Quizá sea el pie de foto más genial en la historia de un periódico: “Foto AP vía jet de combate desde Londres”.
El sábado, The Associated Press desplegará un pequeño ejército de periodistas, fotógrafos, corresponsales de radio y videoperiodistas para cubrir la coronación del rey Carlos III de Gran Bretaña. Para la coronación de su madre hace 70 años, la cooperativa de noticias más antigua del mundo contó además con la ayuda de una fuerza aérea.
UNIENDO EL MUNDO
Fundada en 1846 por periódicos rivales de la ciudad de Nueva York que buscaban compartir los costos de cubrir la guerra con México, AP usó botes, barcazas, trenes, trineos, ponis y palomas para transmitir noticias a sus “miembros”. AP fue uno de los primeros medios en adoptar el telégrafo de Samuel Morse y Alfred Vail, de ahí el término de “servicio por cable” (“wire service” en inglés). Con el telégrafo, la tecnología de las comunicaciones se separó definitivamente de los métodos de transporte.
“La innovación está en nuestra sangre, y siempre lo ha estado”, dijo Valerie Komor, directora de archivos corporativos de AP.
Otro gran salto se produjo en 1935, cuando, después de 10 años de desarrollo en colaboración con AT&T;, AP lanzó su servicio Wirephoto, utilizando una red de líneas telefónicas de 10.000 millas para distribuir imágenes a los periódicos simultáneamente con las noticias. Las fotos se transmitieron usando una bombilla de luz conocida como “lámpara excitadora”.
La impresión estaba envuelta alrededor de un cilindro que giraba mientras la lámpara iluminaba la imagen, escaneando aproximadamente 1 pulgada de copia por minuto. Entonces, una foto en blanco y negro de 8 x 10 tardaba ocho minutos en transmitirse si no había interferencia en la línea.
Esa tecnología había cambiado poco en 1953, cuando el mundo se preparaba para la coronación de la reina Isabel II. Pero AP tenía algunos trucos bajo la manga.
Hoy en día, las historias, las fotos y los videos se transmiten por todo el planeta a través de una red de satélites. Pero la coronación ocurrió más de cuatro años antes de que la Unión Soviética pusiera en órbita con éxito el Sputnik.
Para transmitir sus fotos desde Londres, AP dependía de la “radiofoto”, que usaba las ondas de aire para enviar imágenes. Pero había otro obstáculo.
Los circuitos de radiofotografía comerciales normales de la época funcionaban a una velocidad de 60 revoluciones por minuto y la red de foto de AP operaba a 100 rpm. Entonces, para la coronación, AP arrendó un circuito especial que operaba a la velocidad más alta.
Se hicieron pruebas previas a la coronación en Londres. “Los resultados fueron razonablemente buenos”, señaló AP. Pero, advirtió a sus miembros, las tormentas atmosféricas pronosticadas entre Londres y Nueva York esa semana podían “dificultar la transmisión de radiofotos, que quizá sea imposible durante ciertos períodos”. El problema era que las ondas de radio que transportaban una señal fotográfica a través del Atlántico no seguían la curvatura de la Tierra.
“Para llegar a Nueva York con éxito, deben reflejarse en capas de partículas de aire electrificadas de 100 a 200 millas sobre la Tierra”, escribió el servicio noticioso. “Es el reflejo de este ‘espejo’ lo que hace posible la transmisión de imágenes a larga distancia por radio”.
Durante las tormentas atmosféricas, dijo AP, ese espejo podría empañarse, “como el espejo de un baño después de una ducha caliente”.
PLANES DE VUELO
Entonces, como precaución, AP dispuso que las fotos originales fueran transportadas a través del Atlántico a bordo de aviones English Electric Canberra, los nuevos bombarderos de gran altitud de la Fuerza Aerea Real, que ya tenían la tarea de transportar filmes para televisión.
“Estos aviones saldrán de Londres a intervalos durante el día”, dijo el servicio a sus miembros, “El primer avión llegará a Montreal alrededor de las 3:30 p.m., hora del Este. Las impresiones originales se enviarán directamente a la red de fotografía por cable de AP desde una ubicación en el aeropuerto de St. Hubert en Montreal”.
El plan dual funcionó, y AP prevaleció sobre los “contrarios”, alardeó un comité del grupo de Editores Gerentes de Associated Press en una revisión de la cobertura fotográfica. El circuito dedicado se usó “en contraste con los circuitos que los contrarios estaban usando (y maldiciendo), y fue un factor clave en el éxito de AP”.
