino a Molde, Basilea, Athletic de Bilbao y Shakhtar Donetsk, para citarse en la gran final con el Liverpool de Jürgen Klopp en Basilea. Allí, el rey pasó el rodillo y derrotó por 1-3 al conjunto inglés para llevar hasta Nervión el quinto trofeo de la competición continental. Además, se convirtió en el primer club en ganar el título en tres temporadas consecutivas, todas con Emery como director de orquesta.
Ni la pandemia evitó la sexta
En una temporada atípica, diferente al resto debido al confinamiento por el coronavirus, el Sevilla salió más fuerte de casa y certificó bajo las órdenes de Julen Lopetegui su sexta Europa League. Excepto su primera eliminatoria ante el Cluj rumano, los hispalenses disputaron todos sus enfrentamientos a partido único y se mostraron intratables. En octavos de final superó a la Roma, y luego se deshizo del Wolves inglés en cuartos. Pero lo mejor estaba por llegar. En semifinales eliminó por 2-1 al Manchester United y en la gran final venció por 3-2 al Inter de Antonio Conte.
Un reinado que se ha encargado de extender José Luis Mendilibar consiguiendo la séptima tras imponerse a la Roma de Mourinho. El técnico vasco le ha cambiado la mentalidad a unos jugadores que hace tres meses luchaban por evitar el descenso. Ahora, la afición sevillista celebra no sólo la consecución de un título, sino la clasificación a Champions para la próxima campaña. Final soñado.
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