La atleta española Adiaratou Iglesias no pudo revalidar este martes su título de campeona paralímpica de los 100 metros de la clase T13 para deportistas con discapacidad visual de los Juegos de París después de finalizar en la quinta posición, una decepción en la jornada que compensó en parte la valiosa plaza de David José Pineda en los 400 metros de la clase T20 para deportistas con discapacidad intelectual y que significó la vigesimoquinta para la delegación nacional.
La gallega, que al oro en el hectómetro en Tokio, conseguido bajo la lluvia, añadió una plata en los 400 metros, no consiguió estar a su mejor nivel, aunque ella mismo reconoció que se veía “bien” y que ahora debía de analizar el por qué no había “salido”.
Iglesias no pudo optar ni siquiera al podio en una final que ya se preveía bastante rápida por lo visto en las series, donde la azerí Lamiya Valiyeva, una de las principales rivales de la española, ya había dejado claro que seguramente habría que correr mucho para batirla por la noche.
La actual bicampeona del mundo fue muy veloz por la mañana. Con la lluvia presente en el Stade de France hizo 11.81 y avisó de que podía tener el récord del mundo (11.79) en las piernas, mientras que el oro de la capital japonesa pasó sin problemas de forma directa, pero como la sexta más veloz (12.46).
Había que esperar a ver si la adrenalina de la final, una mayor experiencia y la presencia de su familia le podían dar ese plus horas más tarde, pero no pudo estar con las mejores e incluso su crono fue ligeramente lento que en las series (12.51). El podio estuvo por debajo de los once segundos y lo comandó una sensacional Valiyeva, que le quitó el récord del mundo con 11.76 a la ucraniana Leilia Adzhametova, que lo tenía desde Río de Janeiro.
De todos modos, la nueva campeona tuvo que esforzarse hasta la misma línea de meta por la gran carrera de la brasileña Rayane Soares, que también batió la plusmarca mundial y se quedó a dos centésimas del oro. La irlandesa Orla Comerford fue tercera más lejos (11.94), mientras que Iglesias nunca dio la sensación de poder estar con ellas y se quedó lejos del podio.
El sinsabor por una medalla que podría ser de las que se consideran en las quinielas lo compensó sin embargo minutos después el debutante David José Pineda, que firmó una gran final en los 400 metros de la clase T20 y puso un buen cierre a la jornada del atletismo y a la de la delegación, ya con 25 metales en su haber.
El velocista hispano-dominicano realizó una gran carrera y logró entrar con mucha fuerza en la última curva donde fue sobrepasando a sus rivales. Incluso por momentos pareció que incluso le podía discutir el oro al colombiano Jhon Sebastián Obando, que le aventajó finalmente en 15 centésimas (48.09 por 48.24).
Ya por la mañana, Yassine Ouhdadi no pudo sumar este martes su segunda medalla en los Juegos Paralímpicos de París después de finalizar en la quinta posición en la final de los 1.500 metros T13 para deportistas con discapacidad visual, aunque sí logró el premio de lograr un nuevo récord del mundo de su clase.
Después de conseguir reeditar su oro de Tokyo 2020 en su prueba favorita, los 5.000 m, el catalán no pudo en esta ocasión subir al podio en una distancia donde no es tan fuerte, aunque fue valiente y entró en la recta final con opciones de haber conseguido metal.
La carrera, donde estaban muchos de los participantes de los 5.000, fue extremadamente rápida, tanto que los ocho finalistas, repartidos a partes iguales entre T12 y T13, acabaron con mejor marca personal, se batió un récord del mundo, el de T13 con Ouhdadi, y también el récord paralímpicos de T12 por parte del campeón Aleksandr Kostin.
Y fue el plusmarquista mundial, el australiano Jaryd Clifford, descalificado de los 5.000 y esta vez sin guía, el que impuso un fuerte ritmo desde la misma salida. El atleta español aceptó el reto y se situó en los puestos de cabeza desde el principio, marcando bien al oceánico, uno de los favoritos.
El catalán aguantó ahí bien hasta la llegada de la última vuelta cuando llegó el cambio del tunecino Rouay Jebabli, al que también fue capaz de responder para llegar bien colocado, en la segunda plaza para la última curva. Pero ahí pagó un poco el esfuerzo, mientras que, como ya sucediese en los 5.000, los rusos Aleksandr Kostin y Anton Kuliatin, plata y bronce en esa prueba tras Ouhdadi, le superaron. Kostin fue oro con récord paralímpico (3:44.33) por delante de Jebabli, con Kuliatin quitando el bronce a Clifford por una escasa centésima.
El atleta español, al menos, se pudo consolar con la mejor carrera de su vida en la distancia, coronada por un sensacional nuevo récord del mundo y paralímpico con un registro de 3:46.20, mejorando en dos segundos (3:48.29) el que estaba en poder en T13 del argelino Abdellatif Baka.
Finalmente, la jornada en el Stade de France para el atletismo español se completó con una buena y prometedora actuación de la joven debutante Fiona Pinar, que se metió en la final de los 200 metros T64 para deportistas con discapacidad física.
La catalana, de 21 años, que sufrió la amputación de su pierna hace poco más de dos años y que participó hace pocos meses en su primera competición internacional en L’Hospitalet, se clasificó como la cuarta más rápida, 27.42, su mejor marca personal y a dos centésimas de la tercera, un registro al que no se pudo acercar horas más tarde en la final donde el podio corrió por debajo de los 27 segundos. La española hizo 27.87 y terminó con un valioso séptimo puesto.
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