2023, del sueño del Racing Ferrol a los fracasos de Celta, Dépor y Lugo

David Moldes

Santiago de Compostela, 28 dic (EFE).- El año 2023 ha sido pésimo para el fútbol gallego con los descensos de CD Lugo y Pontevedra CF, el sufrimiento del Celta para mantenerse en LaLiga y un nuevo fracaso para el Deportivo en su intento por volver al fútbol profesional.

Solo los éxitos de Racing Ferrol -ascenso a Segunda División y, actualmente, en puestos de ascenso directo a Primera- y CD Arenteiro -ascenso a Primera Federación y sorpresa en la Copa- han maquillado el ‘annus horribilis’ que ha vivido el fútbol en Galicia, pese a que el Celta logró en la última jornada evitar el descenso a Segunda a tan solo unos meses de celebrar su Centenario.

2023 es el año de un fin de ciclo en Balaídos. Carlos Mouriño cedió el testigo a su hija Marian después de 17 años al frente del club. Ese traspaso de poderes también aceleró la salida del director general y hombre de la máxima confianza del máximo accionista, Antonio Chaves.

Ambos formaron, junto a María José Herbón, el núcleo duro de un Celta que en el verano de 2022 se encomendó al portugués Luis Campos para enderezar un barco sin rumbo en el área deportiva desde la salida del técnico Eduardo Berizzo en 2017.

Pero el paso del asesor deportivo externo, cargo que compaginó con el de director deportivo del PSG, quedará marcado por su pésima gestión, agigantada con el fichaje de Rafa Benítez con un contrato de larga duración.

Dos victorias en las primeras 18 jornadas del curso 2023-24, después de haber invertido más de 41 millones de euros en reforzar la plantilla del Centenario, y la propuesta futbolística del madrileño delatan la crisis sin precedentes que atraviesa el Celta.

El equipo vigués despide el año en puestos de descenso. Sin posibilidad de despedir a Benítez por el elevado coste de su indemnización, Marian Mouriño ha buscado “contentar” al celtismo acelerando unos meses la salida de Campos, a quien suplirá en el cargo el mexicano Marco Garcés, que aterriza en Balaídos avalado por sus éxitos en su país pero sin demasiado margen de error.

Los otros suspensos del año en el fútbol gallego son para el Deportivo, CD Lugo y Pontevedra CF. El equipo coruñés, el único de la comunidad que ha ganado una Liga (2000) y dos Copas del Rey (1995 y 2002), sigue siendo incapaz de salir del “pozo” de la antigua Segunda División B.

Ni el regreso de Lucas Pérez -puso dinero de su bolsillo para bajar dos categorías, desde Primera División- ha evitado que el deportivismo llorase a las puertas del verano con otro fracaso de su equipo tras caer ante el Cartagena en la primera eliminatoria por el ascenso.

Este verano, el Dépor revolucionó su plantilla para conseguir el ansiado salto de categoría, apostó por jugadores veteranos y con pasado en Primera y Segunda División, pero de momento el rendimiento ha sido el mismo. El equipo dirigido por Imanol Idiakez está a nueve puntos del primer puesto que otorga el ascenso directo, y que en estos momentos ocupa el filial del Celta. Otra pesadilla para la afición coruñesa.

Ese calvario que supone jugar en la categoría de bronce lo ha superado el Racing Ferrol. 2023 es el año de ensueño del club departamental, sustentado por el apoyo económico del Grupo Élite que lidera Ignacio Rivera, presidente ejecutivo de la empresa Hijos de Rivera, dueña de Estrella Galicia. 15 años después, el Racing ha vuelto por la puerta grande al fútbol profesional.

El equipo de Cristóbal Parralo comenzará el 2024 en puestos de ascenso directo a Primera y siendo subcampeón de invierno, un hito que no conseguía desde la temporada 1945-46. Además, a principios de enero, jugará la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Copa del Rey contra el Sevilla.

La otra alegría del año la ha dado el CD Arenteiro con su ascenso a Primera Federación y un rendimiento espectacular en el torneo copero, donde fue eliminado el curso pasado por el Atlético de Madrid, que visitará el próximo Día de Reyes al CD Lugo en lo que supondrá su estreno en esta competición en el presente curso.

Ese partido dejará cerca de 270.000 euros en las arcas de la entidad que preside Tino Saqués, a quien no le ha temblado el pulso para despedir a un nuevo entrenador a las puertas de la Navidad. El exfutbolista Pedro Munitis apenas ha durado seis meses en Lugo. Lo sustituirá el portugués Paulo Alves, que encara el desafío del ascenso después de firmar una espectacular temporada en el Moirense FC.

El ascenso, pero en este caso a Primera Federación, también es el reto de dos históricos como el Pontevedra, que perdió la categoría el pasado mes de mayo, y la SD Compostela, dotado de músculo financiero con la entrada del empresario Antonio Agrasar, CEO de Plexus Tech. 2024 dirá. EFE

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