“Con esta ruta de 6.000 millas desde Londres, AP comenzó a mover una imagen de Isabel usando su corona solo 18 minutos después de que se la pusieran en la cabeza”, señaló el informe. “Por el mismo método, el New York Daily News recibió la imagen de Isabel saliendo del palacio y la imprimió solo una hora y 43 minutos después del evento. The News lo llamó “un récord histórico para el manejo de imágenes”.
En una batalla por ser los primeros en las ondas estadounidenses con imágenes, CBS y NBC contrataron aviones de combate P-51 Mustang “mejorados” para transportar películas de Canadá a Boston, informó AP. En un esquema denominado “Operación Astro”, NBC incluso contrató un Canberra que se entregaría a la fuerza aérea venezolana para llevar su película, aunque supuestos problemas con la bomba de combustible lo obligaron a dar vuelta, según una retrospectiva de 1988 del expresidente de la cadena, Reuven Frank.
“Las cadenas de televisión no repararon en gastos para entregar filmes de la coronación a los espectadores estadounidenses”, escribió el panel de editores de AP. “Pero gracias a la ausencia de cualquier enlace transatlántico de televisión, los periódicos vespertinos de Estados Unidos tenían la mejor imagen”.
LO QUE ESTABA ESCRITO
A pesar de todo el alboroto por las fotos, AP todavía era principalmente un servicio escrito en 1953. Un quipo de periodistas producía notas que aparecían mágicamente en máquinas de teletipo de las salas de redacción, que producían unas majestuosas 60 palabras por minuto, en mayúsculas.
Hal Boyle escribió sobre el entonces “PRÍNCIPE CARLITOS, EL NIÑO RUBIO DE GRAN BRETAÑA” de 4 años, y cómo el futuro monarca “ROBÓ LA ATENCIÓN ANTES DE LA CORONACIÓN DE SU MADRE JUGANDO A ESCONDERSE CON LAS GRANDES MULTITUDES FUERA DEL PALACIO DE BUCKINGHAM”. “EL PEQUEÑO CARLITOS, LUCIENDO UN TRAJE AZUL PALIDO, SE PARÓ JUNTO A UNA VENTANA DEL SEGUNDO PISO Y ABRIÓ UNA CORTINA DE ENCAJE”, escribió Boyle. “SONRIENDO AMPLIAMENTE, SALUDÓ FELIZMENTE HACIA LA MULTITUD TURBENTE, QUE GRITO: ‘¡AHÍ ESTÁ!’”.
Boyle, quien ganó un Pulitzer en 1944 por sus despachos de guerra, informó que cientos de madres sostenían a sus hijos en alto para ver al pequeño príncipe, “QUE ES UNA DE LAS FIGURAS MÁS POPULARES EN LA FAMILIA REAL PORQUE, COMO CUALQUIER NIÑO NORMAL, SE METE EN PROBLEMAS”.
Durante sus largos años como heredero al trono, Carlos se ganó la reputación de ser algo rígido y distante. Pero hace 70 años, escribió Boyle, las travesuras del joven príncipe “LE HABÍAN DADO UN TOQUE HUMANO AL ESPECTÁCULO Y LE HABÍAN QUITADO UN POCO DE TENSIÓN”.
Relman “Pat” Morin, quien había ganado el Premio Pulitzer de Noticias Internacionales en 1951, agregaría un segundo Pulitzer cinco años después por su cobertura de la batalla de integración racial en Little Rock, Arkansas. Fue el encargado del segundo despacho nocturno de AP.
“EN EL MOMENTO DE SU CORONACIÓN, ISABEL ERA LA VISIÓN MISMA DE UNA REINA, HERMOSA, REAL Y APARENTEMENTE SERENA”, escribió.
Morin dijo que era una ceremonia “ANTIGUA PARA INGLATERRA, PERO NUEVA PARA LA TELEVISIÓN”. “LA TRANSMISIÓN TERMINÓ OFICIALMENTE UN DÍA MARCADO POR EL DESTINO QUE MANTUVO A LA REINA EN LA VISTA PÚBLICA POR 11 HORAS”, escribió. “FUE LA CORONACIÓN MÁS VISTA DE LA HISTORIA”.
Eso quizá sólo hasta este sábado.
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