Sevilla, 2 sep (EFE).- El fichaje del delantero marroquí Ez Abde poco antes del cierre del mercado estival de incorporaciones ha sido el último de los dieciocho movimientos que, entre entradas y salidas, ha hecho la dirección deportiva del Betis comandada por Ramón Planes para poner a disposición del técnico chileno Manuel Pellegrini una plantilla que aúna renovación y mantenimiento de sus pesos pesados.
Con la retirada del capitán Joaquín Sánchez y la marcha al fútbol mexicano de Sergio Canales, la dosis de experiencia y peso específico en el vestuario se la ha garantizado Pellegrini con los dos primeros pasos dados por Planes en una renovación a fuego lento que empezó, paradójicamente, con la continuidad por un año del meta chileno Claudio Bravo y el centrocampista mexicano Andrés Guardado.
Tan a fuego lento, que los fichajes han ido sucediéndose alternativamente con las salidas y cesiones, lo que ha convertido al conjunto de Pellegrini en uno de los más activos del mercado. Le han cambiado muchas teclas de su vestuario sin perder su impronta, a lo que ha contribuido de manera notable la continuidad de jugadores clave que no han dejado de estar en los mentideros como el mediocentro argentino Guido Rodríguez y el centrocampista portugués William Carvalho.
Junto con Canales, han abandonado el club bético jugadores que han sido importantes en las última temporadas y santo y seña de la afición como el goleador Juanmi Jiménez, quien se ha marchado cedido al fútbol saudí, además de otros nombres como los delanteros Loren Morón y Raúl García de Haro, el medio mexicano Diego Lainez, el portero Dani Martín y los defensas Edgar González y Martín Montoya, además de los también cedidos Félix Garreta y Rober González, y Víctor Ruiz, quien se ha marchado tras expirar su contrato con la entidad.
En contrapartida, han ido incorporándose al equipo jugadores que, quizás por su vinculación anterior a la entidad, lo han hecho sin grandes alharacas y sí con la mayor naturalidad, como es el caso del delantero Ayoze Pérez, fichado en propiedad por el club bético tras la exitosa cesión del pasado ejercicio desde el Leicester inglés.
Otros futbolistas conocidos del beticismo que han regresado han sido el lateral derecho Héctor Bellerín, después de su paso por el Barcelona y el Sporting de Lisboa tras una primera etapa en Heliópolis, y el central Marc Bartra, quien ha hecho lo propio después de un exitoso año en el Trabzonspor de Turquía.
Pero el movimiento quizás más llamativo de los hechos por el Betis y también del mercado estival ha sido el fichaje del internacional Isco Alarcón, quien se encontraba sin equipo y entrenando en solitario tras un fallido paso por el eterno rival y que ha sido reclamado por Pellegrini para ser una de las caras de su proyecto, tras haberlo sido en la etapa en la que ambos coincidieron en el ‘Euromálaga’.
Isco, motivado para recobrar su mejor versión, ya ha empezado a mostrar el porqué de su llegada hasta final de temporada, en principio, en un buen arranque liguero en el que ha contribuido con juego y goles, y en el que ya se ha postulado como una de las caras de este Betis renovado al que le falta aún la vuelta de otro de sus pesos pesados, el francés Nabil Fekir, quien se recupera de una grave lesión de rodilla.
Otra jugador enjundioso que se ha sumado al proyecto bético de esta temporada es le mediocentro Marc Roca, quien ha llegado cedido por un año desde el Leeds inglés y que ya se ha erigido en una de las claves del equilibrio verdiblanco en el centro del campo en binomio con el argentino Guido Rodríguez.
Para esa posición, la dirección deportiva de Ramón Planes ha apostado igualmente por un jugador de futuro y fichado desde el Getafe a Sergi Altimira, opción más a largo plazo como otras incorporaciones como la del central Chadi Riad y el lateral Álex Collado, quien ha sido directamente cedido al Okhdood saudí. EFE
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