Para cualquier mexicano que lo haya vivido, 1994 fue un año lleno de momentos indeleblemente fijados en la memoria.
En aquellos meses, el tiempo se detuvo varias veces. Por ejemplo, nadie olvidará dónde estaba y qué hacía al recibir la noticia de que el candidato a la presidencia, Luis Donaldo Colosio , había sido tiroteado en Tijuana.
Y de ahí en adelante, el vértigo se instaló con la gran crisis económica que afectó a miles de mexicanos que perdieron sus empleos y propiedades.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 1996 el índice de personas con pobreza patrimonial fue de 69 por ciento de la población. Además el país vivía en un paulatino incremento en violencia e inseguridad.
“El error de diciembre o efecto tequila”
El título anterior evoca a la denominación con que el ex presidente Carlos Salinas de Gortari sugirió llamar a la crisis que México a travesó a finales de 1994 y a principios de 1995,y que él atribuyó a un episodio de ingenuidad del entonces mandatario, Ernesto Zedillo, por avisar a los inversionistas que iría a deslizar el tiempo cambiario para sortear una crisis de liquidez que el país tenía en ese momento.
No obstante, su propuesta (de Salinas) de inculpar destapó la parte de la responsabilidad de su administración y que tuvo que ver con la realización de gastos extraordinarios, justificados por una falsa idea de crecimiento inminente impulsado por la firma del TLC, que elevaron la deuda externa hacia límites impagables.
Cualquiera que fuera la causa, la convergencia de los dos factores colapsó la economía mexicana y provocó devaluación superior al cien por ciento de la moneda: un quebranto similar al que sufrió México en 1976, al terminar el sexenio del ex mandatario Luis Echeverría , que con la misma fuerza y dimensión sepultó el esfuerzo y los sueños de millones de familias mexicanas por muchos años por venir.
En ese sentido, se podría decir, la demanda de divisas superó la oferta y las importaciones habían sido mucho mayores que las exportaciones, situación conocida como un déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos.
Los “dolorosos” efectos”
Durante dicho periodo, la economía tuvo una fuerte contracción al año de 1995, de casi seis por ciento.
Ésto se vio reflejado en un ajuste en las tasas de interés que se dispararon a niveles de más de 80 por ciento para el rendimiento de Cetes a 28 días, lo cual provocó la quiebra de empresa y hogares, que no pudieron hacer frente a los créditos con las tasas variables.
El recién llegado presidente, Ernesto Zedillo expresó que vendrían tiempos de sacrificio para todos y así fue.
FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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