Conocer más allá de lo que nos rodea y entender su origen son algunas de las curiosidades que el ser humano ha experimentado a lo largo de su vida. Y ese es el caso de Anthony Choy, quien ha logrado catapultarse como uno de los más grandes representante de la ufología en el Perú.
Jorge Anthony Choy Montes, más conocido como el Doctor Choy, nació el 20 de octubre de 1961 en Lima. Su popularidad se dio cuando trabajó como conductor radial de dos famosos programas. Infobae conversó en exclusiva con ufólogo, que reveló varios pasajes personales de su vida, su infancia, profesión y más.
Las raíces de Anthony Choy
Nació el 20 de octubre de 1961 en Lima y vivió gran parte de su vida en Barrios Altos. Su padre fue el periodista Jorge Choy. Entre las profesiones y estudios que ostenta está la carrera de Derecho, escritor, periodista de investigación, productor y ufólogo. Llevó cursos de posgrado en la Escuela Superior de Guerra Aérea de la Fuerza Aérea del Perú y una maestría en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
Anthony nos cuenta que su infancia y adolescencia fueron muy felices, la imagen de sus abuelos y la de sus padres se mantienen presentes hasta hoy.
“Los días más felices de mi infancia eran los sábados por la mañana porque era el día en que mi mamá me dejaba con mis abuelos chinos y ellos me llevaban a la calle Capón a tomar desayuno […] comíamos tamal con chicharrón”, revela el popular Doctor Choy.
Reveló que siempre tuvo una inclinación por la educación a la que le dedicó sus años como estudiante.
“Recuerdo que desde muy niño me gustaba la mitología griega […] Cuando el profesor preguntó qué hicimos en nuestras vacaciones, yo contesté que leí mitología griega […] El profesor me pidió que salga al frente del salón para contar y así lo hice. Todos se quedaron boquiabiertos. Ahí me di cuenta que yo era bueno para contar historias”, agregó el ufólogo.
Momentos que afrontó
A pesar de haber confesado tener una infancia feliz, existieron algunos episodios en su vida que significaron una piedra en el zapato pero que logró superar y abrazar.
“Siempre tuve la capacidad de crear historias, a pesar de ser un niño muy solitario, tímido y tartamudo […], pero me di cuenta desde muy pequeño que lo mío era el arte”, sostuvo el ahora youtuber. Siendo un infante y en medio de años complicados para el Perú, Choy se acostumbró a socializar con sus libros.
“Yo paraba metido en mi casa leyendo. Me acostumbré a la soledad y llegué a apreciarla”, expresó el también abogado.
Sin embargo, esta forma de afrontar las cosas le generaría cierto pesar durante la etapa más complicada de la vida del ser humano, la adolescencia.
“En secundaria que es la edad donde los chicos socializan, para mí fue sumamente difícil. Yo recuerdo que cuando empezaba el verano sentía el aroma a amor. Cuando miraba por mi ventana, veía a los chicos en sus motos, junto a chicas y yo no podía concebir esa idea a esa edad, eso era extraño para mí”, dijo el investigador.
Sus libros era una vez más su lugar de refugio; no obstante, Choy sentía un sabor a tristeza y nostalgia por no poder estar con aquellos grupos de jóvenes que socializaban sin temor a nada.
Recuerda haber vivido un episodio de bullying al que le puso fin para que este no se hiciera constante. El episodio coincidió con sus clases de Kung Fu en el Barrio Chino.
“El chico me molestaba y yo no le decía nada, hasta que un día decidí aprovechar lo que había aprendido. Hice un movimiento y le cayó en la cara […] Ahí terminó mis episodios de bullying. Nadie se metió conmigo”, rememoró. Este hecho marcó un antes y un después en su vida a la edad de 12 años.
Siempre fue de los primeros en el salón, inclusive en la universidad. Le gustaba escribir y en un inicio eligió el periodismo como carrera, pero luego optó por Derecho. Pasó una juventud bohemia y creó un grupo donde compartía poemas. Esto último sucedió en plena época del terrorismo en el Perú.
El interés por lo desconocido
Se podría creer que su interés surgió desde el lado paterno de la familia, donde tenía una abuela que le hablaba de ovnis, pero no. Nacería desde el lado materno de su familia. Las historias de su abuelo serían el origen de su interés por lo desconocido.
“Mi abuelito era de Huancavelica y durante los veranos yo iba a San Bartolomé en Huarochirí y en la noche mientras cenábamos, él contaba historias de la Jarjacha, y me moría de miedo”, manifiesta Choy. Sería el inicio de su interés por las historias.
De adulto, las regresiones también formaron parte de su lista de curiosidades. En 1996 realizó su primera regresión, su cómplice de toda la vida lo ayudó a hacer realidad aquello que vio en la última página de un libro que pidió prestado, pero que jamás devolvió.
“Mi mamá siempre fue mi cómplice en mis aventuras intelectuales y en todo”, expuso el también escritor.
En octubre del 1999, se convirtió en ufólogo, averiguó todo sobre el tema, se sumergió y alrededor de tres años después trabajaría de manera directa en el tema.
Indica que iniciar en el campo de la ufología lo atrapó, al punto de reducir el tiempo con sus seres queridos y, sobre todo, el que tenía con sus hijas.
Confiesa que su inclinación por el tema de ovnis inició con la idea de crear una buena historia o novela, pero cuando estuvo dentro, este tema lo sedujo por completo.
El primer contacto con la ufología
El avistamiento de objetos extraterrestres u Objetos Voladores no Identificados (OVNI) siempre fue un tema que generaba críticas por los más escépticos. Sin embargo, hace unos meses el Departamento de Defensa de Estados Unidos emitió un informe en el que afirman que durante los últimos años la cifra de avistamiento de ovnis ha aumentado.
