Por Nidal al-Mughrabi, Jeffrey Heller y Stephen Farrell
GAZA/JERUSALÉN, 12 may (Reuters) – Las hostilidades entre Israel y Hamás se intensificaron durante la noche, con al menos 35 muertos en Gaza y cinco en Israel en los intercambios aéreos más intensos desde hace años.
Israel llevó a cabo cientos de ataques aéreos en Gaza hasta la madrugada del miércoles, mientras el grupo islamista y otros militantes palestinos lanzaban múltiples salvas de cohetes contra Tel Aviv y Beersheba.
Un edificio residencial de varios pisos en Gaza se derrumbó y otro resultó muy dañado tras ser alcanzado repetidamente por los ataques aéreos israelíes.
Israel dijo que sus aviones habían atacado y matado a varios líderes de la inteligencia de Hamás a primera hora del miércoles. Otros ataques tuvieron como objetivo lo que, según el ejército, eran puntos de lanzamiento de cohetes y oficinas de Hamás.
Fue el intercambio de disparos más fuerte entre Israel y Hamás desde la guerra de 2014 en Gaza, y provocó la preocupación internacional de que la situación pudiera salirse de control.
El enviado de paz de la ONU para Oriente Medio, Tor Wennesland, tuiteó: “Detengan el fuego inmediatamente. Estamos avanzando hacia una guerra a gran escala. Los líderes de todas las partes tienen que asumir la responsabilidad de la desescalada”.
En la madrugada del miércoles, los habitantes de Gaza informaron de que sus casas temblaron y el cielo se iluminó con los ataques israelíes, con los cohetes y los misiles de defensa aérea israelíes que los interceptaban.
Los israelíes corrieron hacia los refugios o se tumbaron en las aceras en las comunidades situadas a más de 70 km de la costa y en el sur de Israel, entre sonidos de explosiones mientras los misiles interceptores surcaban el cielo.
En la ciudad mixta árabe-judía de Lod, cerca de Tel Aviv, dos personas murieron después de que un cohete impactara en un vehículo en la zona. Los medios de comunicación israelíes informaron de que una de ellas era una niña de 7 años.
El brazo armado de Hamás dijo que había disparado 210 cohetes hacia Beersheba y Tel Aviv en respuesta al bombardeo de los edificios de la torre en la ciudad de Gaza.
Para Israel, el hecho de que los militantes apuntaran a Tel Aviv, su capital comercial, supuso un nuevo reto en el enfrentamiento con el grupo islamista Hamás, considerado como una organización terrorista por Israel y Estados Unidos.
La violencia se produjo tras semanas de tensión en Jerusalén durante el mes de ayuno musulmán del Ramadán, con enfrentamientos entre la policía israelí y manifestantes palestinos en la mezquita de Al-Aqsa y sus alrededores, en el recinto venerado por los judíos como Monte del Templo y por los musulmanes como el Noble Santuario.
Estos enfrentamientos se intensificaron en los últimos días, antes de una vista judicial -ahora aplazada- en un caso que podría acabar con el desalojo de familias palestinas de las viviendas de Jerusalén Este reclamadas por los colonos judíos.
La violencia también se ha recrudecido en la Cisjordania ocupada, donde un palestino de 26 años murió por disparos israelíes durante los enfrentamientos con piedras en un campo de refugiados cerca de la ciudad de Hebrón.
(Información de Nidal al-Mughrabi, Dan Williams, Ari Rabinovitch y Rami Ayyub; información adicional de Stephanie Nebehay en Ginebra, Nandita Bose y Steve Holland en Washington y Michelle Nichols en Nueva York, y Stephen Farrell en Jerusalén; redacción de Kevin Liffey; edición de Howard Goller y Michael Perry; traducido por Michael Susin en la redacción de Gdansk)
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