La presentación del proyecto de presupuesto 2026 realizada el día de ayer, no hace más que profundizar la inédita crisis que ya atraviesa la UBA.
Ratifica el salario de profesores bajo la línea de pobreza y el recorte en los gastos de funcionamiento para las funciones de educación y ciencia y técnica.
Luego de dos años de no contar con un presupuesto aprobado, con prórrogas desactualizadas; y tras registrar en 2025 la inversión más baja de los últimos 20 años para educación superior, el proyecto presentado para 2026 consolida todos los recortes aplicados en el último año y medio y amenaza con llevar al sistema universitario a un nivel de deterioro sin precedentes.
La partida prevista para 2026 no contempla:
● La recomposición de los gastos de funcionamiento.
● La actualización de las becas estudiantiles.
● La reanudación de las obras de infraestructura y mantenimiento que continúa paralizada.
● La recuperación del poder adquisitivo de los salarios docentes y no docentes, gravemente afectados en 2024 y 2025.
● Ni un mecanismo que impida que el presupuesto siga perdiendo valor en 2026.
Medida en relación al PBI, la inversión proyectada para 2026 mantiene el piso histórico alcanzado en 2025 y vuelve a ubicarse por debajo del 0,5% del PBI.
Más que nunca, resulta imprescindible que el Congreso de la Nación ratifique la Ley de Financiamiento Universitario para garantizar la continuidad y el funcionamiento de las universidades públicas en 2026.
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