Sin embargo, desde hace décadas, miles de especialistas en el tema, a los cuales se les conoce como ufólogos, han salido a dar más alcances sobre estos acontecimientos extraterrestres.
En Perú, Anthony Choy fue uno de ellos. Trabajó para el Gobierno del Perú a través de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) en la entonces Oficina de Investigación de Fenómenos Aéreos Anómalos (OIFFA), cuyo nombre actual es Departamento de Investigación de Fenómenos Aéreos Anómalos (DIFAA), la cual fue fundada en diciembre del 2001.
Él formó parte de los primeros profesionales investigadores que la institución convocó. Los años de trabajo de investigación serían uno de los más maravillosos de su carrera.
“En enero del 2002 me convocan a mí y en febrero del 2002, yo viajo a Chulucanas y ese sería el inicio de una vida extraordinaria. Uno de los episodios más bonitos de mi vida […] Me sentía dentro de una película”, revela el conocido Doctor Choy.
Su primer destino para investigar fue Chulucanas, lugar que terminó impactándolo por todo lo que encontró junto a su equipo, conformado por integrantes de la FAP y otros profesionales. A diferencia de lo que se podía creer respecto al escepticismo de las personas, Choy reveló que ese no era el caso de los miembros de la OIFFA.
“Los miembros que estaban ahí (OIFFA) no era escépticos. En algunos casos ya habían tenido experiencias o querían tener una actitud de apertura. Fue un equipo interesante, entre ellos estaba uno de los más grandes antropólogos peruanos, Fernando Fuenzalida Vollmar. Él investigó el tema ovni y lo hacía en privado porque el mundo académico en ese entonces no aceptaba (el tema), pero él investigaba”, añadió Choy.
DATO: El término ufología proviene de la palabra en inglés ufology, que a su vez deriva de las siglas UFO (Unidentified Flying Object).
Sus primeros “pininos” en este rubro los hizo con Fuenzalida, con quien conversó sobre aquel fenómeno que el mundo se negaba a aceptar, y al cual se le señalaban como “temas de conspiración”, pero que, a puertas cerradas, distintos gobiernos creaban grupos de trabajo para hacer un seguimiento y encontrar una explicación a esos objetos aéreos que tenían movimientos inusuales y poco realizables para los equipamientos humanos.
El caso de Chulucanas
Al indagar más sobre su primera experiencia en Chulucanas, descubrimos la razón por la que Anthony Choy señala a este lugar como uno de los más fantásticos que ha podido ver en su vida.
Todo inició cuando el excomandante y jefe de la OIFFA, Julio Chamorro, le dijo que un hombre había llamado a las oficinas desde Chulucanas y había grabado ovnis en un video. Se trataba del entonces camarógrafo de la municipalidad de esa ciudad. La cinta que tenía el joven en su poder era de alrededor de dos horas y media. Choy realizó las investigaciones necesarias y no tardó en partir hacia aquel lugar para tener evidencia propia.
“Fue extraordinario porque en los videos se ve la procesión (de las personas), los ovnis, la gente asombrada (viéndolos), pero es curioso porque si ese fenómeno hubiese ocurrido en Manhattan, las personas hubieran corrido aterrorizadas. En Chulucanas, las personas estaban acostumbradas a verlos”, reveló.
El abogado manifiesta que los cerros Pilán y Ñañañique fueron los lugares donde logró ver una mayor concentración de objetos no identificados en el cielo. La investigación de estos lugares lo catapultaron a ser el hispano con mayor presencia en el tema ovni.
“Le debo a Chulucanas un libro de todo lo que pasó, lo que viví, lo que vi”, indica.
Para el ufólogo en Perú existirían tres bases ovnis en la costa central. La base de Chilca, frente a la playa Yaya y “Las Salinas de Chilca”. La segunda base, sería una que se ubica en la parte trasera de la isla San Lorenzo, frente al distrito de La Punta y la tercera se encontraría en Chancay, ubicado en el norte chico.
Los avistamientos de luces en el cielo tienen movimientos inusuales al de un avión, siempre ha sido una constante en varios lugares del país, tal como sucede en la zona sierra de Lima. ¿A qué se debe que Perú tenga gran presencia ovni?
Para Choy, estos avistamientos constantes se dan en países o lugares milenarios, donde varias de las civilizaciones iniciaron hace miles de años. A esto le suma la carga energética que está presente en el país, energía del tipo telúrico, volcánico, petrolero, entre otros más.
En la actualidad, el especialista menciona que está investigando sobre la criptozoología al que él llama una paraciencia, tal como iniciaron varias que están establecidas hoy en día. Para él existe la “posibilidad de la existencia de puertas dimensionales en ciertos lugares que son atravesadas por animales que vienen de otra dimensión o tiempo, pasean y regresan por donde vinieron. Hay que ver eso desde otro punto de vista”.
¿Cómo afronta el ser humano estos encuentros? Todo tendría que ver con la consciencia y el nivel espiritual de la persona.
“En necesario que las personas estén alertas y que sean muy observadoras de lo que pasa a su alrededor”, finaliza Choy.
¿En qué trabaja en la actualidad Anthony Choy?
Luego de haber pasado por la FAP y 14 años en la radio, en la actualidad el investigador, realiza cuatro cosas: compra-venta de inmuebles, sesiones de regresión, creación de contenido para su canal de YouTube Anthony Choy Oficial, que cuenta con alrededor de 70 mil suscriptores, y stand up. Además, está escribiendo un libro para contar sobre sus experiencias.
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