
A los ácaros en el polvo de las casas les agrada el clima cálido y húmedo, por lo que la humedad del aire en los ambientes no debe ser muy elevada.
Según recomienda la experta en alergias profesora Dagmar von Bubnoff en la edición de diciembre de 2021 de la revista alemana “Apotheken Umschau”, es importante por lo tanto ventilar la casa con frecuencia, también en invierno, y sobre todo en los dormitorios.
Tanto en otoño como en invierno, los alérgicos a los ácaros sufren particularmente y la razón principal para ello es el aire de la calefacción.
La explicación es que en los cuartos calefaccionados desciende la humedad ambiente de forma rápida, por lo que muchos de los ácaros mueren. Pero tanto su cuerpo como sus excrementos, donde se encuentran los principales desencadenantes de las alergias, se secan y se desintegran en diminutas partículas.
Estas se mezclan con el polvo y se distribuyen. La consecuencia es que pueden producirse síntomas de alergia aún más graves que durante el resto del año.
Mantenga el dormitorio más bien fresco
Por eso, justamente vale para el dormitorio el consejo de ventilar de forma regular y no calefaccionar demasiado. En líneas generales, la humedad relativa no debería superar el 60 por ciento ni estar por debajo del 40 por ciento.
Esto puede medirse mediante un higrómetro. La temperatura debe situarse, de modo ideal, justo por debajo de los 20 grados. Según apunta el artículo, los ácaros se sienten especialmente bien en la cama.
“Frecuentemente los síntomas son más marcados a la mañana” apunta Von Bubnoff, que trabaja como médica jefe en la Clínica de Dermatología, Alergología y Venereología del Hospital Universitario de Schleswig-Holstein. Entre estos síntomas se encuentran la erupción cutánea, el picor de ojos o la congestión nasal.
Cubiertas especiales y lavado regular
Cubiertas protectoras a prueba de ácaros especiales para los colchones, denominadas encasings, dejan pasar menos alérgenos, escribe asimismo “Apotheken Umschau” en su artículo. También existen cubiertas similares para almohadas y frazadas.
Y, quien padezca una alergia a los ácaros, debería idealmente proceder a lavar su ropa de cama de manera semanal, al igual que regularmente los almohadones y las frazadas, a una temperatura de al menos 60 grados.
dpa
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